Recibe tu Torá
Rabi Natan enseña que cualquier persona puede recibir su Torá personal cualquier día que desee, ¡incluso todos los días!
El período entre Pesaj y Shavuot, cuando contamos el Omer, es una cuenta regresiva para el día tan exaltado en que recibimos la Torá de nuevo. Sin embargo, cada persona puede hacerse merecedora de recibir su Torá personal cualquier día que desee o incluso todos los días. Permítanme que les explique…
Cuando un torbellino de pensamientos negativos inunda la mente de una persona; cuando las distracciones y la lujuria la invaden con la duda pero no se desespera y, en lugar de caer en la tentación, invoca a Hashem- asciende al lugar más elevado del reino espiritual y de allí hace bajar la Torá. Esto es lo que se llama “recibir la Torá”. Esta persona literalmente recibe una porción muy especial de la Torá de acuerdo con la prueba que resistió sin caer en la tentación.
Ahora podemos entender aquello a lo que Rabi Natan llama “recibir la Torá en el desierto”. El desierto representa la morada de fuerzas espirituales que nos desafían. La Nación de Israel soportó muchas pruebas que fueron la manifestación espiritual del “desierto”. Los judíos se vieron envueltos por todo tipo de dificultades de fuerzas espirituales negativas. Fueron desafiados en cuerpo y espiritu con serpientes, angeles ardientes, escorpiones, tormentas de viento, sed, calor abrasador y granizo. Lo superaron todo y clamaron a Hashem, tal como dice la Torá: “Y los Hijos de Israel clamaron a Hashem”. Entonces merecieron la redención en el lugar de las fuerzas espirituales negativas e impuras.
Cuando buscaron a Hashem en un lugar que parecía estar lejos de Él, se hicieron merecedores de recibir la Torá, tal como se explicó anteriormente. Este es el concepto llamado “descender con el propósito de ascender”. Un aspecto específico de la Torá es alcanzable sólo cuando uno busca a Hashem mientras está encerrado en su propio desierto espiritual – donde moran las fuerzas espirituales externas. La persona que logra superar estas fuerzas espirituales negativas y conectarse con Hashem está revelando la gloria de Hashem en el mundo.
Nuestros Sabios dicen que Hashem creó el mundo con diez pronunciamientos. Vale decir, con cada detalle que creaba, Hashem decía: “Y Hashem dijo”. Por ejemplo: “Y Hashem dijo: ‘Hágase la luz’ y se hizo la luz”. “Y Hashem dijo: ‘Que haya un cielo dentro del agua’“, etc. Estos son los enunciados. Una mirada atenta a los primeros versículos del Libro del Génesis revela que sólo hay nueve declaraciones explícitas. ¿Dónde está la décima? La décima es: “En el principio creó Hashem”. Esto se llama la declaración oculta, porque Hashem no se menciona explícitamente como pronunciando nada. Más bien, la declaración está oculta en las palabras “En el principio, Hashem creó”.
Este primer enunciado oculto es la raíz de todos los demás enunciados y la raíz de toda la Torá. En ella se oculta el nivel más elevado de la Torá que existe. Cuando la persona grita: “¿Dónde estás, Hashem?”, está asciendendo al nivel de la declaración oculta, a la raíz de todas las declaraciones y a la raíz de toda la Torá, ¡trayendo la Torá a este mundo desde las alturas espirituales más elevadas! Es precisamente cuando la persona experimenta dificultades y no puede encontrar a Hashem – en los momentos difíciles- que puede alcanzar la Torá.
Sin embargo, hay una estipulación; la persona logra transformar un revés en un triunfo maravilloso solamente a condición de que no caiga en la desesperación en las épocas difíciles. Esto no es fácil, porque la Mala Inclinación se aprovecha de las dificultades y los períodos oscuros para quebrantar el espíritu de la persona con mensajes como: “No hay esperanza para ti, nunca superarás tus bajos deseos físicos. ¿Para qué complicarte la vida con todo este asunto de la emuná? Pásale bien y al diablo con tus fantasías espirituales…”. Estas son las palabras de propaganda de un enemigo terrible que quiere destruirte: la Mala Inclinación. Su propósito es sumir a la persona en la desesperación.
Cuando la persona ignora y supera los mensajes de la Mala Inclinación y continúa buscando y esperando la presencia de Hashem, revela las chispas de santidad que se ocultan incluso en esos lugares oscuros y bajos. ¡Este es uno de los más grandes logros espirituales al que uno puede aspirar!
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