El Vínculo Eterno
Judit es una mujer muy especial que vive su fe. Siempre que necesito una dosis de inspiración, llamo a Judit...
Este artículo me fue enviado por mi querida amiga y colega, la escritora, Judit Bron. Judit es una mujer muy especial que vive su fe. Siempre que necesito una dosis de inspiración, llamo a Judit.
Hace varios años, le fue diagnosticada a Judit esclerosis múltiple que la dejó completamente ciega. Tu pensarías que este desafío dejaría a Judit sintiéndose completamente abandonada. Pero en lugar de sentirse distanciada del Creador, ella es el compendio de la simple, completa Emuná (fe). No, no hablamos de alguien que constantemente da conferencias sobre la creencia en el Todopoderoso; hablamos de alguien que vive esta creencia.
Cada vez que hablo con Judit, ella esta ocupada en la cocción de un pastel o en la preparación de una delicadeza para la mesa de Shabát de su familia. ¡Gracias a la tecnología automatizada (¡qué maravilloso es HaShem!) ella es capaz de vivir una vida plena a pesar de su discapacidad – que, para una persona del calibre de Judit significa constantemente dar alos demás – a su familia, amigos y vecinos. En vez de hundirse en la lástima en sí misma, ella tiende la mano a otros, trayendo luz a su mundo.
Cuando le pedí detalles de su vida, ella escribió:
Me gustó jugar con muñecas cuando era una niña.
Odié la Escuela Hebrea.
Siempre me gustó comer y, después de un período de dieta rigurosa, decidí volver a la normalidad.
Me gusta escribir pero todavía estoy lejos de los famosos.
Mis hijos son maravillosos; ellos son justamente como su padre.
Ahora díganme, ¿no es ella alguien a quien gustarían conocer?
Debbie Shapiro.
* * *
El VínculoEterno
/ Por Judit Bron
En la Parashá de la Torá llamada ¨VaEtjanán, se dice: ¡”Shemá Israel, HaShem Eloheinu, HaShem Ejad!” –“Escucha, oh Israel, Hashem es nuestro Di-s, HaShem es Uno.” (Deuteronomio 6:4).
Iom Kipur, el Día del Perdón, 1973: Mi hermano más joven entró corriendo a la casa y encendió la radio. Me escandalicé. ¡Aunque no era religiosa todavía, entendía que Iom Kipúr, el día más santo del año judío, no era el momento adecuado para escuchar la radio! “Me puedes decir qué estás hacien…” comencé a decir.
“Israel está siendo atacada”, dijo él, no dejándome terminar.
Me senté para escuchar, incapaz de entender el impacto de lo que acababa de ocurrir. Según las noticias, Israel estuvo a punto de sucumbir a sus enemigos árabes.
[Los informes eran verdaderos. Israel fue tomada de improviso. No había nada que pudiera parar a los ejércitos árabes para conquistar la Galilea en el norte del país y el Néguev en el sur. Pero HaShem hizo un milagro, y los ejércitos árabes asumieron que la falta de resistencia israelí era sólo una estratagema para rodearlos y atraparlos. El editor]
Yo era un estudiante en la Universidad Búfalo del Estado de Nueva York. Todos los estudiantes judíos – yo misma incluida – andaban conmocionados. Sentimos que teníamos que hacer algo para mostrar nuestro apoyo a Israel. Organizamos una reunión enorme en el Main Street, la Avenida Central del campus, e invitamos a muchos y diferentes conferenciantes políticos, presidentes de organizaciones judías y estudiantes activistas judíos para que digan algunas palabras.
Los discursos eran largos y aburridos. Hacia el final de la reunión ya queríamos para irnos a casa. El último confereciante era un rabino de Jabad, el Rabino Heshel Greenberg. De pie frente al lleno pasillo, dijo, “no sé cuál será el resultado de esta guerra, pero una cosa si sé …” Colocando su mano sobre sus ojos, gritó, “¡Shema Israel, HaShem Eloheinu, HaShem Ejad!” Mientras bajaba de la plataforma, los miles de estudiantes en el auditorio hicieron lo mismo, gritando desde lo profundo de sus pulmones, “¡Shema Israel, HaShem Eloheinu, HaShem Ejad!” – HaShem es nuestro Di-s, HaShem es Uno; ¡somos Su nación, sobreviviremos!
Hay sólo una respuesta a los peligros que rodean nuestra nación: “¡Shema Israel, HaShem Eloheinu, HaShem Ejad!” – HaShem es nuestro Di-s, HaShem es Uno; ¡somos Sus hijos! ¡Sobreviviremos!
La situación política en Israel es otra vez explosiva. Los diplomáticos extranjeros piensan que ellos son los que saben lo que traerá la paz a esta explosiva región, pero ellos no saben que todo – todos los esfuerzos diplomáticos, todas las armas del Ejército de Defensa Israelí, todos los entrenamientos – no tienen ningún valor sin HaShem. Sólo el Creador puede salvar a la Nación Judía. Él es nuestra arma, y esto depende de nosotros, dirigirnos a Él. “¡Shema Israel, HaShem Eloheinu, HaShem Ejad!”
4/19/2018
shema
¡¡¡SHEMA ISRAEL, HASHEM ELOHEINU, HASHEM EJAD!!!
4/19/2018
¡¡¡SHEMA ISRAEL, HASHEM ELOHEINU, HASHEM EJAD!!!