Un Humilde Siervo de Dios – Tazría

“Hashem le habló a Moshé, diciendo: “Habla a los Hijos de Israel, diciendo: Cuando una mujer conciba y dé a luz un varón, será impura por un período de siete días, como durante los días de su enfermedad de separación será impura” (12:1-2) 

Al final de la parasha de la semana pasada se tratan las leyes de la impureza de los animales muertos. La Torá se ocupa ahora de la impureza que emana de los seres humanos – comenzando con la mujer que da a luz (Artscroll comentario allí). Rashi cita un Midrash que dice: ‘Rabi Simlai dijo que así como la creación del hombre fue después de que Hashem creara las aves y los animales, así también las leyes de los seres humanos se explican después de la vida animal’. 

Rabi Noson explica que la creación del hombre fue después de la creación de los animales para que el hombre aprendiera a dominar su tosquedad y arrogancia y realmente fuera digno de estudiar Torá y servir a Hashem. Es imposible merecer el conocimiento de la Torá y las buenas acciones y la teshuvá, cada persona según su nivel, a menos que alguien sea capaz de quebrar su arrogancia y tosquedad. Por esta razón, el hombre fue creado en último lugar. Los Sabios dijeron que el hombre fue creado en último lugar para poder entrar inmediatamente en la comida festiva de Shabbos; alternativamente, si se vuelve arrogante, la gente le recordará, ‘un mosquito fue creado antes que tú durante el acto de la creación’. 

Esto significa que el hombre fue creado sólo para estudiar Torá y servir a Hashem todos los días de su vida – y por eso la comida de Shabbat ya está preparada para él, todo lo que necesita para su sustento y tranquilidad ya fue creado antes que él. Por otro lado, los Sabios dijeron que la persona no es digna la sagrada comida de Shabbat, que representa la Torá y el servicio a Hashem, a menos que tenga humildad. Sólo a través de la humildad uno se hace meritorio de servir verdaderamente a Hashem y acercarse a Él. Y cuando la persona se vuelve arrogante, entonces la gente dice ‘un mosquito vino antes que tú’ porque los animales lo dominan. Es más bajo que un animal debido a su comportamiento arrogante. 

Rabi Noson dice que hoy en día ocurre exactamente eso: el hombre es bendecido por Hashem con posesiones y un medio de vida con el fin de cumplir su verdadero propósito en el mundo, pero esta bendición depende de que se esfuerce por ser verdaderamente humilde. Vemos entonces que la razón principal para crear al hombre después de todos los animales fue la humildad, que es el atributo necesario para recibir y conectarse apropiadamente con la Torá. Esta es también la razón, dice Rabi Noson, por la cual después de este capítulo de la Torá sobre la mujer que da a luz, la Torá trae las leyes de las manchas de la piel, que vienen como resultado de la soberbia.

¿Qué significa ser humilde? ¿Cómo podemos hacer para merecer el atributo de la humildad? 

En una enseñanza que aprendí esta semana, Rabi Najman de Breslev dice que con respecto al atributo de la humildad, la gente comete muchos errores. O bien piensan que ya han alcanzado el atributo de la humildad o bien están equivocados sobre lo que significa ser humilde. 

Él dice que necesitamos mucho conocimiento espiritual para saber cómo ser verdaderamente humildes, y en realidad, sólo Moshé, debido a su increíble conocimiento de Hashem, podía ser verdaderamente humilde. Cuanto más capaces somos de obtener conocimiento de Hashem, conocimiento de la Torá, más capaces somos de reconocer la grandeza de Hashem y darnos cuenta de nuestra propia humildad. Rabi Najman también dice en su libro, Sefer HaMidot (en español, El Alef Beit) en el capítulo sobre los rasgos de carácter, que a través de la fe una persona llega a la humildad.

En su enseñanza anterior, Rabi Najman dice que sólo a través de la humildad la persona puede merecer aprender Torá y acercarse a Hashem. Rabi Najman nos enseña aquí que tratar de conocer a Hashem y Su Torá también nos lleva a la humildad. Humildad es ser capaz de aceptar que no sé y que está bien no saber algo. Es ser realista con el lugar que ocupamos en la vida y querer crecer a partir de ahí. También es reconocer nuestros atributos y fortalezas, pero sabiendo que son dones de Dios, que nos bendijo con estos dones para que podamos ayudar a los demás y hacer el bien en el mundo.