O lágrimas o miedos

Solamente Hashem decide qué camino tu hijo va a tomar. La influencia pesada de las amistades tal vez modifique el camino que quieres para él.

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David Perlow

Posteado en 14.03.21

¿Te gustaría ver una mejora en tu hijo adolescente? Empieza a rezar por él! Solamente Hashem decide qué camino tu hijo va a tomar. La influencia pesada de las amistades tal vez modifique el camino que quieres para él. Para asegurarte de que siga por el mejor camino posible, tú, como padre o madre, tienes que rezar a diario por tu hijo.

 

No hay nada que pueda protegerlo cien por ciento de las malas influencias. Incluso en los mejores colegios ha habido incidentes de jóvenes que abandonaron la buena senda. Nadie está seguro. Pero si uno reza por sus hijos, entonces está haciendo lo máximo que puede hacer para asegurar el éxito de estos.

 

La plegaria a veces es muy difícil, igual que un ejercicio físico. Si es algo que no estás acostumbrado a hacer, vas a ver que al principio duele y te lleva mucho tiempo. Además tampoco ves los resultados de manera inmediata. Pero si eres perseverante y constante vas a ver los frutos de tus esfuerzos. Aguanta y no te des por vencido tan rápido. Todos los padres tienen que hacer eso, no solamente los que tienen hijos con problemas.

 

Ya es bastante difícil con lograr que los hijos se críen normales, y mucho más si quieres que aprendan emuná. Cada padre quiere que sus hijos vean lo mejor en cada situación, pero para eso tienen que rezar. Hashem quiere que demos las gracias por lo que tenemos.

 

Nunca es demasiado tarde para empezar a rezar. Dice el Rabino Shalom Arush que aquellos padres que saben rezar en el momento indicado (o sea, cuando las cosas van bien), se ahorran muchas lágrimas más adelante.

 

Todos sabemos lo vulnerables que son los jóvenes. Durante varias horas al día no sabemos lo que hacen nuestros hijos. Todo el día, después de las actividades escolares, el Shabat a la noche, etc, puede haber zonas peligrosas en las que pierdes el contacto con ellos. No dejas que eso sucede. Reza para que sigan la Torá y que amen la plegaria. Reza para que conozcan la diferencia entre el bien y el mal en cada situación. Reza para que no tengan malas influencias. Reza para que se conecten contigo más que con sus amigos.

 

Hace algunos meses, sentí que mi hijo y yo no estábamos conectados. Las largas horas de estudio en la escuela y el trabajo desafiaron nuestra relación. Tuve una idea: traje una foto de mi hijo de cuando tenía un mes a la sinagoga. Antes de empezar la Amidá puse la foto en mi sidur. Para despertar mis emociones, miré la foto y al ver lo pequeñito que era y pensar por todo lo que había pasado en tres años, eso me llevó a rezar con lágrimas en los ojos.

 

¿Qué te parece mañana poner en el sidur algunas fotos de tus hijos de cuando eran bebés? Trata de sentir esos momentos de nuevo, como si el bebé estuviera ahí a tu lado. Reza con emoción. Trae pañuelos de papel y un diario para anotar tus sentimientos!

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1. Nancy

9/08/2019

Nada puede librar a tus hijos del mal proceder o compañias inadecuadas, HaShem si puede por eso necesitamos hablar cotidianamente con El…

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