Refinar el celo
¿Por qué Dios le otorgó a Pinjas, el arquetipo del zelote, un pacto de paz?
“Pinjas… vengó celosamente Mi causa entre los israelitas…. Por tanto, dile que le he dado Mi pacto de paz” (Números 25:11-12)
¿Por qué Dios le otorgó a Pinjas, el arquetipo del zelote, un pacto de paz?
La plegaria de Shmuel HaKatan
El Talmud (Berajot 28b) cuenta que Rabban Gamliel, que dirigía el Sanedrín en Yavne tras la destrucción de Jerusalén, vio la necesidad de añadir algo a la plegaria diaria. El pueblo judío necesitaba protección Divina especial contra herejes y delatores. Pero Rabban Gamliel tuvo problemas para encontrar un erudito capaz de componer tal plegaria.
Al final, Shmuel HaKatan (‘Samuel el modesto’) aceptó formular dicha plegaria, llamada “Birkat Haminim”. ¿Por qué fue tan difícil encontrar un erudito para que fuera el autor de esta plegaria? ¿Qué hacía que Shmuel HaKatan estuviera tan calificado para la tarea?
Por su propia naturaleza, la plegaria es un medio de armonía y comprensión, lleno de bondad y amor. Cualquier erudito con un nivel espiritual adecuado es capaz de escribir plegarias apropiadas para una nación santa y sabia.
Sin embargo, una plegaria en la que se denuncie a los calumniadores y a los herejes despierta poderosas emociones de hostilidad e ira. Es natural que sintamos odio hacia nuestros enemigos y los enemigos de nuestro pueblo. Para componer una plegaria adecuada contra los enemigos se requiere una persona totalmente pura y santa, que haya logrado eliminar de su corazón todo odio y resentimiento mezquino. Para que tal plegaria sea pura, su única intención debe ser limitar el daño y corregir el mal causado por los malvados, ya que ellos impiden el progreso espiritual y ético del mundo. Es por este motivo puro y desinteresado por el que suplicamos a Dios que venza a los malvados y frustre sus planes malvados.
Aunque los motivos iniciales sean puros, si uno está sujeto a los más mínimos sentimientos de animosidad que naturalmente surgen cuando uno se siente atacado, inevitablemente sus pensamientos estarán contaminados por el odio personal, y su plegaria se desviará de la verdadera intención. Sólo Shmuel HaKatan era un candidato adecuado para componer esta difícil plegaria. El lema de su vida era “No te alegres cuando caiga tu enemigo” (Avot 4:9). Shmuel consiguió eliminar de su corazón todo sentimiento de enemistad, incluso hacia sus enemigos personales. Sólo este santo erudito fue capaz de componer una plegaria contra los calumniadores que transmitiera los sentimientos de un corazón puro, expresando las aspiraciones interiores del alma por el bien universal completo.
De Shmuel HaKatan aprendemos que el fanatismo no es un asunto sencillo. El celo debe ser cuidadosamente refinado para asegurar que sea verdaderamente por amor al Cielo, tal como el Rav Kook explicó:
“Necesitamos refinar el atributo del celo, para que cuando entre en el reino de lo sagrado, sea un celo puro por Dios. Dado que el celo contiene a menudo una ligera influencia de los defectos humanos, nuestro poder de autoexamen debe determinar su motivo principal. Debemos asegurarnos de que no se basa en celos personales, que pudren los propios huesos, sino en un celo por Dios, que proporciona un pacto de paz”.
Al otorgarle a Pinjas un pacto de paz, Dios afirmó que el acto de celo de Pinjas -defender al pueblo judío de las influencias idólatras- fue realizado con motivos puros. Sólo Dios podía atestiguar la pureza del celo de Pinjas, que había actuado únicamente por el bien del Cielo, sin ninguna mezcla de mezquindad o animosidad personal. El celo de Pinjas era producto de su ardiente amor a Dios, una expresión de su deseo de traer la verdadera paz (shalom) y la perfección (“shleimut”) al mundo.
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