La santificación del ser humano

¿Qué significa la frase “si la persona viene a purificarse, la ayudan desde Arriba?

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Grupo Breslev Israel

Posteado en 27.01.25

Dice la Guemará (Yoma 38b):

Dijo Resh Lakish: ¿Cuál es el significado del versículo “De los burlones, se burla, pero a los humildes les concede gracia” (Proverbios 6:34)? [Significa que] si una persona viene a corromperse, le abren las puertas. Si la persona viene a purificarse, la ayudan…

Enseñan los Sabios: el versículo “No se corromperán con ellos, para que no queden impuros por ellos” (Levítico 11:43) significa que, si la persona se corrompe un poco, ellos la impurifican mucho. Si ella se corrompe desde abajo, ellos la impurifican desde arriba. Si ella se corrompe en este mundo, ellos la impurifican en el Mundo Venidero.

Enseñaron nuestros Sabios: el versículo “Se santificarán y serán santos” (ibíd 44) significa que cuando una persona se santifica a sí misma un poco, ellos la santifican mucho. Cuando ella se santifica desde abajo, ellos la santifican desde arriba. Cuando ella se santifica en este mundo, ellos la santifican en el Mundo Venidero.

¿Qué significa la frase “si la persona viene a purificarse…”? Esto no se refiere a aquel que ya se ha purificado, sino a la persona que solamente tiene la intención de purificarse. Ya en esa etapa, desde el Cielo lo ayudan a que lleve a la práctica sus buenas intenciones. Y aquí también debemos leer la Guemará con mucho cuidado, igual que el Maharshá. La Guemará dice: “Abren… ayudan… purifican…”. El Ritva (quien vivió hace siete siglos) explica que los que “lo ayudan” son ángeles: “Cuando se santifica a sí mismo desde abajo, los ángeles santos lo santifican desde Arriba. Del mismo modo, la Guemará en Makot dice: ‘Por el camino por el cual la persona desea transitar, por allí la conducen’ y la Guemará en Yoma dice: ‘Cuando una persona viene a purificarse, la ayudan’. Ambas fuentes se basan en el mismo versículo: ‘De los burlones, se burla, pero a los humildes les concede gracia’”.

A partir de esta cita de la Guemará, aprendemos el principio que analizamos aquí respecto a que la persona no tiene el poder de santificarse a sí misma, ya que lo físico y las pasiones están incorporados en ella. El cuerpo material y las pasiones evitan que la persona sea un ser espiritual y santo. La santidad es trascendente; es un cambio de naturaleza. El individuo necesita mucha ayuda Divina para santificarse, y para recibir esa ayuda, tiene que querer. Por lo tanto, la única manera de que la persona realmente pueda santificarse es activar su voluntad de santificarse.

Y viceversa: cuando uno desea cosas malas, está creando ángeles malos que lo llevarán a esas cosas, porque el poder de la voluntad es sumamente poderoso. Por eso, muchas veces vemos que “el camino de los malvados prospera” (Jeremías 12:1). Estas personas logran sus malvados designios debido a que sus malas intenciones crean ángeles destructivos que los ayudan a tener éxito.

Uno de los ejemplos más conocidos es Bilam, a quien Balak, rey de Moab, le solicitó que maldijera al pueblo de Israel. Y cuando Bilam Le pidió permiso a Hashem para hacerlo, Hashem no estuvo de acuerdo y no le dio permiso. Pero Bilam quería maldecirlos porque anhelaba recibir la gran suma de dinero que se le había prometido y además ansiaba el honor que iba a recibir. Además, el odio natural que sentía hacia el pueblo de Israel le ardía por dentro. Y por eso persisitió, hasta que finalmente, Hashem le dijo: “Si los hombres vienen a convocarte, levántate y ve con ellos” (Números 22:20). Ahora bien: ¿cómo es posible que Hashem cambiara de opinión? Lo que en realidad ocurre es que el poder de la voluntad es tan grande que es capaz de cambiar la guía Divina en el mundo. Este es uno de los principios que Hashem implantó en el universo: “Por el camino que uno quiere ir, por ese camino se lo conduce”. Hashem, por así decirlo, “Se anula” ante cada persona y hace su voluntad, tanto positiva como negativamente. Ojalá usemos esto solamente para cosas buenas…

Bilam conocía este principio. Siendo así, ¿cómo fue que no logró maldecir al pueblo de Israel? La respuesta es que cuando este principio es a expensas de otra persona, entra en juego la Divina Providencia. Si alguien se merece ser perjudicado, entonces el malvado tendrá éxito en sus malos designios. Peor si la persona no se merece ser víctima de perjuicio, entonces la Providencia Divina se encarga de proteger a esa persona. En el caso de Bilam, la voluntad de Hashem de ayudar y proteger al pueblo judío fue lo que impidió que se hiciera realidad la voluntad de Bilam.

¿Por qué la Torá reveló este principio tan importante por medio de alguien tan impuro como el malvado Bilam? La Torá quería enseñarnos el tremendo poder de la voluntad. Bilam actuó conscientemente contra la voluntad de Hashem, que le había sido comunicada en forma explícita. Además, él actuó contrariamente a la lógica. Tal como cuenta la Guemará, los ministros de Balak le dijeron a Bilam: “¿Acaso un padre odia a su hijo?” (Sanhedrín 105ª). Y tercero, él actuó contra el propósito de todo el mundo, que es la continuada existencia y prosperidad del pueblo judío. No obstante, el poder de la voluntad es tan grande que fue llevado por el camino que deseaba. Este principio nos proporciona gran ímpetu y ayuda Divina para que tengamos éxito en salir del mal y alcanzar todo lo bueno de este mundo.

Cada persona tiene su propia prueba que enfrentar, su propia Mala Inclinación, sus propios deseos físicos. El servicio de cada persona consiste en aplicar el trabajo de la voluntad a ese deseo específico que lo domina con tanta fuerza y que lo ataca con tanta ferocidad. Esto podrá parecer injusto, pero debes saber que cada prueba que se te presenta ha sido creada con la máxima precisión de acuerdo con tu misión en este mundo y con todo lo que necesitas rectificar en esta reencarnación y en reencarnaciones anteriores. Lo que Hashem quiere de ti es que te dediques al trabajo de la voluntad para que puedas superar este deseo físico que te ataca día tras día, no importan cuánto tardes, hasta que lo anules por completo.

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1. Guillermo Gruzzi

1/28/2025

Shalom, Shalom, estoy muy agradecido por esta enseñanza, porque me motiva a seguir buscando lo bueno y lo correcto Baruj Hashem

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