Primero la gratitud

¿Acaso Hashem realmente necesita nuestro agradecimiento?

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Dennis Rosen

Posteado en 14.03.21

En la plegaria Nishmat que decimos el Shabat a la mañana, decimos que incluso si hiciéramos un esfuerzo sobrehumano para agradecerle a Hashem, eso sería insuficiente para demostrar gratitud por la infinidad de bondades y favores que Él hace con nosotros e hizo con nuestros antepasados. En esa misma plegaria, se nos dice que tenemos el deber de agradecerle a Hashem. Pero ¿acaso Hashem realmente necesita nuestro agradecimiento?

 

La respuesta es que nosotros somos los que nos beneficiamos de las expresiones de gratitud. Cuando damos las gracias con sinceridad, nos estamos “inmunizando” de las dos toxinas espirituales más potentes: la sensación de que nos merecemos todo y el espíritu de arrogancia en el que pensamos que todos nuestros logros se deben a nuestro propio poderío. Rabí Najman nos dice que cuanto más Le damos las gracias a Hashem, más razones Él nos dará para estar agradecidos. ¿Cómo es que el Rebe nos da este cheque espiritual en blanco con tanta confianza?

 

Aquellos de nosotros que somos padres escuchamos las quejas constantes de nuestros hijos. Sentimos que realmente les queremos dar lo que ellos nos piden. No obstante, no aprobamos el mal comportamiento ni les damos aquello que les resulta perjudicial. Entonces con cuánta más razón Hashem, que es nuestro Padre compasivo, quiere darnos todo lo mejor! Él sabe que puede darnos más bendiciones sin por eso “consentirnos” o dañar nuestras almas. Las sinceras expresiones de gratitud crean vasijas con las que podemos recibir el éxito y la abundancia sin que todo eso nos haga sentir arrogancia o nos infle el ego.

 

¿Cómo podemos incorporar estos conceptos a la vida diaria?

 

Cada día lo empezamos con una declaración de agradecimiento: el Modé Aní, cuando Le damos las gracias a Hashem por restaurarnos el alma. Cada día renacemos de nuevo y por eso celebro cada día y lo acepto como el maravilloso regalo que es.

 

En nuestras plegarias personales lo mejor es comenzar con una expresión de agradecimiento. Debemos dar gracias en forma detallada por cada una de las bondades que Hashem hizo o hace con nosotros. Y cuando Le pedimos perdón a Hashem, podemos hacerlo con confianza cuando tomamos conciencia de Su increíble bondad y compasión. Sabemos dentro del corazón que Hashem nos ama y que realmente quiere perdonarnos. Y cuando nos damos cuenta de lo mucho que Hashem hace por nosotros y lo mucho que nos ama, tomamos la firme decisión de no desilusionarlo ni causarle dolor. Eso es lo que se llama “arrepentimiento por amor”, teshuvá por amor, y es capaz de transformar los pecados en méritos. Este es uno de los conceptos más poderosos y más inspiradores en el judaísmo.

 

Cuando empezamos nuestras plegarias con expresiones de gratitud, nuestros pedidos no suenan a quejas. Hashem dice: “Veo que la principal prioridad de esta persona es darme las gracias por sus bendiciones. Veo cuántas necesidades tiene todavía y cuánto sufre. Ahora realmente voy a darle algo por lo cual darme las gracias!”.

 

Ojalá siempre tengamos presente que nuestros logros y nuestras posesiones son producto de la bondad de Hashem. Hagamos de la gratitud la principal faceta de nuestra vida cotidiana. Y entonces Él abrirá las puertas de la abundancia y nos enviará bendiciones y salvaciones a nosotros, a todo Israel y al mundo entero! Amén!

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