Los Arios del Siglo 21

Al igual que la Alemania Nazi, el actual Irán de Ahmadinejad y Ayatollah Khomeini también está obsesionado hasta la locura con la destrucción del pueblo judío…

Con todas las charlas sobre el tema de Irán y su objetivo de destruir a los judíos, enseguida me vino a la mente un grupo anterior de psicópatas que también estaban empeñados en exterminar Judíos. Los Nazis. Ellos se llamaban a sí mismo “Arios”.

La Alemania de Hitler creía que su nación consistía de miembros de la más pura raza aria. Ellos creían que eran naturalmente superiores a los no arios, y especialmente a los judíos. Y estaban particularmente obsesionados con la idea de que era su deber histórico liberar al mundo de los Judíos.

Al igual que la Alemania Nazi, el actual Irán de Ahmadinejad y Ayatollah Khomeini también está obsesionado hasta la locura con la destrucción del pueblo judío.

El Irán de hoy corresponde a lo que una vez llamamos Persia. Todos sabemos eso. Y todos sabemos que así fue llamada durante miles de años, desde la época bíblica. Sin embargo, lo que no se entiende es ¿por qué de repente Persia se convirtió en Irán en pleno siglo 20?
He aquí el por qué. Dos años después de que Hitler llegó al poder, el gobernante de Persia, Reza Shah, estaba fascinado con la Alemania nazi. Le fascinaba especialmente el concepto de “arianismo”. El consideró que los persas eran arios y no árabes, y quería que el mundo lo supiera. Entonces, en 1935, con el apoyo de la Alemania de Hitler, cambió el nombre de su país y lo llamó Irán.

La palabra “Irán” en persa antiguo significa “tierra de los arios”.

Así que ahora estamos en el siglo 21 con una nueva Tierra de Arios que están buscando nuestro exterminio. A lo largo de los años, Ahmadinejad ha venido diciendo que Israel tiene que ser borrado del mapa y que la "solución" a la crisis del Medio Oriente es la eliminación de Israel, Di-s no lo permita! Es fácil de imaginar lo orgullosos que estarían sus predecesores nazis.

A diferencia del Tercer Reich Ario de Hitler, la Tierra de los Arios de hoy es nuclear. Y por si a alguien le queda hay alguna duda de que Irán se está enriqueciendo en uranio con el solo objetivo de aniquilar a los Judíos, le podemos decir que la esposa del científico nuclear recientemente asesinado Mostafa Ahmadi Roshan, le dijo a la Agencia iraní Fars News hace un par de meses que "el objetivo final de Mostafa era la aniquilación de Israel”. Mostafa no era más que un técnico, un director de la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, y su motivación para construir el programa nuclear de Irán era el objetivo de destruir a Israel…

Por supuesto, Ahmadinejad insiste en que las intenciones nucleares de su gobierno son solamente pacíficas.

Y no miente.

Cuando nosotros los occidentales escuchamos la palabra “paz”, nos viene a la cabeza el sol, el arco iris y todos llevándose bien con todos. Pero eso no es a lo que Ahmadinejad se refiere cuando dice la palabra “paz”.

Para Ahmadinejad, la palabra “paz” significa un mundo sin Israel.

Si esto te suena vagamente familiar, es probable que hayas leído “Las Guerras de los Judíos” de Flavio Josefo.

Josefo escribió hace ya alrededor de dos mil años que el emperador romano Vespasiano también creía que paz significaba la destrucción de los judíos y de Israel. No sé si sabrás, Vespasiano fue el emperador que junto a su hijo Tito destruyó Judea y el Bet HaMikdash (nuestro Santo Templo) en el año 70. Vespasiano erigió un templo pagano en Roma, jactándose de haber derrotado a los judíos (y para guardar allí los utensilios de oro del Beit HaMikdash).

No llamó a su templo "El Templo del Triunfo". Tampoco lo llamó "El Templo de la Victoria".

Según Josefo, lo llamó "El Templo de la Paz."

En las retorcidas mentes de nuestros enemigos, la paz es sinónimo de nuestra destrucción. Y ahora Ahmadinejad, presidente de la Tierra de Los Arios, está tratando de lograr lo mismo que Vespasiano y su hijo Tito.

La desaparición de la Tierra de Israel y los Judíos.

Sólo que al igual que su antecesor Hitler, Ahmadinejad, que niega el Holocausto, quiere que la destrucción sea total.

Durante una ceremonia llevada a cabo en marzo en conmemoración del septuagésimo aniversario de la deportación de los judíos de Francia a Auschwitz, el famoso cazador de nazis Serge Klarsfeld estableció una comparación entre los fascistas islámicos como Ahmadinejad y Hitler.

Dijo Klarsfeld: “El odio anti-judío que llevó a esas decenas de miles de víctimas a una muerte atroz por desgracia sigue vivo y perdura, si bien ha cambiado su vector y la ideología hitleriana ha sido sustituida por el sector más extremista del Islam”.

Alemania, Irán-Persia, Roma, Rusia (que suministra armas a Irán)-parece como si el mundo estuviera a punto de desbordarse y que todos los dejos anti-judíos que percibimos a través de los siglos se acometen todos de un solo saque.

Uno no tiene que ser profeta para entender que se están juntando las nubes de tormenta y se está sintiendo en el aire el final de la historia.
Nosotros los judíos hemos estado esperando ansiosamente la Gueula, nuestra completa redención del exilio que se ha extendido más de dos mil años. Y parece ser que nuestra espera está a punto de terminar. Pero como el Rebe Najman le dijo a nuestra generación hace doscientos años, todavía hay un ingrediente que falta que hace que la Gueula no llegue.

Ese ingrediente es la Emuná, la fe completa en HaShem.

Rebe Najman dijo: “En esencia, la redención depende de la fe. La principal causa del exilio es simplemente una falta de fe” (Consejo, pag. 7). Y dado que estamos todavía en exilio, el Rebe Najman nos dice que todavía necesitamos fortalecer nuestra Emuná.

Durante la Guerra del Golfo, yo estaba asistiendo a una Yeshiva para Baalei Teshuva en Israel. En ese momento, un nuevo enemigo trató de matar a la mayor cantidad de judíos posible- y fracasó. El Irak de Saddam Hussein lanzaba misiles contra zonas densamente pobladas. Dado que pensábamos que Irak poseía armas químicas, (y dado que una guerra química es una forma particularmente desagradable de morir) todos agarramos nuestras máscaras de gas y fuimos corriendo a nuestros refugios cada vez que sonaron las sirenas de ataque aéreo. Resultó ser que los misiles de ataque Iraquí nunca fueron químicos, pero nosotros no lo sabíamos. Y durante un ataque con misiles Scud, un par de amigos subieron al techo de la Yeshiva para ver los fuegos artificiales de los misiles que explotaban en la noche. Enseguida les dieron una fuerte reprimenda.

¿Cómo es que pusieron sus vidas en peligro?

“Es que tenemos emuná y bitajon (confianza) en HaShem”- dijeron.

Luego uno de los rabinos de la Yeshiva dio una clase sobre lo que realmente es Emuná y Bitajón. Y dijo al respecto: “Tener Emuná y bitajón no significa que puedes poner tu vida en peligro porque crees que HaShem te salvará. Lo que significa es que que crees que la situación en la que ya te encuentras vino directamente de HaShem”.

La lección de la Guerra del Golfo me quedó grabada durante todos estos años: Todo, incluso la amenaza de una guerra química, viene de HaShem. Y el libro “En el Jardín de la Fe” añade que no sólo es todo de HaShem, sino que todo es para nuestro propio bien (aunque no lo entendamos) y es un mensaje de HaShem para corregir nuestras almas, para que hagamos Teshuvá, arrepentimiento.

Con la amenaza que nos está haciendo “La Tierra de los Arios” de una aparentemente inminente guerra nuclear, así como todas las otras tragedias desgarradoras por las que está pasando el Pueblo Judío, parece bastante obvio que necesitamos Emuná (¡y mucha!). Ahora más que nunca.