Paz Doméstica – El Manual

Una respuesta basta para ambas preguntas: el Rebe Najman nunca se movió ni un ápice de la Halajá, la Ley Judía.

 

Un concesionario de coches le dice al dueño de un nuevo automóvil que su garantía de 5 años o 50,000 millas es sólo efectiva cuando se realizan todos los pasos de mantenimiento prescriptos en el manual de instrucciones. Ese manual fue escrito por el ingeniero principal del fabricante, que sabe mejor que nadie lo que es bueno para el coche, ¡pues él es quien lo diseñó! Por lo tanto, si instruye al nuevo dueño a usar en su coche el combustible 10/40, y este quiere ahorrar dinero y llena el motor con aceite de Maíz Mazola que compró de oferta en el supermercado local, entonces puede olvidarse de la garantía. La responsabilidad sobre el motor arruinado del nuevo coche, será únicamente del dueño negligente, no del fabricante.

 

HaShem es el Diseñador y el Ingeniero Principal de la creación entera. El alma humana es una de las creaciones más intrincadas del Creador, por eso, la adhesión estricta al Diseñador y a las instrucciones del Ingeniero Principal son obligatorias para la salud del alma y su felicidad, o en otras palabras, para su funcionamiento apropiado. Por más  sofisticada que sea una creación, lo crítico es hacerla funcionar según el manual de instrucción. Por ejemplo, una persona debe ser mucho más exigente en el mantenimiento de un avión de caza de 50 millones de dólares que en el mantenimiento de una cabra. El mínimo error en el funcionamiento de un avión supersónico podría ser fatal; su combustible, por ejemplo, debe ser muy refinado y filtrado. Con una cabra uno no tiene que filtrar su alimento; ella come literalmente todo – brezos, cardos y cáscaras.

 

El alma humana es mucho más sofisticada que un avión F-16. Para hacerla funcionar eficazmente, el alma debe ser activada según su manual de instrucción – la Torá. Ya que la Halajá es la sinopsis práctica de la Torá, es el requisito previo para la salud de su estado físico, emocional y espiritual.

 

Debido a que el alma humana es una de las creaciones más sofisticadas de HaShem, entonces la unión de dos almas en el matrimonio es la más sofisticada creación. La mínima desviación en las instrucciones de nuestros Sabios para mantener una sana y fructífera relación, y un hogar radiante de paz, alegría y amor, producirá lamentablemente lo contrario.

 

Los hombres y las mujeres son individuos opuestos. En una de las lecciones anteriores mencionamos que el sagrado libro del Zohar, declara que el marido se parece al sol y la esposa se parece a la luna. El sol y la luna son opuestos, ya que el sol es intrínsecamente claro mientras la luna es intrínsecamente oscura, sin luz propia.

 

Rabi Najman de Breslev enseña (Likutey Moharán I:80) que uno alcanza la paz uniendo dos contraposiciones. Ya que hombres y mujeres son contraposiciones, se alcanza la paz uniendo al hombre con la mujer; el compromiso mutuo de la observación de la Torá y sus Preceptos como se manifiestan en la Ley Judía, es el único modo de asegurar una sana, duradera, y satisfactoria relación.

 

Cada uno entiende que un conductor sin licencia no sólo se pone a sí mismo en peligro, sino también a todos los demás conductores y peatones. No se puede obtener un permiso de conducir sin un aprendizaje apropiado. Cuanto más sofisticada es una maquinaria – tal como un helicóptero o un aeroplano – se requiere tanto más aprendizaje. Ya que el alma es mucho más intrincada que el más sofisticado avión a reacción, hay que aprender los fundamentos de lo que constituye un hogar radiante, a fin de evitar colisiones fatales. Cualquier piloto te dirá que pilotear un avión es mucho más fácil que lograr la felicidad matrimonial.

 

Con lo antedicho en mente, vamos a ver lo que está escrito en nuestro manual de instrucciones sobre nuestros deberes como marido y esposa (véase Rambam, Hiljot Ishut, Capítulo 15, estatutos 16 – 20):

 

* Nuestros Sabios ordenan que un hombre no debe estar soltero, debe casarse, a fin de evitar contemplar a otras mujeres. También, una mujer no debe estar sin marido.

 

* Cada esposo debe amar celosamente a su esposa; él no puede hacerlo a menos que alcance un espíritu de santidad. No debe obligarla a nada que no desee, sino actuar con asentimiento, con alegría y con una abierta comunicación.

 

* Una mujer debe ser modesta, y no actuar de manera ridícula o atolondrada delante de su marido. Su forma de hablar también debe ser correcta y sencilla. No debe usar las relaciones matrimoniales como un arma. Debe distanciarse de feas acciones y de todo lo que se parezca a un acto feo.

 

* Un hombre debe honrar a su esposa más que a su propio cuerpo, y debe amarla como a su propio cuerpo. Si tiene medios monetarios o según el dinero que tiene a su disposición, debe usarlos libremente para su bienestar. Él no la asustará; le hablará bondadosamente y no estará triste o enojado en su presencia.

 

 * También la mujer debe tener un gran respeto a su marido. Debe hacer lo posible para contentarlo, adoptando lo que le complace y eliminando lo que no le complace.

 

El Rambam concluye sus directivas y dice, "Este es el camino que los puros hijos e hijas de Israel deben transitar juntos para formar un agradable, digno y elogioso matrimonio". En resumen estas son las instrucciones del fabricante para una casa radiante. Con la ayuda del Creador, en nuestras futuras lecciones explicaremos en detalles los estatutos del Rambam aplicando las enseñanzas del Rebe Najman a la vida contemporánea.

 

 

Nota: Esta serie está preparada para pensar y proporcionar pautas prácticas a gente emocionalmente sana que está ya casada o por casase. No es un sustituto de la ayuda profesional requerida en situaciones de daños emocionales extremos o perturbaciones.