Mishpatim–¡Aléjate de la Mentira!

Los prejuicios y el interés personal son los grandes enemigos de la verdad. Aquel individuo que se coloca anteojos de esa clase, le…

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Rabino Moshe Hoffer

Posteado en 05.04.21

Los prejuicios y el interés personal son los grandes enemigos de la verdad. Aquel individuo que se coloca anteojos de esa clase, le… 
 

De la mentira, aléjate
 
Los prejuicios y el interés personal son los grandes enemigos de la verdad.

Aquel individuo que se coloca anteojos de esa clase, le distorsionan todoel campo visual de la realidad en que se encuentra; pero ve lo que quierever. Lo peor de todo, es que "el no lo siente esto en absoluto". He vistopersonas que tratan de hacer de la mentira verdad, y todo lo que nadiepuede negar que es una verdad tajante, buscan todas las maneras paranegarlo.
 
Son una clase de gente que se creen justas, correctas y no advierten queson sus intereses personales que los impulsan para actuar de ese modo. Atodo le encuentran una justificación.
 
Por ejemplo, el bien del país, lafamilia y la justicia están frente a sus ojos. La Torá en nuestra Parasháempleo las siguientes palabras: "De la mentira aléjate". No nos equivoquemos en pensar que en este versículo se nos prohíbe mentir, esa mentira tan despreciable; esa orden la expresa la Torá más adelante y en forma bien explicita: "No mienta cada hombre a su compañero". Surge entonces la siguiente pregunta: ¿qué es lo que la Torá me agrega a través de este versículo, que no me lo dijo antes? Ciertamente del  versículo que nos indica no mentir aprendemos la prohibición de decir mentiras, pero ahora me está enseñando un nuevo concepto: "debo tomar distancia de la mentira".

Ocurre que podemos no estar incurriendo en la mentira propiamente dicha, pero tampoco estamos diciendo la verdad absoluta. ¿Qué significa la verdad absoluta? Aquella que carece de todo engaño y de toda alteración. Sobre las cosas a medias tintas dice la Torá: "De la mentira aléjate".
 
Los libros de Musar (ética judía), nos enseñan como debe ser honesta nuestra conducta con el otro, con la sociedad, con el país, con todos.

Lamentablemente vivimos en un mundo de engaños, de falsedad; un mundo donde muchas veces el bueno parece malo, porque la escala de valores esta distorsionada. Estamos sobornados por nuestros propios intereses y no queremos ver la verdad. Solemos decir "asi estoy bien", sin tener en cuenta que no obrando bien nosotros, somos los primeros perjudicados.

En la Guemará (Trtado Shevuot 30b) dice: ¿de dónde sabemos que un juez, que sabe que está frente a un juicio engañoso, no puede decir: "por cuanto que así testifican los testigos, daré el veredicto según sus palabras y el pecado correrá por cuenta de ellos". El versículo dice "de la mentira aléjate". Cabe aclarar que se trata de un juez leal, que cuenta con el alegato de los testigos pero… influye el hecho que es falso. Tal vez no esté capacitado para señalar que por tal motivo declaro que son testigos falsos.

Si dictamina el juicio se estaría rigiendo por lo que dice la Torá que el juez debe determinar según lo que ven sus ojos. Sin embargo el juez -que no mintió-, tampoco está en lo cierto. Debe declararse incompetente y poner este caso en manos de otro juez, que tal vez pueda descubrir si eran testigos falsos o no. Cuantas cosas no las tenemos en claro, aunque intuimos que estamos equivocados, no nos abstenemos de actuar como queremos, sin tener en cuenta si vamos detrás de la verdad o no.
 
Dijeron nuestros Sabios: Aquellas personas que se engañan a sí mismas y engañan a otros, no podrán ver la luz divina en el mundo venidero. Por eso hay que hacer tanto hincapié en seguir el camino de la verdad. Pidamos con todo nuestro corazón "Purifica nuestros corazones para servirte de Verdad".
 
 
(Gentileza de www.Torá.org.ar)
 

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