Las zonas azules

En el mundo existen varios lugares en los que la expectativa de vida es de 100 años y más aún. Estas zonas se denominan “zonas azules”...

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Edna Kadosh

Posteado en 15.03.21

 

Se dice que cuando todos los caballos que tiran de la carreta galopan en una misma dirección, la fuerza de cada caballo individual aumenta gracias al esfuerzo aunado. Pero cuando cada caballo tira en otra dirección distinta, la fuerza de los caballos disminuye.

En el mundo existen varios lugares en los que la expectativa de vida es de 100 años y más aún. Estas zonas se denominan “zonas azules” (blue zones). Se trata de la isla italiana de Sardinia, la zona de Okinawa en Japón, la Loma Linda en California, la Península de Nicoya, en Costa Rica, y la isla aislada de Ikaria en Grecia.

Las personas que viven en estas zonas tienen una tasa menor de enfermedades que en los países más desarrollados y gozan de más años de vida. Tras muchas investigaciones y muchos estudios científicos, se descubrió cuál es el factor en común en todas estas zonas: varias costumbres que contribuyen a la longevidad. Presten mucha atención:

 

Familia – en las zonas azules la familia tiene precedencia. Allí la gente invierte tiempo y fuerzas en sus lazos familiares.

 

Vida comunitaria – personas de todas las edades participan en la vida comunitaria, donando y contribuyendo. En la comunidad se honra a los ancianos y hay encuentros con los vecinos, horas de descanso y actividades placenteras y además hay ayuda a los miembros de la comunidad, encuentros musicales. ¡No existe la soledad!

 

No al tabaco – Estos centenarios no fuman ni fumaron toda su vida.

 

Dieta basada en verduras – la mayor parte de la dieta se basa en vegetales, frutas, verduras, cereales, leguminosas. Pero no son “naturistas” y sí consumen carne y lácteos. Parte de las comunidades consumen productos de soja y beben alcohol en forma moderada. No se presta atención a la separación de alimentos. No consumen alimentos procesados y preparan la comida en casa, o sea que no tienen ingredientes industriales y tóxicos. Muchos de ellos cultivan sus propias hortalizas y beben tés de todo tipo de plantas. Muchas veces hay huertas colectivas.

 

 

Aislamiento cultural – las personas que viven en las zonas azules no se someten a las influencias de culturas foráneas que causan estrés, aplicaciones, modas, etc.

 

Horas de sueño – en estas zonas, la gente duerme en medida suficiente y también duermen la siesta. Y no hay estrés.

 

Trabajo – el trabajo implica actividad física. Hay grupos organizados para hacer caminatas. Los niños van a pie al colegio todos juntos. Hay pistas para bicicletas y se da énfasis a la actividad física.

 

Emuná – cada miembro de la comunidad tiene emuná; tiene un objetivo y un desafío en la vida.

 

Potenciación de la mujer – de manera natural, las mujeres tienen actividades y se las valora como tales.

 

De esto podemos aprender algo – cada persona puede crear en su propia vida momentos en los que puede vivir como la gente de las zonas azules, momentos en los que baja de velocidad y se desconecta de la tecnología, las aplicaciones, las marcas de moda, etc y se conecta con la familia, con la naturaleza, con los amigos, con Hashem y consigo mismo; momentos dedicados a la actividad física y a una dieta sana y nutritiva.

 

Cuando todas las fuerzas dentro de nosotros apuntan en la misma dirección, la fuerza aumenta y se multiplica.

 

Qué oportunidad tan maravillosa de construir “zonas azules” dentro de nosotros mismos!

 

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