Nos vamos de VACACIONES!!

Playas paradisíacas, rutas de senderismo cubiertas de naturaleza salvaje, selva exuberante, construcciones arquitectónicas imposiblemente bellas… ¿ya decidieron donde van a pasar sus vacaciones?

En Israel se acerca la temporada de vacaciones, los niños ya terminaron o están terminando el curso escolar y todos se afanan en aprovechar las vacaciones antes y después de las tres semanas. Planes para viajar al extranjero o para visitar las mil y una maravillas que ofrece la Tierra Prometida en todos los planes asequibles y cómodos para viajar con o sin niños pequeños. ¿Prefieren playa o montaña? Hay planes para todos los gustos y edades.

Después de un curso estresante o de un año de trabajo ininterrumpido no viene mal salir de vez en cuando de la rutina y hacer algo diferente. Se supone que uno vuelve con las pilas recargadas y que después de un descanso todo se ve mejor aunque la realidad es que la vuelta a la rutina se hace un poco cuesta arriba.

Al igual que los precios y la disponibilidad de cupo en los hoteles y resorts, el judío observante tiene que tener también en cuenta que la planificación de sus vacaciones va estrechamente ligada a las fechas del calendario judío en el que nos encontramos. Algunos se preguntarán a qué semanas me estoy refiriendo. Lo que se denomina en hebreo bein hametzarim es un periodo que va desde el 17 de Tamuz hasta el 9 de Av y suele coincidir con los meses de julio-agosto. En este tiempo rige una energía más estricta que en el resto del año por ser el periodo en el que se enmarca la destrucción del Templo. Por tanto, no se hacen celebraciones ni se hacen manifestaciones públicas de alegrías y, por supuesto, no se va de vacaciones.

El compromiso del pueblo judío con la Torá no se ciñe exclusivamente a los preceptos que hay que cumplir y a las bendiciones que hay que hacer sino que va más allá. Los tiempos deben ser respetados y hay un momento para todo en esta vida. Si estamos en un periodo de duelo no vamos a hacer una fiesta, ya que no es apropiado. Y mucho menos nos vamos de vacaciones. ¡Hasta ese punto es importante la observancia del judaísmo! No importa que los billetes de avión estén más baratos o que los hoteles tengan ofertas especiales. Incluso intentamos no comprar ni estrenar ropa nueva a no ser que sea bajo circunstancias muy especiales durante estas tres semanas.

Aún hoy en día seguimos lamentando la pérdida del Sagrado Templo, que sea reconstruido muy pronto en nuestros días. Este recuerdo está presente en cada celebración de una boda al romper el vaso, por ejemplo. Día a día hacemos lo mejor de nuestra parte para que el Templo sea reconstruido, aunque hay un tiempo especial en el año donde lloramos su pérdida e imploramos a HaShem que sea reconstruido. Este periodo es doloroso y cada año esperamos que sea el último que tengamos que lamentar vivir sin su reconstrucción. Por estos motivos, destinamos estas semanas a reflexionar sobre los hechos acontecidos, ayunamos para recordar ese dolor y nos abstenemos de muchas cosas. De esta forma, los tiempos importantes de nuestra historia siguen siendo recordados y conmemorados en la manera en la que corresponde. ¡Que este año sea ya el último o que no tengamos que ayunar siquiera porque ya se haya reconstruido el Templo!

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