¡Casarse No es Sólo Una Fiesta!

 

El trabajo comienza

Más que hacer un examen básico de fondo del candidato potencial, la mujer soltera no debería pensar que se puede realizar una investigación más profunda e intensiva. Ninguna investigación revelará cómo el hombre soltero de hoy reaccionará y responderá a la situación matrimonial de mañana. Una mujer llega a conocer a su cónyuge después de casarse. Es sólo entonces que comienza a construirse y entablarse una relación auténtica, por medio de mucho trabajo, indulgencia, paciencia, y una verdadera voluntad de construir una vida mutua.

Por lo tanto, aunque la soltera debe hacer todo lo posible para casarse con un hombre de buen carácter, no debe por otra parte mantener ninguna ilusión que se casa con el "Hombre Perfecto". Este hombre no existe. Hay que saber que cada persona posee todo tipo de defectos. Así como ella misma sabe que no es perfecta, tampoco su cónyuge lo es. Y justamente en esto consiste la finalidad del matrimonio – aprender a aceptar uno al otro con amor y ayudarse a perfeccionarse.

 

Hay que saber de antemano que incluso el que invierte un verdadero esfuerzo para corregir su carácter, con toda la buena voluntad, plegarias y estudio – el cambio no llega de la noche a la mañana. Tal cómo ha dicho el Gaón de Vilna que es más fácil aprender el Talmud entero que corregir un solo mal rasgo de carácter. Hay que saber de antemano que incluso el que invierte un verdadero esfuerzo para corregir su carácter, con toda la buena voluntad, plegarias y estudio – el cambio no llega de la noche a la mañana. Tal como ha dicho el Gaón de Vilna, el gran genio y erudito del Talmud y uno de los más grandes líderes espirituales del Judaísmo del siglo XVIII, que es más fácil aprender el Talmud entero con todos sus tratados, y hasta saberlo de memoria, ¡que cambiar un solo mal rasgo de carácter!

La esposa primeriza debe, ante todo, aprender a vivir con los defectos de su esposo, y concentrarse siempre en sus buenos aspectos y ventajas. Entonces, ella ciertamente reconocerá que los defectos de su esposo no tienen comparación alguna con sus cualidades. Ella debe llegar a sentir gran amor por él y aceptarlo tal como es.

Ésta es la regla: el matrimonio es un trabajo difícil, no una fiesta. Hasta ahora, vivías como una princesa en la casa de papá y mamá. Nadie exigió un cambio considerable de tu parte, al contrario, fuiste mimada y comprendida. No te encontrabas en un ámbito que demandaba gran envolvimiento emocional y mucha responsabilidad. Pero después de casarte, el verdadero trabajo de la vida comienza. Te casaste para comenzar a trabajar sobre ti misma – ¡nunca lo olvides!

 

Sin fantasías

El conocimiento que la meta del matrimonio es un verdadero trabajo, constituye la mejor preparación para la vida conyugal. Una vez que sabemos este hecho primordial, alcanzamos la fuerza y la paciencia para soportar las dificultades que aparecen en el camino que debemos andar para construir una durable unión matrimonial, de la que saldrán maravillosos frutos.

 
No tengan ninguna duda: todos los buenos hogares de los cuales salieron generaciones rectas y hasta los grandes Justos y líderes espirituales de nuestra nación, se construyeron con mucho trabajo duro y esfuerzo constante y serio. No existe ninguna pareja en el mundo, hasta entre los grandes Justos, a la que le fue todo fácil desde el principio, y la que haya gozado inmediatamente de la paz doméstica. Ellos trabajaron duro sacando su fuerza del lúcido conocimiento de lo que les espera y de lo que quieren conseguir juntos. Sólo así afrontaron todas las dificultades y pruebas con éxito. ¡Qué afortunados!
 

La arrogante sólo pierde

 

Es muy importante que la soltera no sea ni orgullosa ni demasiada quisquillosa, ya que este tipo de gente pierde finalmente a su autentica pareja. Tal como dijo el gran rabino, el Staipler zt"l: "Vi con mis propios ojos a aquellos que perdieron con sus propias manos sus auténticos cónyuges, a causa de su orgullo".

A la luz de lo anterior, la soltera que se conduce orgullosamente podría caer en la trampa de la desesperación, pensando que ya está todo perdido. Eso no es verdad, ya que la Teshuvá, el arrepentimiento auténtico, tiene siempre el poder de rectificar todo. HaShem es Todopoderoso y tiene bastantes buenos cónyuges para ofrecerle. Por lo tanto, debe rogarle al Creador, pedirle perdón por su arrogancia al negar todas las proposiciones que le ofrecieron, ya que es muy probable que uno de ellos era su auténtico cónyuge. Luego expresará su remordimiento y se comprometerá a mejorar su conducta en el futuro. Más sincera sea su Teshuvá, más HaShem le prestará atención, tendrá misericordia de ella, y más rápidamente le enviará una maravillosa pareja.

 

– Extraído del libro "La Sabiduría Femenina" por Rabí Shalom Arush, traducido por Rab Yonatán D. Galed –