Soluciones reales a tus problemas

El Sr. A toma remedios que le prescribió el doctor para tratar su depresión y su ansiedad y al final termina con todo un montón de otros problemas

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Rivka Levi

Posteado en 15.03.21

 

La mejor manera de crecer espiritualmente es hablando con Dios a diario.

 

Yo sé que eso es un gran compromiso… pero ¿sabes qué? Si no haces entrar a Dios en la escena, entonces por mucho que hagas, no va a funcionar. Sí, ya sé que a veces nos parece que las otras herramientas para enfrentar la ansiedad, la depresión, la ira y las enfermedades físicas sí funcionan, pero si te fijas bien de cerca, vas a ver que no es cierto.

 

Unos cuantos ejemplos:

 

El Sr. A toma remedios que le prescribió el doctor para tratar su depresión y su ansiedad y al final termina con todo un montón de otros problemas, incluyendo pérdida de líbido, aumento de peso, e insomnio. Y eso es porque todos esos remedios que le prescribieron influyen negativamente en su bioquímica. El problema no se solucionó realmente sino que solamente empeoró.

 

La Sra. B va a terapia para tratar su problema de ira crónica. Ella está segura de que su terrible jefe es el desencadenante de sus ataques de ira y se pasa meses e incluso años tratando de solucionar este problema con su terapeuta. Al final ella logra llevarse bien con su jefe, pero ahora son sus hijos los que la vuelven loca.

 

Esto se aplica a todas las artes curativas, desde las intervenciones quirúrgicas hasta la acupuntura, pasando por la medicina de energía y todo lo que hay en el medio. O bien la solución no funciona o bien no funciona tan bien o bien el “problema” surge en otro ámbito de la vida.

 

Y sabes por qué? Porque mientras Dios no esté en escena, uno se queda solamente en los síntomas, sin llegar a la dimensión interna. Si uno no trató la causa raíz de por qué Hashem le envió este problema y qué es lo que Él espera que uno aprenda de él, entonces cuando uno logre resolver ese problema, Hashem le va a enviar otra “llamada de atención”, y cada vez las llamadas de atención de vuelven más fuertes y más difíciles, hasta que uno ya no puede ignorar que es Hashem el que está detrás de todo. Entonces uno decide finalmente cortar con el ciclo y con su raíz.

 

La verdadera causa raíz de todos tus problemas es espiritual. Dios te está trayendo dificultades para que cambies algo en ti mismo y en tu vida. Y cuando realmente empieces a vivir la realidad de que Dios está detrás de cada detalle de tu vida, desde el más pequeño hasta el más grande, ahí es cuando verdaderamente vas a empezar a encontrar curas permanentes y eficaces para todos tus problemas emocionales y físicos.

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