La plegaria sí funciona!

Hoy quiero enseñarte a rezar por tu salud física y mental de una manera que cuenta con el aval de investigaciones científicas.

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Rivka Levi

Posteado en 15.03.21

Hoy quiero enseñarte a rezar por tu salud física y mental de una manera que cuenta con el aval de investigaciones científicas.

 

Con el paso de las décadas, se llevaron a cabo un número de experimentos científicos a fin de evaluar los efectos terapéuticos de la plegaria (Healing Words, de Larry Doseey, MD, que cita una cantidad de tales experimentos).

 

En el primer experimento, investigadores del laboratorio de investigaciones de Spindrift, Oregon, USA, utilizaron un enjuague de alcohol para matar a medias un cultivo de moho que estaban cultivando. Luego colocaron un piolín justo en la mitad del plato de cultivo y les pidieron a la mitad de los voluntarios que rezaran de una manera “dirigida” para que el lado A del cultivo (o sea, pidiendo un resultado específico) y a los otros voluntarios les pidieron que rezaran de manera “no dirigida” para que el lado B (simplemente pidiendo el resultado que fuera mejor, sin especificar).

 

Del lado A no pasó casi nada, pero del lado B empezó a multiplicarse muy rápidamente.

 

En la repetición de los experimentos, los investigadores de Spindrift descubrieron que “la plegaria funciona, y ambos métodos resultan efectivos. Pero la técnica no dirigida resultó ser cuantitativamente más efectiva, con frecuencia dando resultados el doble de grandes”.

 

Recuerden este experimento. A continuación, explicaré su relevancia en tu vida y tus problemas, pero antes permíteme contarte acerca de un segundo experimento, esta vez conducido en la Universidad de Redlands en el año 1951.

 

Un grupo de 45 voluntarios con una cantidad de problemas físicos y mentales fueron divididos en tres grupos de 15 personas cada uno. El primero se llamó “Solamente terapia”, el segundo “Solamente plegaria” y el tercero “Grupo de Terapia y Plegaria”.

 

En el primer grupo, nadie mencionó ni la plegaria ni la religión, sino únicamente la psicoterapia pura y simple, tal como era el deseo de los miembros de este grupo.

 

En el segundo grupo, nadie mencionó la terapia. Se trataba de un grupo de “verdaderos creyentes”, que ya pensaban que sabían cómo rezar y que la plegaria era lo único que necesitaban para reponerse. Este grupo pasó cada noche durante nueve meses rezando para que Dios los curara de sus enfermedades específicas.

 

El último grupo combinó sesiones de plegaria semanales de dos horas cada una con tests psicológicos. Cada semana, los participantes de este grupo recibían un sobre que hacía mención de algún aspecto negativo de su personalidad que los terapeutas habían identificado, y les decían que rezaran pidiendo ayudando para eliminarlo.

 

Al cabo de nueve meses, los resultados del experimento fueron los siguientes:

 

  1. “Solamente terapia”: 65% de mejora
  2. “Solamente plegaria”: nada de mejora
  3. “Grupo de Terapia de Plegaria”: 72% de mejora

 

Estos resultados fueron obviamente una gran sorpresa y hasta molestaron a muchas personas “religiosas” de aquella época, pero cuando termines de leer esta serie, tú también vas a entender que tienen mucho sentido.

 

Lo primero que debes recordar es que no puedes forzar a Dios a que te dé exactamente lo que tú quieres. Es por eso que la plegaria no dirigida (o sea, cuando rezas por tu bienestar general, a diferencia de un resultado específico) es mucho más efectiva que pedir algo concreto).

 

Lo segundo que tenemos que recordar es que Dios solamente te envía enfermedades como una llamada de atención, para que hagas algún cambio o alguna mejora en ti mismo, en tu vida, en tus relaciones o en tus creencias.

 

Los grupos 1 y 3 estaban trabajando en forma activa sobre sí mismos, si bien de manera diferente, y estaban haciendo cambios en respuesta a sus enfermedades o problemas. Dicho de otra manera: la gran mayoría de ellos logró captar el mensaje que Dios les estaba enviando a través de su enfermedad, de modo que la enfermedad ya no era necesaria.

 

Por el contrario, el grupo 2 no trabajó sobre nada específico ni aparentemente estaban dispuestos a cambiar nada. Por lo tanto, sus enfermedades y sus problemas siguieron igual que antes y al cabo de nueve meses no se registraron cambios ni mejoras.

 

Además, este grupo estaba rezando específicamente para que Dios les quitara su problema (o sea, plegaria “dirigida”) en vez de pedirle a Dios que hiciera lo que fuera mejor para ellos (o sea, plegaria “no dirigida”).

 

Ahora bien – ¿qué podemos aprender de estos experimentos para saber qué es lo que realmente funciona en lo que respecta a rezar por la salud y el bienestar propios? Resumámoslo:

 

  1. No Le pidas a Dios que “te quite” tu problema de salud específico (plegaria “dirigida”). En lugar de eso, pídele a Dios que haga lo que sea mejor para ti (plegaria “no dirigida”).
  2. Tienes que estar dispuesto a cambiar algo en ti mismo o en tu vida, porque la enfermedad solamente vino para darte un mensaje. Una vez que captas el mensaje y actúas en base a él, nueve de cada diez veces, la enfermedad física o emocional desaparecerá por sí misma.
  3. La plegaria sí funciona – y su tasa de éxito suele ser mucho mayor que las técnicas y los enfoques terapéuticos más convencionales.

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1. Rita Meléndez

1/13/2024

Cuántas veces al día y por cuánto tiempo debo de hacer la terapia. Estoy consciente de los cambios que debo realizar. Soy paciente de cancer y recibo Inmunoterapia. Leo y estudio la Tora y creo firmemente en El Eterno. Muchas gracias y bendiciones. No creo en casualidades sino en causalidades.

2. Florencia

1/29/2023

Quisiera hacer la terapia, me podría brindar información. Gracias.

3. Yosef Ben David.

10/29/2022

Es maravilloso el conocimiento bien dirigido. Toda rabah por compartir.

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