La vía rápida al perdón

Las personas que se estresan por Yom Kipur nunca han tenido el privilegio de aprender de qué se trata realmente Yom Kipur. Eso es comprensible

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 29.09.22

¡Qué vida tan dulce vivimos!

Las personas que se estresan por Yom Kipur nunca han tenido el privilegio de aprender de qué se trata realmente Yom Kipur. Eso es comprensible; nunca nadie les explicó el verdadero y simple significado de Yom Kipur. Con la ayuda de Hashem, vamos a corregir eso.

Imagínate que una persona acaba de ser juzgada y condenada por un juez y un jurado por una docena de cargos de los peores delitos imaginables. Ahora se enfrenta a la sentencia, que podría ser de 35 años a cadena perpetua, con minúsculas posibilidades de libertad condicional.

Durante su primer y deprimente día en la cárcel, donde comienza su nerviosa cuenta atrás de 10 días hasta el día de su sentencia, el carcelero convoca a nuestro “héroe” y le dice que el funcionario de rehabilitación de presos quiere hablar con él. Desconcertado, sin saber qué esperar y con las manos atadas, nuestro amigo sigue al carcelero hasta el despacho del funcionario de rehabilitación.

A diferencia de todos los demás funcionarios del sistema penitenciario, el funcionario de rehabilitación tenía una cara amable y una cálida sonrisa. Enseguida le indicó al carcelero que saliera de la habitación. Ahora, a solas con el preso, el funcionario de rehabilitación le ofreció a su “invitado” una taza de té caliente y unas galletas de avena caseras. Asombrado, el preso pensó que estaba soñando. ¿Esto es la cárcel? ¿Té con canela y galletas de avena? Quizá me estén engordando antes de matarme…

Al leer la mente del preso, el funcionario de rehabilitación le dijo: “No tengas miedo, bebe el té y disfruta de las galletas. Mientras tanto, tengo un trato para ti que no podrás rechazar”. Abrió el expediente del preso, que era casi tan grueso como la guía telefónica del área metropolitana de Nueva York, y repasó el infame pasado del preso.

“Si seguimos la ruta convencional, envejecerás entre estos muros de hormigón armado”, dijo el oficial de rehabilitación, mientras el preso escuchaba abatido. “Pero, junto a la ruta convencional, en la que hay pocas posibilidades de libertad condicional, hay una vía rápida para un indulto presidencial completo y total…”

El preso se sentó en su silla con los ojos muy abiertos. ¿Cómo podía ser? ¿Cómo podían borrarse de un plumazo 35 años de prisión perpetua?

“Verás -explicó el rehabilitador-, según tu perfil psiquiátrico, tú tienes un problema central que es la raíz de todos tus crímenes. Si logramos demostrarle al tribunal que has sido asesorado, tratado y completamente rehabilitado, entonces el indulto presidencial completo está garantizado.

“¿Quiere decir que puedo cambiar de la noche a la mañana?”

“No del todo”, dijo el oficial de rehabilitación. “Nadie cambia de la noche a la mañana. Pero, en cuanto reconozcas tu problema, admitas tu debilidad y tu defecto, y hagas todo lo posible por rectificar, el tribunal recomendará un indulto total. Serás un hombre libre, pero deberás comprometerte de todo corazón a ocuparte de los buenos propósitos y hacer del crimen algo del pasado. ¿Estás de acuerdo?”

* * *

¿Quién sería tan tonto como para no estar de acuerdo? ¿Acaso esta parábola te suena a algo del País de la Fantasía en Disneyworld? Pues no. No lo es en absoluto.

Rosh Hashana es el Día del Juicio para toda la creación. Algunas personas salen con juicios severos, con sus respectivos castigos planeando sobre sus cabezas como una espada afilada encima de la yugular, el Cielo no lo permita. Pero Hashem nos da un día en el que podemos ser totalmente perdonados, sin importar lo que hayamos hecho y el castigo en el que hayamos incurrido. Ese maravilloso día es Yom Kipur, el Día de la Expiación o Día del Perdón.

Como en la parábola anterior, Rabi Najman de Breslev explica que hay una causa raíz de todas nuestras transgresiones, y es el Pgam Habrit, o incumplimiento de la santidad personal. Pgam Habrit hace que la persona se vuelva loca, y una persona no peca – según la Guemará – a menos que un espíritu de locura se apodere desu alma. Por eso, Rabi Najman llama a la rectificación de nuestro “pacto”, que es la santidad personal, Tikun Haklali – el remedio general. Al corregir nuestra santidad personal, rectificamos todos nuestros pecados y somos perdonados por ellos completamente.

Para los hombres, el tikun habrit -santidad personal- implica cuidar los ojos, abstenerse de tener contacto con el sexo opuesto fuera del contexto del matrimonio y abstenerse de derramar semen fuera del contexto de las relaciones conyugales. Para las mujeres, la santidad personal implica el recato en la vestimenta y en el comportamiento y también abstenerse de tener contacto con cualquier hombre fuera del contexto del matrimonio.

Estos dos conceptos de Yom Kippur y Tikún HaBrit están estrechamente relacionados. Rabi Natan explica en Likutei Halajot que Iom Kipur es el aniversario de Tikún HaBrit, porque este fue el día en que Abraham tuvo su “brit”, y entró en un pacto sagrado con Hashem por medio de su circuncisión. Aunque “brit” significa literalmente “pacto” en hebreo, llamamos a la circuncisión “brit” (o bris en la pronunciación asquenazí), porque significa nuestro compromiso con el pacto de santidad personal con Hashem.

En Yom Kipur, se nos ordena abstenernos no sólo de comer, beber, usar zapatos de cuero y utilizar cremas y aceites en nuestro cuerpo, sino también de mantener relaciones matrimoniales. Esto simboliza el inicio de la santidad personal. Por eso también nos vestimos de blanco en Yom Kipur, explica Rabi Natan: para simbolizar nuestra santidad blanca igual que la de los ángeles.

La gente piensa que es imposible hacer teshuva genuina por cada transgresión que han cometido de cada uno de los 613 preceptos. Y quién sabe cómo son nuestros archivos criminales en los archivos celestiales. Sin embargo, tal como explica Rabi Natan, al hacer todo lo posible para mejorar nuestro Tikún HaBrit, nuestra santidad personal, logramos expiar la raíz de todos nuestros pecados y recibimos el perdón completo e incondicional de Hashem mismo. Un presidente de carne y hueso perdona, pero Hashem da grandes recompensas además del perdón. Esa es la vía rápida del perdón.