¡Cree en Ti Mismo!

“Todo bien”, te dirás a ti mismo, “¿pero qué significa creer en mí?”. Gran pregunta, queridos hermanos y hermanas…

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 05.04.21

 “Todo bien”, te dirás a ti mismo, “¿pero qué significa creer en mí?”. Gran pregunta, queridos hermanos y hermanas

Rabi Najman de Breslev dio una lección sobre el versículo (Éxodo 6:9): “Y ellos no escucharon a Moisés debido al espíritu oprimido y la dura esclavitud”. Esta lección es la enseñanza número 86 en la segunda parte del Likutéy Moharán,y declara que cuando una persona carece de Emuná, la auténtica y firme fe en el Creador del Universo, debe trabajar dos veces más duro para lograr un determinado objetivo.

Rabi Natan escribe (La Sabiduria del Rabi Najman, #140): “Cuando el Rebe me dio esta lección quedé conturbado. Siempre pensé que yo tenía fe y no podía entender que me implicaban sus palabras. Cuando mencioné esto al Rabi, me contestó con cierto reproche: 'Es posible que tengas fe, pero lo que no tienes es fe en ti mismo'.
 
Si Rabi Natan, un gigante espiritual en los patrones de cualquier generación, no tenía fe en sí mismo, ¿entonces qué podríamos decir nosotros?
 
No se desesperen. Rabenu Najman quiere conducir a todos sus seguidores – de Rabi Natan para abajo y a todas las generaciones siguientes – al importante punto que para servir HaShem correctamente, ¡debemos creer en nosotros mismos!
 
“Todo bien”, te dirás a ti mismo, “¿pero qué significa creer en mí?”. Gran pregunta, queridos hermanos y hermanas.
 
Nuestro gran Rebe, Rabi Najman de Breslev, quiere que nosotros creamos – especialmente sintamos – que somos preciosos a los ojos del Creador. Quiere que creamos que HaShem no sólo escucha nuestras plegarias, sino que deja todo de lado para prestar Su atención a cada uno de Sus queridos hijos e hijas que Le llaman en la Hitbodedut, la Plegaria Personal en Aislamiento. Rabenu quiere que creamos que podemos llevar a cabo cualquier objetivo con nuestros rezos y que no hay ninguna altura espiritual que no podamos alcanzar cuando anhelamos y nos esforzamos por HaShem. Y sobre todo, quiere que creamos que HaShem“borra nuestras pizarras” dejándolas completamente limpias cuando hacemos Teshuvá (el proceso del arrepentimiento)– paramos nuestros caminos errantes, admitimos nuestros pecados, pedimos perdón, y resolvemos ser mejores. Así de simple.
 
Un Baal Teshuvá (el que se vuelve observante) sobre todo – o cualquier otra persona con aspiraciones – necesita dos recursos espirituales primarios: Fe en HaShem, y fe en sí misma. Muchas fuentes de la Torá hablan sobre esto, pero sólo un escogido como Rabi Najman de Breslev habla de su importancia.
 
Mucha gente que se acerca al camino espiritual es con frecuencia engañada por conceptos equivocados de “anavá”, o modestia. HaShemno espera que andes diciendo “que no vales  nada”; aquellos que lo hacen, aunque tratan sinceramente de librar sus vidas de la arrogancia, terminan por creer que ellos realmente no son nada. Esto es una equivocación. Si un atleta no cree que puede ganar el juego, no debería estar en su equipo. Un soldado debe conocer su capacidad a fin de utilizar con eficacia las armas a su disposición. Un piloto de un F-16 debe ser absolutamente consciente que el gobierno ha confiado en sus manos un arsenal aerotransportado sofisticado de $60 millones, incluido una serie de armamentos de máxima alta tecnología a fin de que haga su trabajo. Él no puede decir, “No soy nada”, él pondrá en peligro la seguridad de su país, gastando el potencial, y perdiendo la guerra.
 
El camino espiritual del Judaísmo también se parece a una guerra. El Yétzer, o Mala Inclinación, tiene un arsenal de armas y fuerzas a su disposición, para desalentar a una persona a hacer Teshuvá, o romper el corazón de una persona que trata con eficacia de ser un buen observante de la Torá. Si crees en ti, serás capaz de “limpiar el suelo” con elYétzer.
 
Todos somos hijos e hijas de HaShem, no debido a nuestros atributos físicos, sino en virtud de nuestras almas – que son realmente la chispa diminuta de la Divinidad que se encuentra dentro de nosotros. En efecto, cada uno de nosotros anda con un “microchip” espiritual en su cerebro, mucho más potente que cualquier reactor nuclear. Este microchip espiritual – nuestra alma divina – nos permite superar la naturaleza y realizar hazañas sobrehumanas. Por ejemplo, un Tzadikque nunca habla “Lashón HaRá” (calumnias) posee el enorme poder de cambiar literalmente el curso de la naturaleza; por eso la gente busca las bendiciones de un Tzadik.
 
No importa de donde vienes, puedes conseguir la grandeza si crees en ti mismo. Debes creer que HaShem escucha todos tus rezos, tiene enorme satisfacción de tu aprendizaje de Su Torá (independientemente de tu actual nivel), y siente la satisfacción indecible de tus Mitzvot (Preceptos). Debes creer que eres capaz de usar todas las lecciones útiles que aprendiste en el mundo exterior (en el atletismo, en el ejército, en la universidad, etc.) y aplicarlas a la Torá. Debes creer que tienes los instrumentos necesarios para un crecimiento espiritual ilimitado, para influir en los otros, y para hacer contribuciones significativas a la humanidad. Debes creer que eres capaz de ser tanto un Tzadik como un erudito, y que tu servicio a HaShem puede mover la tierra.
 
HaShem Cree en ustedes, apreciados hermanos y hermanas – espero que también ustedes comiencen a creer en ustedes mismos. Esto ciertamente apresurará el día que podamos ver a una Jerusalén reconstruida y saludar juntos al verdadero Mesías, Amén.
 

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1. PAULIN NIKOLLI

4/10/2024

GRACIAS RABINO LAZER BRODY . ES MUJ SIMPLE Y ME TOKA EL CORASON TU ENSENIASA.

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