Escuela de Emuná

 

Empezaremos con un pequeño chiste: Tres locos que estaban en el manicomio decidieron escaparse. Uno aconsejó cavar bajo el muro que protege al instituto. El segundo dijo que lo mejor era conseguir una escalera y tratar de saltar el muro. Esperaron a ver que decía el tercero. Dijo el tercero: yo voy a mirar el muro y veré que es lo mejor… Y así hizo. Después de un rato, volvió el tercer loco llorando… "No se puede escapar de aquí… ¡¡Es imposible!!". ¿¿Por qué?? Le preguntaron los otros dos locos. Les contestó: "¡¡porque no hay un muro!!"…

 

Este es un chiste con una gran moraleja… Hay en este mundo muchas pruebas, dificultades y todo tipo de "muros" que nos impiden acercarnos. El sagrado libro del Zohar dice que cada cosa buena, santa, está rodeada con un muro que  impide acercarse al que no lo merece. También existen muchas cosas que son simplemente una ilusión, parecen como murallas pero no lo son.

 

Pero, cuando se aprende a observar todo con ojos de Emuná, la pura y auténtica fe en el Creador del Universo, la vida se hace mucho más fácil, dulce – un paraíso. Y esto es lo que vamos a aprender hoy… Como mirar a nuestro alrededor con los ojos de la fe.

 

Nuestro gran Rebe, el Rabi Najman de Breslev, escribe que "La esencia del Exilio es la carencia de fe" – Tanto el exilio general como el exilio personal de cada hombre.

 

Por medio del aprendizaje de la fe, podremos lograr y acercar nuestra propia Redención y la general, la del mundo entero.

  

Todos quieren vivir una vida buena, tranquila, pero no saben cómo lograrlo… Se debe saber que hay un principio fundamental y muy importante para poder empezar a vivir una buena vida: Hay que saber que Este Mundo Es Una Escuela de Emuná.

 

HaShem Creó este mundo para que podamos aprender aquí la Emuná.

 

El alma del hombre, si se hubiera quedado en los elevados mundos espirituales, cerca del Creador, sin descender a este mundo inferior, aunque gozaba de la Luz Divina no lo podría conocer.

 

Solamente aquí, en este mundo inferior, con el cuerpo físico que nos limita, con todas las dificultades, con todos los otros límites mundanos que existen aquí, con toda la ocultación de lo espiritual, sólo aquí puede el ser humano conocer al Creador y realmente acercarse a Él. La Emuná es realmente la meta y el objetivo final de toda la Creación.

 

También es esta la finalidad de todo el trabajo espiritual que debe el hombre hacer – el estudio de la Torá ,la Ley Divina, y el cumplimiento de los Preceptos – para lograr la Emuná, la fe auténtica. Y cómo dijo el Profeta Habacuc: "Y el  hombre justo – por su fe vivirá".

 

Y así dice el Rabi Najman de Breslev: "Ésta es la regla: La esencia de la finalidad es, servir al Creador y andar por Sus senderos, para merecer conocerlo y apegarse a Él. Pues esta es Su Voluntad – que Lo conozcamos. Y no es apropiado que el hombre tenga otra intención sino cumplir con Su voluntad…"  Vemos que toda la finalidad de la Torá y los Preceptos es conocerlo, es decir lograr la fe. Por esto, no es obligatorio que cada hombre que estudia la Torá posea la fe con perfección. Esto es un trabajo.

 

La Emuná tiene varios grados y por eso no se puede definir que alguien "la posee" o "no la posee", no es blanco o negro – como "estar embarazada o no estar". Se puede poseer la fe, pero no tener suficiente. Siempre se puede lograr más y más Emuná.

 

Rabi Najman escribe en la enseñanza 31 del Likutey Moharán, que la fe es la perfección de todo – de la Torá, de los Preceptos. Estudiar la Torá sin tener Emuná, es imperfecto.

 

También dice: "La fe es como la luz, como está escrito: "Y Tu Emuná a las noches". ¡La fe auténtica es Luz! La fe es la que ilumina la oscuridad de la noche. Por lo tanto la Emuná debe ser simple, independiente de todo milagro, intelecto, u otra cosa. Incluso cuando la fe está basada en la Sabiduría de la Torá, no tiene perfección. Por el contrario, La auténtica sabiduría es cuando está basada en la Emuná…

 

En cada momento se puede aprender la fe. Por lo tanto, el hombre, desde el momento que abre sus ojos por la mañana hasta el momento que se acuesta a dormir, en cada momento y momento, está en una prueba de fe. Debe acordarse que hay un Creador del Universo que dirige todo y es Quien colocó su alma en su cuerpo y le dio otro día de vida, y debe agradecerle.

 

Cada acontecimiento que vive el hombre, cada encuentro con otras personas, incluso con su esposa y sus hijos, es todo para la fe. El sagrado libro del Zohar dice que cada vez que dos personas se encuentran, mundos enteros se dieron vuelta para eso. ¿Y para qué se produjo el encuentro? Porque juntos, ellos pueden aclarar y fortalecer su fe.

 

Para entender esto mejor, veamos lo que nos enseñan los Sabios de bendita memoria, la primera pregunta que se le hace al hombre después de su muerte es: "¿Negociaste con fe?". El simple significado de esta pregunta es si el hombre realizó sus negocios honestamente, sin mentir ni engañar, pero el sentido más profundo de la pregunta es: "Cuando te encontraste con alguien, ¿le vendiste fe? ¿Le compraste fe? ¿O acaso tenías otros negocios más importantes en este mundo? En otras palabras, ¿Con qué mercadería hiciste negocios? Mucha gente cuando se encuentra con otros, su primer interés es hacer dinero, charlar, etc. Por esto se le pregunta: "¿Fue tu mercadería la fe?", ¿y por qué es está la primera pregunta que se le hace? Porque la fe es el objetivo final de la Creación del Universo. Para eso llegamos a este mundo.