Sauna para el alma
Yom Kipur es un día muy trascendente, un día de introspección y examen del alma, un día en el que abrimos nuestros corazones y clamamos ante nuestro Creador.
Yom Kipur. No puedo evitar estremecerme. El tiempo pasó volando literalmente y yo aún me siento tan lejos. Las puertas de la oportunidad están ya a punto de cerrarse. Oh, Hashem, ayúdanos a retornar a Ti!
Esto es totalmente incongruente. Yom Kipur es un día muy trascendente, un día de introspección y examen del alma, un día en el que abrimos nuestros corazones y clamamos ante nuestro Creador. Pero, al mismo tiempo, Yom Kipur es un Yom Tov, o sea, una fiesta. En este gran día, ayunamos y nos arrepentimos, pero encendemos las velas de Yom Tov, nos vestimos en nuestro mejor Shabat y nos regocijamos en nuestra festividad. ¿Alguien me puede explicar qué es lo que está pasando aquí?
La siguiente parábola nos ayudará a comprender:
Todos los domingos a la mañana, Itzjak viajaba a la cantera del pueblo vecino, donde trabajaba desde el amanecer hasta el anochecer. Era un trabajo duro y agotador. Al final del día, se rezaba el rezo vespertino de Maariv, comía algo rápido y se tiraba a la cama a dormir.
Pero el viernes a la tarde, cuando terminaba de trabajar, Itzjak colocaba una olla enorme con agua sobre el fuego y la calentaba hasta que estaba casi hirviendo. Entonces daba un santo dentro del agua caliente y comenzaba a restregar la arena y la suciedad de su cuerpo, que se habían acumulado después de una semana entera. No era fácil, y la mayoría de las veces era terriblemente doloroso, pero se sentía tan bien de estar finalmente limpio que, a pesar de la incomodidad, Itzjak se ponía a cantar de la alegría.
* * *
Esa es la alegría de Yom Kipur. Con cada capa de arena y suciedad (el resentimiento, la ira, los celos, el orgullo, la arrogancia, etc.) que limpiamos con nuestras lágrimas y nuestro arrepentimiento sincero, sentimos una sensación de libertad recién descubierta, una limpieza, una cercanía a Hashem que es increíblemente estimulante. Y, al igual que el Itzjak de la parábola, ¡nos ponemos a cantar!
Dios quiera que este Yom Kipur quedemos relucientes de limpieza y seamos sellados en el Libro de la Vida con salud y bienestar para todos. Amén!
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