El secreto del Día de la Independencia de Israel

El Gaón de Vilna dijo que los días 20 y 42 de la cuenta del Omer eran días especiales, ventanas espirituales de oportunidad con respecto a la Redención del pueblo judío.

El día 20 del Omer está aquí de nuevo, y muchas personas que podrían aprovechar la oportunidad para impulsar la Redención Final perderán la oportunidad.

Una vez leí que el Gaón de Vilna dijo que los días 20 y 42 de la Cuenta del Omer eran días especiales, ventanas espirituales de oportunidad en lo que respecta a la redención del pueblo judío. Incluso las midot haiom (rasgo de carácter para el día), Yesod she be Tiferet (Fundación dentro de la Armonía) y Maljut she be Yesod (Reinado dentro de la Fundación) respectivamente, sugieren esto también.

Como tales, estos son días propicios para rezar con fervor por la llegada del Mashíaj y la Redención Final. Estos dos días, más que los otros 63 días del año, son excelentes oportunidades para darle gracias a Dios porque todavía estamos aquí como pueblo, y viviendo en nuestra tierra una vez más. Ninguno de los dos es un pequeño milagro.

¿Qué persona que anhela la redención querría dejar pasar una oportunidad así? ¿Qué judío que reza por la redención al menos tres veces al día en su Shemona Esré no querría aprovechar esta oportunidad única de gueulá shlemá?

Sin embargo, cada año, cerramos la ventana de la oportunidad espiritual en estos dos días del Omer. Desde hace décadas, los días 20 y 42 del Omer han ido y venido y la gente ha hecho poco para utilizarlos para promover la causa de la redención.

¿Qué son estos dos días?

El 20º día del Omer es Yom HaAtzmaut, el Día de la Independencia de Israel, y el 42º día es Yom Yerushalayim, el Día de Jerusalén.

Cada año, en lugar de aprovechar la oportunidad de estos días del Omer orientados a la redención, a menudo los ignoramos en el mejor de los casos. Nos perdemos todo el sentido de lo que estos dos días representan. 

¿Debería sorprendernos? No, en absoluto. Estamos viendo fuerzas antiguas en juego, escenarios tan antiguos como el hombre mismo. Lo único sorprendente es que, después de miles de años de experiencia, no estamos en mejor situación para lidiar con ellas.

El concepto, como se menciona en Shaar HaGuilgulim, es “mirmá utachboset”, que significa “engaño e intriga”. Es una táctica usada, históricamente, por el Sitra Ajra (Satán), y sorprendentemente, por Dios mismo.

Primero, la Sitra Ajra. A la Sitra Ajra no le gusta la redención ni nada que tenga que ver con ella. Redención significa Mashíaj y la perfección de la humanidad. Significa el fin del yetzer hara, y por lo tanto, de la Sitra Ajra. Por lo tanto, la Sitra Ajra odia la redención.

Pero, por otro lado, es un ángel inteligente. Y tiene que serlo para que el libre albedrío sea relevante para el hombre. Aunque puede hacer que algunas personas se precipiten de cabeza en el pecado, con otras no puede. Son demasiado inteligentes, demasiado morales. Si quiere que pierdan una oportunidad espiritual, debe ser astuto. Debe hacerles creer que lo que están haciendo mal es realmente lo correcto.

Si el “camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”, es porque el Sitra Ajra es el contratista. Él es quien se aprovecha de las deficiencias espirituales y la ceguera de las personas para engañarlas y hacerlas pecar cuando, de otro modo, no pecarían. 

Sin embargo, Dios fue quien dispuso que Abraham naciera de Teraj, el idólatra y lo hizo para engañar al Sitra Ajra y hacerle creer que no iba a nacer nadie importante.

Él también dispuso que Rut naciera de Moav, una nación que comenzó con una relación incestuosa. “¿Cómo es posible que algo que tenga que ver con el santo Mashiaj”, debió de pensar entonces el Sitra Ajra, “provenga de una relación tan impía?”.

Para su sorpresa, así fue.

También fue Dips quien hizo que el comienzo de Dovid HaMelej fuera tan turbio espiritualmente. Aunque Él hizo que la vida del antepasado del Mashíaj fuera muy difícil, también hizo que el camino hacia el Mashpiaj muy posible, e incluso inevitable. Ni siquiera sabemos cuántas veces han sucedido cosas semejantes a lo largo de la historia en el largo camino hacia el Mashíaj y la Redención Final.

El día 20 del Omer está aquí de nuevo, y muchas personas que podrían aprovechar la oportunidad para impulsar la Redención Final perderán la oportunidad. 

No nos dejemos engañar de nuevo por la Sitra Achra. Engañémoslo a Él alejando las distracciones de la celebración y, en su lugar, recemos por la Redención con misericordia en un día tan auspicioso.