El primer corte de pelo

Los judíos jasídicos, al igual que muchos otros grupos ortodoxos, esperan a que el niño varón cumpla tres años para cortarle el pelo por primera vez. Y, en el caso de los jasídicos, cuando el niño finalmente se corta el pelo por primera vez, se le rasuran completamente los mechones largos en toda la cabeza y sólo le quedan los rizos laterales. Los rizos laterales se llaman peot, en honor a la peá, una franja de un campo que la Torá ordena no cultivar al agricultor, dejándola para los pobres.

La tradición jasídica cita que el jálake, o primer corte de pelo a la edad de tres años, ya está insinuado en la Torá. En la parasha de la Torá de Tazria, cuando la Torá (Levítico 13:33) menciona la palabra para afeitarse el pelo – vehitgaleaj – la letra Guimel, que tiene un valor numérico de tres, se escribe tradicionalmente el doble de grande que las otras letras de la Torá. Tampoco se puede comer orla, el fruto que produce un árbol inmaduro durante sus tres primeros años de crecimiento. Del mismo modo, no le cortamos el pelo a un niño pequeño durante sus tres primeros años de crecimiento.

Aunque no todos los judíos observantes llevan largas melenas y barbas, la mayoría de los jasidim interpretan el mandamiento de la Torá – «No cortarás la peá de tu cabeza y no cortarás la peá de tu barba» (Levítico 19:27)- de forma literal. Muchos, como en Breslev, no se cortan las patillas ni se recortan la barba. Según la Cábala, mientras que los pelos de la cabeza corresponden al juicio severo, los de las patillas y la barba corresponden a la compasión Divina – algo que no queremos recortar.

A menudo, los padres intentan celebrar la ceremonia en la tumba de un tzadik. El mejor momento para el Jálake es Lag BaOmer, en la tumba sagrada de Rabi Shimon Bar Yochai en Meron. Por ello, muchos padres adelantan la ceremonia o la retrasan hasta 90 días para poder realizarla bajo la sagrada influencia de Merón y Lag BaOmer, lo que equivale a que el propio Rabi Shimon realice la ceremonia, corte los primeros mechones y bendiga al niño.

El primer corte de pelo del niño judío es un hito; ya no es un niño pequeño. Ahora pasa a ser un niño pequeño que aprenderá a leer y a estudiar la Torá. Junto con su nuevo peot, recibe su primer par de tzitzit y comienza oficialmente a aprender a leer, a pesar de que muchos niños jasídicos ya saben el alfabeto a los tres años. A menudo, los padres llevan al niño a un erudito de la Torá o a un líder espiritual tzadik, que sienta al niño en su regazo, pone un poco de miel sobre las imágenes de las letras de la Torá y deja que el niño coma la miel de la página. Este es simbólicamente el primer contacto del niño con la Torá, un contacto dulce que queda grabado en su tierna alma por el resto de su vida. Los amigos y la familia también asisten a esta emotiva y significativa ceremonia.

Otra hermosa costumbre es que los padres recojan los mechones recién esquilados de sus hijos, tanto cuando se honra a amigos, familiares y rabinos con el esquilado de un mechón, como cuando el pequeño recibe su corte de pelo definitivo. Meten los mechones en una bolsa de plástico, los pesan y luego donan una cantidad equivalente de plata u oro a obras de caridad. La raíz de esta costumbre está en el Salmo 119:72: «La Torá de tu boca es mejor para mí que mil monedas de oro y plata». La letra de este pasaje es una canción que todos los niños jasídicos aprenden antes de cumplir los tres años.

Lo mejor es que los padres preparen a su pequeño para la ocasión del Jálake, para que el primer corte de pelo no sea traumático. El pequeño «novio» suele recibir ropa y zapatos nuevos, además de su nuevo tztitzit, y regalos de familiares y amigos.

Una costumbre especial de las madres judías es fotografiar al niño antes y después del Jálake. Son recuerdos que ningún dinero puede comprar. ¡Que todos tus hijos te den muchas alegrías!