¿Quién quiere al Mashíaj? – 5ta Parte

No reces por el Mashíaj antes de leer esto - Conclusión

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 26.06.24

La alegría y el éxtasis reinaban en la ciudad de Sanz. No todos los días venía un invitado tan importante. Sanz estaba lleno de entusiastas jasidim y siervos de Hashem que también eran luminarias de la Torá. Rabí Yosef de Neustadt estaba de visita.

Rabí Yosef de Neustadt era hijo del famoso tzadik, autor del libro Maor vaShamesh, discípulo de Rabí Elimelej de Lizhensk, el autor de Noam Elimelej. Rabí Yosef estudió Torá principalmente con su padre y otros tzadikim de la generación, pero cuando aún era un niño fue con su padre al Jozé de Lublin, que fue el sucesor de Rabí Elimelej.

Cuando Rabí Yosele quiso describir a los jasidim de la ciudad de Sanz el alcance de la luz espiritual y la revelación de la Shejiná experimentada con el Jozé de Lublin, dijo así: Había cuatrocientos campesinos judíos que tenían Ruaj Hakodesh, o sea, estos judíos vivían en las aldeas de los no judíos, tenían tabernas y siempre estaban entre los no judíos más vulgares, y podemos dar por sentado que estos judíos no estaban en un nivel espiritual alto y a pesar de eso, gracias a su santo rabino, alcanzaron el nivel de Ruaj Hakodesh

El rabino Yosele quería demostrar el alto nivel del Jozé, que si él podía elevar incluso a los judíos más bajos y hacer que se aferraran a la luz de la verdad, y así elevarlos al nivel de Ruaj Hakodesh, cuánto más sus grandes discípulos y los eruditos de la Torá, su grupo sagrado, cuyo nivel es imposible de describir con palabras.

Uno de los jasidim en Sanz estaba desconcertado por lo que acababa de oír, y preguntó: “Si hubo una revelación de la Shejiná, y si estaban todos juntos -tantos tzadikim en una reunión tan santa- ¿por qué no hicieron algo para acelerar la llegada del Mashíaj?

El rabino Yosef de Neustadt no dudó ni un momento y sorprendió a todos los presentes con su respuesta:

“¡No sentíamos ninguna necesidad de hacerlo!”.

Todos los que oyeron esta respuesta se quedaron estupefactos. Rabí Yosele era un símbolo y un parangón de un jasid que está completamente inmerso en el temor a Hashem, y ardiendo con el fuego de la jasidut. Y no lo decía sólo en su propio nombre, sino que describía el sentimiento general que había en Lublin.

El Rebe de Sanz-Klausenburger, que escuchó esta historia de su padre, concluyó diciendo: “Este es un tema muy, muy profundo”. El Rebe de Sanz era un gaon (sabio), era diligente y profundizaba mucho en la Torá. Cuando dice que la cuestión “muy, muy profunda” – debemos prestarle atención.

Él explica que, por supuesto, lo que los tzadikim esperan de la venida del Mashíaj no son riquezas materiales ni honores, ni tampoco el fin de sus problemas, sino que lo único que desean es servir a Hashem en paz y tranquilidad. El problema con el galut (exilio) es que el yugo del exilio les impide a los judíos servir a Hashem.

Pero alrededor del Jozé de Lublin, donde la santidad iluminaba y brillaba como un sol a – todo el  que quisiera apegarse a Hashem, inmediatamente recibía la conexión más sublime, y nadie sentía ningún exilio ni ocultación del rostro, ni ninguna obstrucción. Por lo tanto, no sentían ninguna carencia en la ausencia del Mashíaj y no tenían necesidad de apresurar su venida.

Pero cabe preguntarse: ¿No rezaban por la venida del Mashíaj y por la Gueula (Redención)?

Él explica que por supuesto que rezaban, pero no por su propio beneficio, sino sólo por el honor de Hashem, para que Su nombre fuera exaltado y santificado.

Según esto, podemos explicar por qué no veían la necesidad de apresurar la venida del Mashíaj: Dado que todo su anhelo por el Mashíaj y la Gueula era por la revelación del honor de Hashem – y alrededor del Jozé el honor de Hashem era evidente y se sentía en el aire, y no había carencia en la revelación del honor de Hashem, por lo tanto no podían sentir lo que faltaba durante el Galut y al no tener al Mashíaj.

Dijo el Rebe de Klausenburg:

“Nosotros, el pueblo judío, no necesitamos la venida del Mashíaj para nosotros. Todo lo que se puede lograr durante Yemot HaMashíaj y la Gueula y en el Beit Mikdash (Templo), se puede lograr también en nuestros días, sin diferencia alguna, conectándose uno mismo con los tzadikim y dedicándose al verdadero servicio de Hashem. ¡Es por eso que no necesitamos al Mashíaj para nosotros en absoluto!

“Pero en el mundo y especialmente entre las naciones del mundo, hay un gran ocultamiento del honor de Hashem. Las naciones no conocen y no están familiarizadas con Hashem, y por supuesto están lejos de honrar a Hashem – y para eso se necesita al Mashíaj. Así que vemos que el Mashíaj no viene para nosotros, ¡sino para las naciones! Como está escrito: “Hasta que llegue Shiló, y suya será la asamblea de las naciones”. Para que todas las naciones reconozcan la grandeza de Hashem”.

Pero nosotros, los judíos, no necesitamos nada; no tenemos necesidad del Mashíaj, como dijo Rabí Yosef de Neustadt.

Y ahora, lo que dijo Rabí Natan, “Mi Mashíaj ya ha venido” – recibe una validación extra. Rabi Natan, que tuvo el privilegio de estar cerca de Rabí Najman, que supo impartirles ideas Divinas a la gente más simple, y, por supuesto a su discípulo, el tzadik, gaon y santo – ciertamente todos los dichos de Jazal se aplicaron a él; que alguien que tiene daat, es como si el Beit Hamikdash se construyera en sus días. Y ciertamente él experimentó el honor de Hashem y la realeza y la emuná de una manera completa y perfecta. Y, ciertamente, cualquiera que lo deseara podía apegarse a Hashem y lograr una tremenda elevación como en los días de la verdadera Gueula. Si era así, no tenían necesidad de un Mashíaj para sus propias necesidades, sino sólo para las necesidades del mundo.

Con estas palabras estamos completando y resumiendo esta maravillosa serie de artículos, que explican por qué “no debemos” rezar por el Mashíaj, o, más exactamente, cuáles son las introducciones necesarias que necesita alguien que quiere rezar por el Mashíaj – qué es el Mashíaj, qué significa, cuál es nuestra intención al rezar y por qué rezamos, y cuál es la manera adecuada de enfocar una plegaria por la venida del Mashíaj, que es lo que tanto esperamos.

No hay conclusión más adecuada para esto que las santas palabras del Rambam, con las que completa el Mishne Torá:

“Los Sabios y los profetas no anhelaban los tiempos del Mashíaj para tener dominio sobre el mundo entero, para gobernar sobre los gentiles, para ser exaltados por las naciones, o para comer, beber y celebrar. Más bien, deseaban ser libres para dedicarse a la Torá y a la sabiduría sin presiones ni molestias, a fin de merecer el mundo venidero…. En esa era no habrá ni hambre ni guerra, ni envidia ni competencia, porque el bien fluirá en abundancia y todos los deleites estarán libremente disponibles como el polvo. La ocupación del mundo entero será únicamente conocer a Dios.

Por lo tanto, los judíos serán grandes sabios y conocerán los asuntos ocultos, captando el conocimiento de su Creador de acuerdo con toda la extensión del potencial humano, como está escrito: ‘El mundo se llenará del conocimiento de Dios tal como las aguas cubren el lecho del océano’“.

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1. PAULIN NIKOLLI

6/28/2024

BARU HHHaSHem POR EATA ENSENANSA,A ORA ES IMPORTANTE QUE RESO POR MIS FAMILIARES?

2. Clara ines

6/28/2024

Shalom amados hermanos de Israel HASHEM los bendiga siempre, yo anhelo aprender y poder conocer a HASHEM
lo estoy buscando , pero comprendo muy poco todah rabah por tanto que ayudan mil bendiciones los quiero mucho

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