Desensibilización

Un denominador común entre el mosquito y el Yetzer HaRá, la Mala Inclinación, es que ambos nos contaminan...

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 06.04.21

Un denominador común entre el mosquito y el Yetzer HaRá, la Mala Inclinación, es que ambos nos contaminan…

Cuanto uno más ahonda en los secretos de la naturaleza, más descubre también los secretos de la espiritualidad, ya que el mundo físico y el mundo espiritual fueron creados por el mismo Creador. El Todopoderoso deliberadamente ha dejado huellas por todas partes.
 
Tomemos al mosquito, por ejemplo; su aguijón es tan agudo y fino, que la mayora de la gente no le siente penetrar a través de su piel. Después que el mosquito pica, ella (sólo los mosquitos femeninos pican) deja una pizca de saliva sobre la herida. La saliva momentáneamente desensibiliza la herida, dando al mosquito bastante tiempo para escaparse. Cuando tu sientes la molestia de la picazón, ya hace mucho que el mosquito desapareció; por eso la palmada contra el mosquito llega un segundo demasiado tarde.
 
Un denominador común entre el mosquito y el Yetzer HaRá, la Mala Inclinación, es que ambos nos contaminan. Los Mosquitos causan la fiebre Amarilla, la Malaria, y el Virus del Nilo, mientras la Mala Inclinación contamina la mente y el alma con la herejía, la confusión, la inseguridad, y la depresión, y más. Si tu piensas que el mosquito es una criatura desagradable, deberías leer la descripción del sagrado libro del Zohar y del Talmud sobre la Mala Inclinación…
 
La Mala Inclinación, actúa como un mosquito. A menos que una persona tenga un sentido agudo de Conciencia Espiritual, él o ella nunca sienten la picadura de la Mala Inclinación. Presentaremos un ejemplo de como la Mala Inclinación desensibiliza a una persona:
 
La Mala Inclinación le dice que todos los que hablan sobre la expectación de la Redención y el Mashiáj (Mesías) son medio locos y excéntricos. También le dice que se puede ser una mujer virtuosa o un erudito de la Torá sin pensar en el Mashiáj, la Redención, y la reconstrucción de nuestro Santo Templo. Aquellos que creen lo que les dice la Mala Inclinación se hacen completamente insensibles en sus rezos diarios. ¿Cómo?
 
Tres veces por día, pedimos a HaShem, "Umahér LeGaolénu", que nos redimirá rápidamente. Rogamos tres veces por día ver la reconstrucción de nuestro Santo Templo en Jerusalén cuando decimos, "Boné Yerushalayím". También pedimos tres veces por día la llegada del Mashiáj y la Redención completa cuando decimos, "Matzmiaj Keren". Si esto no es bastante, también pedimos a la mañana, al mediodía, y a la noche, "Vetejezéna Einénu", que merezcamos ver toda la gloria del retorno de HaShem a Sión, Jerusalén, con nuestros propios ojos.
 
Los susodichos rezos son obligatorios para cada judío, tres veces por día. De este modo, si un judío no espera ansiosamente la llegada del Mesías, la Redención, y la reconstrucción del Templo en Jerusalén, entonces él o ella han sido completamente insensibilizados por el "mosquito espiritual", la Mala Inclinación.
 
Algunas personas se preguntan por qué HaShem no contesta a sus plegarias. Los rezos de rutina dichos como un robot, sin ninguna sensibilidad o conciencia de lo que se dice, simplemente no pueden ser contestados.
 
Un buen repelente de insectos protege contra mosquitos. La Conciencia Espiritual protege contra el proceso de desensibilización de la Mala Inclinación. Debemos aprender la Torá, aprender lo que decimos, y estar siempre conscientes de lo que hacemos. Lo mejor para esperar ansiosamente la era Mesiánica, consiste en que la Mala Inclinación sea completamente destruida, y el mundo se llene de Da'at, Conciencia Espiritual. Una vez que cada uno sea espiritualmente consciente, habra una perfecta armonía y paz sobre la Tierra, y el cordero sera capaz de vivir pacíficamente junto al león.

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