Para Impresionar a Los Demás…
Tras la reciente crisis hipotecaria en los EEUU que, un banquero hipotecario que casi había perdido todo lo que tenía tomó los últimos dólares que le quedaban para...
Tras la reciente crisis hipotecaria en los EEUU, un banquero hipotecario que casi había perdido todo lo que tenía tomó los últimos dólares que le quedaban para comprar un boleto de avión rumbo a…
Para impresionar a los demás…
Las personas que tratan de impresionar a los demás rara vez lo logran. Al contrario: por lo general les va mal en la vida. ¿Por qué? Porque cuando uno trata de impresionar a los demás, uno no impresiona ni a Di-s ni se impresiona a sí mismo. En lo profundo de su ser, sabe que es todo una farsa y una mentira. ¡Qué desperdicio de tiempo y de esfuerzo!
Veamos lo que ocurre con el dinero: aquéllos cuyo único objetivo en la vida es volverse ricos se dan cuenta de que el dinero los esquiva. La mayoría de las veces acaban endeudándose. ¿Por qué? Porque los que persiguen el dinero nunca están satisfechos con lo que tienen. Todo el tiempo piden préstamos de dinero y préstamos hipotecarios enormes y viven una vida que no pueden permitirse con dinero que en verdad no les pertenece. Se embarcan en transacciones riesgosas y gastan plata para comprar todo lo que se les antoja; se engañan a sí mismos pensando que hacer alarde del dinero (que en realidad no poseen) es bueno para los negocios, al mostrarles a los demás lo bien que les va…
Tras la reciente crisis hipotecaria en los EEUU que tuvo lugar hace un par de años, un banquero hipotecario que casi había perdido todo lo que tenía tomó los últimos dólares que le quedaban para comprar un boleto de avión rumbo a Israel; quería que yo le diera mi bendición y mi consejo. Cuando vino a verme, se puso a llorar diciéndome que a él, que antes ganaba un sueldo de siete dígitos, ahora no le alcanzaba para pagar el almacén. Cuando le pregunté cómo se las arreglaba con su presupuesto familiar y le dije que tenía que cortar todos los gastos excepto los más necesarios, él se negó rotundamente a vender su Cadillac. “Si lo vendo, entonces todos se van a enterar de que estoy en problemas”, argumentó. Así es como la Mala Inclinación del “dinero y el éxito ficticios” le nubla la mente a la persona: qué importa que los niños se mueran de hambre, siempre y cuando pueda seguir manejando su Cadillac.
Al poco tiempo también perdió el auto…
Al final, todos saben la verdad. Llegan las cuentas y no hay suficientes fondos en el banco para pagarlas. Las compañías de las tarjetas de crédito exigen lo que les corresponde. Los acaparadores de dinero que querían impresionar a todos con sus fortunas construyeron todas sus vidas en torno a compras plásticas, usando dinero que no les pertenecía. Pero al final la burbuja explota.
Cuando la gente en la sinagoga empieza a susurrar en voz baja que vieron al acreedor Fulano golpeando a la puerta del dueño del Cadillac, ya no se dejan impresionar más…
Tratar de impresionar a los demás es una forma de tenerles miedo. Y eso es exactamente lo opuesto a tener Emuná. Todo el dinero que la gente derrocha al comprarse ropa de diseñadores exclusivos ciertamente no la ayudará a acercarse a Di-s, pero aun así éste es un fenómeno de salvaje competencia social que existe incluso en los medios religiosos.
La verdadera Emuná no consiste en una barba larga o un traje largo, sino en estar feliz con la porción que Di-s nos dio. Emuná es saber que Di-s te da tu porción diaria de todo lo que necesitas para llevar a cabo tu función en este mundo.
Uno debe sentirse feliz con lo que le tocó en la vida y debe llevar un estilo de vida frugal. A nivel práctico, esto significa que cada uno debe proveer las necesidades de su familia y de uno mismo. Esto incluye comida y vestimenta. Uno debe tratar de evitar las compras impulsivas e innecesarias, en especial cuando no tiene dinero para pagar. Tal vez esto suene simple, pero ¿con qué frecuencia la gente hace caso de este consejo?
Además, tratar de impresionar a los demás resulta contraproducente para obtener un buen sustento. ¿De qué manera?
Rabí Natan escribe en Likutey Halajot que la confianza en Di-s es la mejor forma de adquirir riquezas. Uno debe levantar la vista al Cielo y pedirle a Él. Al hacerlo, está cumpliendo con las palabras del Rey David en el Salmo 145: “Los ojos de todos Te miran a Ti y Tú les das su comida en el momento indicado”. Rabí Najman escribe en Likutey Moharán (I:76): “Al mirar hacia Arriba con completa confianza en Di-s, uno puede transformarse en una Vasija capaz de recibir abundancia y riqueza. El Rostro y las bendiciones de Di-s le son conferidos al mundo entero en forma constante. Sin embargo, la persona no puede recibir nada de esa abundancia hasta que prepare un receptáculo digno. Al mirar en dirección al Cielo y confiar en Di-s, uno se transforma completamente en esa vasija que es capaz de recibir bendiciones en el momento apropiado”.
En otras palabras, lo único que debería importarnos es cómo lucimos frente a Di-s, no frente a los ojos de los demás…
Cuando venga el Mashíaj, todos desearán haber puesto más énfasis en aprender Emuná que en tratar de impresionar a la gente. La Emuná es la palabra clave.
1/19/2021
Muy certero. Muy importante para darle continuidad en nuestra vida y agradecer las bondades diarias.
7/05/2011
DIFICIL PERO IMPOSIBLE QUE DIFICIL ES CENTRAR NUESTRA ATENCION EN LOS MENSAJES DE HASHEM ASI COMO SU SUPERVICION EN LO QUE HACEMOS QUIERO CONSTANTEMENTE TRABAJAR MI EMUNA PORQUE SIENTO QUE DE REPENTE ES DECIL GRACIAS POR LO QUE ESCRIBE Y GRACIAS POR SU LIBRO EN EL JARDIN DE LA FE
7/05/2011
QUE DIFICIL ES CENTRAR NUESTRA ATENCION EN LOS MENSAJES DE HASHEM ASI COMO SU SUPERVICION EN LO QUE HACEMOS QUIERO CONSTANTEMENTE TRABAJAR MI EMUNA PORQUE SIENTO QUE DE REPENTE ES DECIL GRACIAS POR LO QUE ESCRIBE Y GRACIAS POR SU LIBRO EN EL JARDIN DE LA FE