Un Anticipo del 7mo Cielo
Aunque el Shabat está fijo en el tapiz cósmico y esencialmente libre de las acciones humanas, el hombre juega un papel esencial en los elementos de este día…
Aunque el Shabat está determinado por el tiempo, fijo en el tapiz cósmico y esencialmente libre de las acciones humanas, el hombre juega un papel esencial en los elementos de este día…
Un anticipo del 7mo Cielo
Nunca antes el Shabat ha sido tan popular.
Gente proveniente de todos ámbitos de la vida está descubriendo los maravillosos beneficios que otorga dedicar un día de la semana a "desconectarse" – sin teléfono, sin equipo de sonido, sin computadora – poniendo entre paréntesis todos los negocios inacabados, abandonando el trabajo y las preocupaciones de la semana. Los beneficios que se obtienen al "bajar el volumen" del mundo, aunque sea una vez cada siete días, son innegables. Así sea para volver a conectarse con la familia y los amigos, como para hacer una pausa en nuestros itinerarios sobrecargados, para concentrarnos en la maravilla y la belleza de la vida, o para recuperar la energía física y espiritual – el Shabat nos muestra el camino.
Pero hay una dimensión más fundamental y fascinante del Shabat que justifica nuestra atención. Es la dimensión que se relaciona con la santidad inherente que Di-s quiso darle a este día cuando lo santificó en el momento de la Creación; la energía espiritual que nos lleva hacia la plenitud y la armonía que sólo el séptimo día puede generar. Aquí descubrimos el alma del Shabat judío.
La necesidad de un día de descanso, de lo que tanto hablan ahora los meDi-s de comunicación, puede indicarnos la dirección correcta, pero sus promocionados beneficios no son muy diferentes en última instancia de aquellos que podemos derivar de un lunes dedicado a la meditación o de un miércoles de relajación. El Shabat adaptado por la moda y descripto en tantos libros y artículos periodísticos, muy difícilmente nos ayudará a capturar el espíritu y la conciencia singular de este día.
La clave para abrir la dimensión más vital del Shabat es el concepto de Mitzvá.
La mayor parte de nosotros sabe que las Mitzvót son "mandamientos", las leyes y costumbres que comprenden aquello que debe y no debe hacerse en la vida judía. Pero este concepto ni siquiera alcanza a rozar la superficie de lo que en realidad son. La palabra hebrea Mitzvá connota "estar junto" y "conexión". Cuando un hombre o una mujer realizan una Mitzvá crean un lazo único con Di-s; las leyes rituales y las costumbres son medios a través de los cuales podemos acercarnos a Di-s y experimentar Su presencia.
Las Mitzvót unen lo individual con lo superior; son actos que comprometen el pensamiento, la palabra y la acción física y son los canales a través de los cuales traemos la Luz Infinita de Di-s hacia nuestro universo finito y nuestra limitada conciencia humana. Cada Mitzvá, cada acción realizada de acuerdo con la Voluntad de Di-s, es una oportunidad más para el contacto primario con la energía espiritual y la conciencia que nutre la vida de nuestras almas.
En el más profundo de los niveles, las Mitzvót constituyen antiguos secretos, transmitidos por nuestra tradición a lo largo de las generaciones y destinados a refinar nuestra percepción espiritual, para alinear los micro-elementos de los universos individuales del hombre con los macro-elementos del cosmos. Las Mitzvót son unos de los instrumentos más efectivos de nuestro repertorio espiritual diseñados para acceder al marco espiritual interior inherente a toda la Creación. Son también el medio para establecer un diálogo entre nosotros y la realidad cósmica. La energía utilizada en las acciones físicas necesarias para el cumplimiento de las Mitzvót, activa energías espirituales paralelas en los ámbitos superiores; cada acto y cada plegaria se transforma en un conducto que nos conecta con Di-s, y es a la vez un canal para el descenso hacia el mundo y hacia el hombre de la bendición y el influjo de Di-s.
Esto ocurre especialmente durante el Shabat, cuando las Mitzvót propias del día son los meDi-s más directos para unir las dimensiones microcósmicas y macrocósmicas del mundo. Mediante las disciplinas de la práctica y de la plegaria encontramos el sendero para experimentar la santidad y la armonía en nuestras vidas. Así sea provenientes de la costumbre o de requerimientos halájicos, las Mitzvót del Shabat forman el portal a través del cual tomamos contacto con la conciencia y la santidad más elevadas y exclusivas del séptimo día.
Aunque el Shabat está determinado por el tiempo, fijo en el tapiz cósmico y esencialmente libre de las acciones humanas, el hombre juega un papel esencial en los elementos de este día que se manifiestan cada semana. La santidad y la conciencia superior del séptimo día se canalizan hacia el mundo precisamente a través de las acciones del hombre.
Al cumplir con el Shabat nos hacemos colaboradores de Di-s en la Creación. Cuando descansamos en el séptimo día y le damos un descanso al mundo que nos rodea, tal como hizo Di-s en el primer Shabat, aumentamos la tranquilidad y la armonía en el universo. Al ser conscientes del día y al relacionarlos con él a través de las acciones concretas basadas en las Mitzvót, colmamos de santidad y plenitud nuestros universos personales. En la medida en que santificamos el día del Shabat, a través de la cualidad de nuestra conciencia de Di-s y del descanso, influenciamos directamente el caudal del flujo de bendiciones Divinas hacia la Creación.
Para mejorar nuestro cumplimiento de las Mitzvót del Shabat necesitamos profundizar la comprensión de su significado y propósito. Una comprensión más profunda nos llevará a una mayor "intención" (Kavaná), hacia la realización de acciones ejecutadas de manera consciente. Cuanto más nos centremos en el por qué, de qué y cómo del cumplimiento de nuestro Shabat, más completa será nuestra experiencia del Shabat, tanto a nivel cósmico como personal.
Vivenciamos el espíritu del Shabat como un evento interno que acelera nuestro corazón y nuestra alma. Pero es bueno recordar que el Shabat existe también más allá de nosotros, sobre las montañas, arroyos y ciudades, afectando, también, mundos mucho más elevados y espirituales que el nuestro. En el Shabat, sin excepción, cada parte de la creación se eleva debido a una medida extra de energía espiritual.
Cuando llega el séptimo día miramos al mundo con los ojos de una realidad superior. El Shabat nos ofrece una visión del mundo no como éste es, sino como tiene el potencial de ser; de hecho, tal como será un día – en el Mundo que Viene. Di-s nos dio las Mitzvót del Shabat para que pudiéramos abrevar en la dimensión espiritual del día. Nos dio estas Mitzvót para que podamos experimentar la gran delicia que produce observar el Shabat; una delicia que hizo que nuestros sabios llamaran al séptimo día un "anticipo del Mundo que Viene" – un anticipo del "7 Cielo".
11/13/2019
Así es el shabat