El Pequeño Najman #2
Un día, el pequeño Najman oyó que los Jasidím planeaban un viaje al gran Tzadik de aquella generación, Rabi Yaakov Yosef de Polnoi. Aunque era sólo un niño de cinco años...
Ilustraciones de: Rebeca Shapiro
Un día, el pequeño Najman oyó que los Jasidím planeaban un viaje al gran Tzadik de aquella generación, Rabi Yaakov Yosef de Polnoi. Aunque era sólo un niño de cinco años, el pequeño Najman ansiaba ver al Rabi Yaakov Yosef en persona.
"¡Por favor, por favor llévenme con ustedes!" suplicó el pequeño Najman a los Jasidím. "Quiero ver al gran Justo Rabi Yaakov Yosef muchísimo. ¡Les suplico que me lleven con ustedes!"
En esos días, hace más de doscientos años, un larguísimo viaje en carro y caballos no era sólo difícil, sino también peligroso. Los Jasidím dudaron que un pequeño niño pudiera resistir las dificultades de tal viaje. Se negaron a llevarlo con ellos. Todos subieron al carro tirado por caballos que les esperaba, listo para comenzar su viaje.
El pequeño Najman rechazó rendirse. Cerró sus ojos fuertemente y susurró, "Por favor, HaShem, Creador del Mundo, hazme éste favor! Yo anhelo hace ya mucho tiempo ver el rostro del gran Tzadik. Haz que los Jasidim tengan compasión de mí, que me lleven con ellos." Mientras el pequeño Najman rezaba, estaba parado delante de los caballos y el carro para impedirles marcharse.
Rabi Jaim Krosner quedó impresionado del deseo del pequeño Najman de visitar el Tzadik. Lo tomó del brazo y lo subió al carro. "Seré feliz de cuidar a un pequeño muchacho con un deseo tan fuerte a la santidad. Será para mi un placer ayudarte a viajar al Tzadik en Polnoi," dijo Rabi Jaim.
"Seré feliz de cuidar un pequeño muchacho con un deseo tan fuerte a la santidad. Será para mi un placer ayudarte a viajar al Tzadik en Polnoi," dijo Rabi Jaim.
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Continuará…