
Vamos a trabajar
Me quedo sin palabras. No me da para más. No tengo nada nuevo que decir y me aburro. ¿Cómo puedo hacer lo mismo durante media hora, y no un solo día, sino todos los días?”.

Mucha gente me dice que le resulta difícil rezar detenidamente por un solo tema. Me dicen: “Yo entiendo el concepto y quiero rezar para eliminar un cierto defecto. Pido ayuda un minuto, o cinco minutos. Y listo. Me quedo sin palabras. No me da para más. No tengo nada nuevo que decir y me aburro. ¿Cómo puedo hacer lo mismo durante media hora, y no un solo día, sino todos los días?”.
El mismo Rabí Najman responde a esto (Likutey Moharán I 96):
Dijo Rabí Najman, con respecto a la hitbodedut, que él se daba aliento a sí mismo en gran medida para ser constante en la práctica de la hitbodedut, de hablar con Hashem, todos los días. Él dijo que incluso cuando la persona directamente no puede hablar, si solamente puede decir una sola frase, eso también es muy bueno. Dijo que si uno solamente es capaz de decir una sola frase, debe ser tenaz y repetir esa misma frase una y otra vez, sin cesar. Incluso si pasa varios días diciendo la misma frase, eso también es muy bueno. Debe ser fuerte y firme y decir esa misma frase sin cesar hasta que Hashem, Bendito Sea, le tenga compasión y le abra la boca, y entonces podrá hablar.

Rabí Najman dice que incluso si la persona solamente puede decir una sola frase, eso puede alcanzarle para uno o dos minutos o cinco minutos. De hecho, lo que hay que hacer es repetir esa frase todo el tiempo hasta que pase media hora. No importa si te estás repitiendo. Lo principal es que estás construyendo vasijas. Cada palabra que dices es otra vasija más. Cada persona que realiza el trabajo de la voluntad media hora cada día se repite todo el tiempo. Después de todo, ¿quién puede hablar media hora sin parar sobre un mismo tema sin repetirse? Eso es exactamente de lo que consiste este trabajo: de construir vasijas, de rezar una vez y otra vez y otra vez más, hasta que nos salvamos del problema que teníamos. Esa es la única manera de hacer este trabajo durante media hora. Yo mismo he repetido las mismas palabras durante horas durante varios años. Cada día repito las mismas palabras tres veces cuando recito el rezo de Shemona Esré o Amidá. ¡El trabajo no consiste en producir palabras nuevas sino en decir estas mismas palabras con voluntad renovada!
Si no puedes repetir las mismas palabras una y otra vez, eso está demostrando que te falta fuerza de voluntad. Por eso, reza y pídele a Hashem que te dé fuerza de voluntad: “Amo del universo, apiádate de mí. Veo que estoy repitiendo el mismo pecado todos los días y que caigo presa de las mismas pasiones físicas todos los días. ¿Qué será de mí al final? ¿A quién puedo dirigirme sino a Ti? Lo único que puedo hacer es quedarme aquí de pie y rezar ante Ti con obstinación. Creador del universo, ayúdame a pararme media hora y rogarte. Ayúdame a repetir las mismas palabras sin que pierdan su frescura. Ayúdame a rezarte para que me das la fuerza de superar mi Mala Inclinación. Ayúdame a construir más y más vasijas, a rezar mucho, hasta que logre anular mi naturaleza y mis pasiones físicas…”. Repite estas palabras una y otra vez. En términos prácticos, este es el trabajo de la voluntad.
Escribe tu opinión!
Gracias por tu respuesta
El comentario será publicado tras su aprobación