
“Y los bendecirás”
¿Quién no quiere ser bendecido? ¡Todos queremos recibir bendiciones!

¿Quién no quiere ser bendecido? Todos queremos recibir bendiciones de tzadikim (justos); y no sólo de tzadikim – también de padres y abuelos, sabios en Torá, personas mayores que van a rezar a las tumbas de los justos. “Nunca desprecies la bendición de una persona sencilla”.Por eso, el pedido más común que recibe un rabino todos los días es que dé una bendición. Pero esto no es algo que sólo se les pida a los rabinos; también a muchos judíos simples se les acercan sus familiares o conocidos para que los bendigan. Y cada padre judío bendice a sus hijos constantemente.
Cuando te piden una bendición, ¿qué bendición eliges dar? Toda persona que bendice se pregunta qué contenido debe tener esa bendición: ¿salud, alegría, emuná (fe) completa? ¿Abundancia tanto material como espiritual?
Todo eso es importante. Pero si tienes que dar una sola bendición breve, querés que sea una que lo abarque todo, que sea fuerte, verdadera y significativa; una que pueda influir en todas las áreas de la vida. Entonces, ¿qué bendición das? ¿Qué es lo más importante para ti?
Si te cuesta decidir, lo más simple es aprender del mismísimo Hashem, bendito sea: ¿con qué bendición Él nos bendice? Porque “A Hashem Le agrada bendecir a Israel”, y podemos estar seguros de que Él nos bendice con lo más importante, lo más fuerte, lo más valioso y lo más influyente. ¿Cuál es esa bendición?
Todo en una sola bendición
Esa bendición es: ¡shalom! (paz).
“No encontró el Santo, Bendito sea, un recipiente mejor para contener la bendición que la paz”. Porque la paz es la bendición de la cual dependen todas las demás. Por eso, la última bendición del rezo de la Amidá, la que concluye y resume todas nuestras bendiciones, es “Sim shalom” – “Establece la paz”.
Y por eso, nuestros Sabios, con su ruaj hakodesh (espíritu santo), formularon así esta bendición de Sim shalom: “y que sea bueno ante Tus ojos bendecirnos a nosotros y a todo Tu pueblo Israel con mucha fuerza y con paz”. ¿Qué es lo que es bueno ante los ojos de Hashem? Bendecir al pueblo judío con paz; que tengamos paz.
Por eso, las palabras “Oseh shalom… Él que hace la paz…” concluyen cada tefilá (rezo), cada kadish y cada birkat hamazon (bendición después de las comidas); y también en nuestra parashá, la última bendición de la Birkat Cohanim (bendición sacerdotal) es: “Que Hashem… te conceda paz”. También aprendemos que Hashem está dispuesto a que se borre Su nombre por el bien de la paz.
Y la paz principal de la que hablamos empieza ¡en casa! Si tienes paz con todos tus amigos, vecinos y familia extendida, pero en tu propio hogar no hay paz – entonces esa “paz” no vale nada. Y ciertamente no vas a experimentar felicidad ni bendición en ese estado. Toda bendición comienza con la paz en el hogar, como enseñan nuestros Sabios: el marido siempre debe honrar a su esposa, porque la bendición no reside en el hogar del hombre sino por causa de su esposa. Y también advirtieron: “Honra a tu esposa para que te hagas rico”.
¿Y qué pasa con la educación de los hijos? No hay nada más dañino para la educación y salud emocional de los hijos que la falta de shlom bait (paz conyugal); y no hay nada mejor que fortalezca más su crecimiento que la paz entre sus padres.
¿Dónde está la plegaria?
Lo más grande e importante del mundo es el shlom bait (la paz en el hogar). Y como los Hombres de la Gran Asamblea (Anshei Kneset HaGedolá) incluyeron en la Amidá todos los pedidos y necesidades de la vida, me pregunté: ¿por qué no hay una plegaria explícita por shlom bait en la Amidá?
No hay nada que necesite tanto de la plegaria como el shlom bait, porque no es algo natural. Cada esposo y esposa son opuestos, y toda paz consiste en unir dos opuestos – lo cual va contra la naturaleza. Y el Zóhar HaKadosh dice sobre el versículo “Oseh shalom bimromav…” – “Aquel que hace la paz en las alturas” – que así como Hashem hace la paz en el cielo entre los ángeles de fuego y los ángeles de agua – o sea, alterando las leyes de la naturaleza – así también Él hará la paz entre nosotros. Porque la paz entre esposo y esposa, y la paz entre los miembros del pueblo de Israel, es un cambio en las leyes naturales.
Y sólo la plegaria puede cambiar la naturaleza, como escribe Rabenu en varios lugares. Por eso, no puede haber shlom bait verdadero sin mucha plegaria. Entonces, ¿por qué no hay una plegaria explícita para eso en la Amidá?
Y más aún en nuestra generación, donde la necesidad es aún mayor. También vemos la plaga del divorcio, y las enormes dificultades para encontrar pareja. Es una epidemia, incluso entre parejas que ya vivían juntas durante años. Y en general, aunque alguien sienta que tiene shlom bait y que todo anda bien en su casa – si reza con más intención verá que su paz en el hogar mejora muchísimo. Realmente no hay límite al nivel que puede alcanzar el shlom bait – la alegría, el amor, la Shejiná (Presencia Divina) y la bendición que pueden llegar a ti, a tu familia, y a todo el pueblo de Israel. Entonces, ¿por qué no hay una plegaria dedicada a eso en la Amidá?
¡Está justo ahí!
Hashem me abrió los ojos y noté algo llamativo en la redacción de “Sim shalom” que escribieron los Anshei Kneset HaGedolá: en esa bendición aparece la frase “sobre nosotros y sobre todo Tu pueblo Israel”. ¡Esa frase aparece sólo aquí! En todo el rezo pedimos paz para todo el pueblo judío, pero ¿por qué aquí se dice “sobre nosotros” y además “sobre todo Israel”? ¿Por qué la repetición? Y lo vemos otra vez al final de la bendición: “Y que sea bueno ante Tus ojos bendecirnos a nosotros y a todo Tu pueblo Israel”. ¿Qué significa eso?
Debe ser que el enfoque principal de la plegaria de Sim shalom es, en primer lugar, el shlom bait. Esa es la interpretación más simple de “sobre nosotros”, “bendecirnos a nosotros” – se refiere a mí y a mi esposo/esposa – y sólo después se menciona la paz para todo Israel. El sentido común nos dice que toda paz comienza en casa, como explicamos antes. Por eso, en la hermosa plegaria de “Oseh shalom”, que habla toda sobre la paz – también decimos “sobre nosotros y sobre todo Israel”, porque en toda plegaria por la paz, estamos rezando ante todo por la paz en el hogar.
Mucha gente tiene problemas con el shlom bait. Quieren hacer algo al respecto pero les da pereza – no tienen tiempo, ni energía, ni dinero para un consejero o terapeuta. No tienen media hora al día para hacer hitbodedut (diálogo personal con Hashem) sobre el shlom bait, como deberían. Pero ¿y si al menos se concentraran en la plegaria de Sim shalom – ni eso?
Dices Sim shalom al menos tres veces al día de todas formas, y además Oseh shalom unas cuantas veces más. Entonces, en lugar de decir las palabras de forma mecánica y sin pensar, dedica unos segundos más para tener en mente las kavanot (intenciones) que traemos del sidur. Haz una pequeña inversión unas pocas veces al día y piensa en tu propia paz en el hogar, y en la de todo Israel – ¡solo eso ya va a traer mejoras visibles! ¡Es maravilloso!
Un poco ya hace mucho
Por supuesto, uno debería rezar todas las plegarias con intención (kavaná). Pero si eso te resulta difícil, al menos concéntrate en los lugares más cruciales: en la primera bendición de la Amidá – Avot – que es la bendición principal según la halajá, y también en aquellas bendiciones y plegarias que tocan los aspectos más importantes y significativos de tu vida, aquellos de los que dependen toda tu felicidad, toda la bendición, toda la Shejiná (Presencia Divina), todo tu éxito y el de tus hijos, y el de todo Am Israel.
En el comentario que Hashem me dio el mérito de escribir sobre el sidur, Lev Shalom, traje muchas explicaciones sobre la bendición de Jonen HaDaat (el que concede entendimiento), en las que uno puede enfocarse. Entre ellas, se debe tener la intención de rezar por el shlom bait también. Porque daat (entendimiento) es paz, como escribe Rabenu, que daat une todos los opuestos. Rabenu dice esto solamente sobre dos cosas: daat y shalom. Por eso, la bendición de daat es nuestro primer pedido, y la de shalom es el último en la Amidá: el final está enraizado en el principio.
Pero la bendición principal para el shlom bait es la de Sim Shalom, como mencionamos, que detalla todos los aspectos de la paz en el hogar. Al decir esta bendición, uno debe tener en mente lo siguiente:
Sim shalom [Coloca paz entre mí y mi esposa/esposo, que tengamos la cualidad perfecta de paz y vivamos en armonía uno con el otro],
tová [que hagamos el bien uno al otro],
uvrajá [que nos bendigamos mutuamente],
jaim [que vivamos con confianza el uno en el otro],
jen [que hallemos gracia el uno ante los ojos del otro],
jesed [que realicemos actos de bondad uno con el otro],
verajamim [que actuemos con compasión entre nosotros],
alenu [sobre mí y sobre mi esposa/esposo],
ve’al kol Israel ameja [sobre todo Israel, Tu pueblo – entre esposos y esposas, entre cada persona y su prójimo. Que todos vivan en paz, hagan el bien, se bendigan mutuamente, vivan con fe, hagan jesed y se traten con misericordia].
Queridos hermanos, sin plegaria no puede haber shlom bait verdadero. Y “si no hay paz, no hay nada”, y “la paz equivale a todo lo demás”. Incluso si en tu hogar todo parece estar bien, ¡reza antes de que surjan problemas! Sé sabio y aprovecha estos momentos preciosos en los que estás rezando para pedir por la mayor brajá (bendición) y hatzlajá (éxito) de tu vida.
6/04/2025
BARU HaSHEM POR LAS ENSENANSA,MUY GRACIAS RABINO SHALOM ARUSH,FALEMINDERIT BRESLEV.