Tres ideas para el Seder
Hay tres temas significativos que deben ser revisados, analizados y comprendidos en Pésaj
Hay tres temas significativos que deben ser revisados, analizados y comprendidos en el séder de Pésaj y que cumplen con nuestro requisito espiritual. Son intrínsecos a nuestra espiritualidad -nuestra preparación espiritual- y a toda la festividad de Pésaj.
El líder del séder introduce estas ideas en el siguiente orden:
1. El Korban Pésaj (el cordero pascual): Hashem le dijo al pueblo judío que sacrificara el cordero atado al poste de su cama y que pusiera la sangre en el poste de la puerta de su casa en reconocimiento del hecho de que Hashem eligió salvarnos y pasar por encima de nuestros hogares durante la Décima Plaga—La Muerte de los Primogénitos. Inculcamos en nuestros corazones la gratitud de que Hashem nos eligió. Por lo tanto, somos el Pueblo Elegido.
2. La Matzá: Comemos matzá durante ocho días para conmemorar la Geula-la Redención del exilio egipcio. Hashem nos redimió rápidamente de la esclavitud, y tuvimos que darnos prisa, por lo que no hubo tiempo para que el pan leudara.
3. El Maror: Comemos Maror-hierbas amargas-para recordar la amargura que sufrimos como esclavos en Egipto (Mitzraim).
¿Por qué esto no está en orden cronológico? Parece que deberíamos hablar primero del Maror, la amargura de la esclavitud; luego del Korban Pésaj, donde nos identificamos como creyentes en Hashem; y luego de la matzá, que es el símbolo de nuestra redención de Egipto y nuestra libertad para servir a Hashem, no al Faraón.
Sin embargo, se habla del Maror en último lugar porque es la base sobre la que la nación judía pudo recibir la Torá. Los cimientos son sobre los que construimos. ¡La verdad es que nuestro sufrimiento fue la unica manera de recibir el regalo mas grande-Matan Torá! Es por eso que sólo la persona judía -aquella a la que se le exige recordar el intenso sufrimiento- puede asistir al Séder de Pésaj.
Dentro del sufrimiento debemos saber que la oscuridad será la causa de la luz y que debemos tener completa confianza (bitajon) en HaKodesh Baruj Hu para redimirnos ahora. La única manera de elevarse es experimentar la caída–estar en la oscuridad y luego transformarla en luz. Es la dificultad la que crea la redención. El calendario hebreo refleja esta idea en que comenzamos cada nuevo día cuando está oscuro–en la noche.
Tiene mucho sentido hablar primero del Korban Pésaj, luego de la matzá y finalmente de la base, el Maror. En esta generación, vemos el Korban Pésaj, el primer tema de discusión, como una oportunidad para elegir a Hashem tal como Él nos eligió a nosotros. Es nuestro turno de elegir ayudar a promover Su agenda y hacer Su voluntad. Entonces podremos sentir el logro de lo que significa cuando decimos el Shemá, interiorizar el deseo de Hashem de que lo amemos con “todo nuestro corazón, alma y recursos”.
Después del acto de elegir a Hashem como Él nos eligió, viene la matzá–la Redención. Apreciamos que el Maror -las pruebas y tribulaciones colectivas de la nación judía, incluyendo nuestros desafíos personales- fue una parte necesaria de la educación experiencial de nuestras almas. Por lo tanto, estamos agradecidos incluso por los acontecimientos aparentemente no tan buenos que experimentamos, sabiendo que todo lo que hace Hashem es para bien y con un propósito.
Combinamos el Maror y la matzá y los comemos juntos porque van de la mano: la única manera de llegar a la redención es soportando el sufrimiento. Cuando alcancemos la Geula, entonces entenderemos el Maror–la amargura. Mientras sufrimos, mantenemos nuestra emuná (fe) y bitajon (confianza) en Hashem. Confiamos en que estamos avanzando hacia el momento en que todo nuestro trabajo duro, nuestra preparación a lo largo de los años, dará sus frutos, y experimentaremos una salvación asombrosa.
Nuestra gratitud y alegría por la Geula volverán a ser exponenciales cuando combinemos la matzá con el Maror, yuxtaponiendo la alegría de la redención con el sufrimiento que soportamos en el exilio. Estamos en una asociación co-creativa con Hashem para descubrir primero la oscuridad, que actualmente vemos a nuestro alrededor, y luego transformarla en luz eligiendo alinearnos con el Creador. Al hacerlo, aceleramos la Geula y la llegada de nuestro tan esperado Mashíaj bezrat Hashem. Que sea pronto y en nuestros días. Amen
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