El Pequeño Najman, #8
El pequeño Najman no dijo una palabra. Nadie debería hablar con tal desacato a un padre, pensó. Un hijo debe ser cortés y educado, y prestar atención a sus padres...
Ilustraciones de:Rebeca Shapiro
"Shalóm, soy Najman. ¿Cómo te llamas tu?"
"David."
¿"Quisieras ser mi buen amigo?"
¡"Seguro!"
En ese momento, la madre de David lo llamó desde el pórtico delantero de su casa: "David, ven a casa. ¡Es tarde y tienes que hacer tus deberes!"
¡"No quiero volver a casa ahora!" le gritó David a su madre. "Me estás molestando. ¿No puedes ver que estoy jugando ahora?"
El pequeño Najman no dijo una palabra. Nadie debería hablar con tal desacato a un padre, pensó; esto es un pecado terrible. Un hijo debe ser cortés y educado, y prestar atención a sus padres.
Najman se fue a casa, se paró delante de la ventana abierta de su dormitorio, y rezó a Hashem:
"HaShem, Creador del Universo, por favor ten compasión de mí y ayúdame. Por favor escucha mis rezos y ayúdame a encontrar un buen amigo, un niño recto que ame estudiar la Torá y rezar. He buscado por todas partes, pero no he encontrado a nadie aún. Pero Tu sabes todo; ¡Tu ves todo! Tu, HaShem, sabes quién sería un amigo conveniente para mí. Por favor ayúdame y dirígeme por el camino apropiado. Guárdame de amigos que serían malas influencias para mí, y ayúdame a encontrar amigos buenos y honestos."
Najman terminó sus plegarias y se fue a dormir.
Najman se fue a casa, se paró delante de la ventana abierta en su dormitorio, y rezó a HaShem:
Continuará…
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