Más allá de las limitaciones – Behar

A un agricultor judío de Tierra Santa se le ordena dar descanso a la tierra durante el Año Sabático. A cambio, Hashem promete...

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 13.05.23

“Y ordenaré Mi bendición para ti en el sexto año y dará una cosecha suficiente para el período de tres años” (Vayikra 25:21).

Al agricultor judío de Tierra Santa se le ordena dar descanso a la tierra durante el Año Sabático. A su vez, Hashem promete un rendimiento triple para la cosecha del sexto año: grano suficiente para la última parte del sexto año, para el Año Sabático cuando se prohíbe cultivar y trabajar la tierra, para el octavo año mientras crece el grano nuevo, y para la primera parte del noveno año hasta la ofrenda del Omer el 16 de Nisán, cuando se permite el grano nuevo.

¿Por qué utiliza Hashem un lenguaje tan severo cuando promete: “Ordenaré Mi bendición”? ¿No parecería más lógico que Hashem dijera algo más delicado, como por ejemplo “otorgaré mi bendición”?

La explicación a las preguntas anteriores es muy sencilla: la naturaleza y el funcionamiento natural de las creaciones están inculcados en cada criatura. Sin embargo, la naturaleza no es más que una herramienta en manos de Hashem y el modo normal que Hashem utiliza para dirigir el mundo. Hashem puede anular la naturaleza donde quiera y cuando quiera emitiendo una orden especial. Como regla general, la Tierra da un rendimiento normal, con un margen de más/menos 30%. Pero un rendimiento triple garantizado en el momento exacto del Año Post-Sabático requiere que Hashem emita una orden especial. Por lo tanto, Hashem dice que ordenará Su bendición; en otras palabras, Hashem realiza un milagro especial para aquellos agricultores fieles que temen Su Santo Nombre.

Rabi Najman de Breslev enseña que tanto la plegaria     como la confianza en Hashem elevan a la persona por encima de las limitaciones de la naturaleza, especialmente en la Tierra de Israel. La plegaria, explica Rabi Najman (ver Likutei Moharan I:7), es la expresión de emuná, o fe completa en que Hashem renueva el mundo cada día tal como Él desea. Por lo tanto, mediante la plegaria, uno puede lograr milagros por encima del nivel de la naturaleza. Israel es la Tierra de la emuná y la plegaria, y propicia a los milagros. En otra instancia, Rabi Najman comenta que confiando en Hashem, en otras palabras, buscando en Hashem todas nuestras necesidades, recibimos abundancia y sustento exactamente en el momento adecuado, un concepto que también desafía a la naturaleza. En la práctica, esto significa que aunque falte una semana para el día de pago, a través de la plegaria y la confianza en Hashem, ¡uno puede recibir todo lo que necesite ahora mismo!

Veamos un detalle revelador de la porción de la Torá de esta semana: Hashem dice: “Ordenaré mi bendición” (Vaikrá 25:21) sólo después de que la Torá reprende al agricultor escéptico que no confía en Hashem y pregunta: “¿Qué comeremos en el séptimo año?” (Ibíd. 20). Si el agricultor hubiera escuchado el consejo de Rabi Najman y Le hubiera rezado a Hashem y hubiera confiado en Hashem, entonces Hashem no habría tenido que anular la naturaleza y ordenar la bendición de una triple cosecha. Las oraciones del agricultor y su confianza en Hashem habrían sido suficientes para invocar el milagro de la triple cosecha. Lo único que tiene que hacer es pedirle a su amado Padre Celestial, y depositaqr su confianza en Él.

En vez de pedirle a nuestro amado Padre Celestial por todas nuestras necesidades, gastamos energía innecesaria corriendo por todos lados tratando de juntar para vivir.

Hashem está más que feliz de proveer todo lo que necesitemos exactamente cuando lo necesitemos. Pero Hashem quiere que aprendamos – para el bien final de nuestras almas – la oración, la fe y la confianza. El triple poder espiritual de la oración, la fe y la confianza es capaz de invocar una tremenda abundancia, hasta el punto de que Hashem envía el sustento de la persona que confía directamente a su puerta, permitiéndole concentrarse en el estudio de la Torá y en el cumplimiento de las mitzvot. A lo largo de la historia y hasta el día de hoy, muchos campesinos de la Tierra de Israel aprovechan el Año Sabático para sentarse en la Casa de Estudio. Esto demuestra que Hashem anula las leyes y limitaciones de la naturaleza para alimentar y sostener a Sus amados hijos. En virtud de la plegaria y la confianza, que todos merezcamos siempre abundancia de bendiciones espirituales y materiales. Amén.

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