Rebe Menajem Mendel Schneerson

Hoy 3 de Tamuz es el aniversario del fallecimiento del Rebe de Lubavitch.

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Grupo Breslev Israel

Posteado en 08.07.24

Fecha de fallecimiento: 3 de Tamuz. El séptimo líder de la dinastía Jabad-Lubavitch es considerado la personalidad judía más fenomenal de los tiempos modernos. “El Rebe” es sin duda el individuo, más que ningún otro, responsable de agitar la conciencia y el despertar espiritual del judaísmo mundial.

Nació: 11 de Nisán de 5662 (18 de abril de 1902)

Falleció: 3 de Tamuz de 5754 (12 de junio de 1994)

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El Rebe de Lubavitch, Rabino Menajem Mendel Schneerson, de justa memoria (1902-1994), séptimo líder de la dinastía Jabad-Lubavitch, es considerado la personalidad judía más fenomenal de los tiempos modernos. Para cientos de miles de seguidores y millones de simpatizantes y admiradores de todo el mundo, era -y sigue siendo, incluso después de su fallecimiento- “el Rebe”, sin duda, la persona, más que ninguna otra, singularmente responsable de agitar la conciencia y el despertar espiritual del judaísmo mundial.

El Rebe nació en 1902, el 11 de Nisán, en Nikolaev, Rusia, hijo del renombrado cabalista, erudito talmúdico y líder Rabí Levi Itzjak y la Rabina Jana Schneerson. Rebbetzin Jana (1880-1964) era famosa por su erudición, amabilidad y extraordinaria accesibilidad. Su coraje e ingenio se convirtieron en leyenda cuando, durante el exilio de su marido a cargo del gobierno soviético a un remoto pueblo de la Rusia asiática, se afanó en fabricar tintas con hierbas que recolectaba en el campo, para que el Rabino Levi Itzjak pudiera seguir escribiendo sus comentarios sobre Cábala y otros temas de la Torá. El Rebe recibió el nombre de su antepasado, el tercer Rebe, Rabí Menajem Mendel de Lubavitch, con quien más tarde compartiría muchas características.

Salvar una vida

Se cuenta una historia sobre los primeros años de vida del Rebe que parece ser casi simbólica de todo lo que vendría después. Cuando tenía solamente ueve años, el joven Menajem Mendel se zambulló valientemente en el Mar Negro y salvó la vida de un niño que había remado mar adentro y había perdido el control de su pequeña embarcación. Esa sensación de “otras vidas en peligro” parece haber dominado su conciencia; de judíos ahogándose en la asimilación, la ignorancia o la alienación, sin que nadie escuche sus gritos de auxilio: Judíos en el campus, en comunidades aisladas, bajo regímenes represivos. Desde su infancia mostró una agudeza mental prodigiosa. Cuando llegó a su Bar Mitzvá, el Rebe ya era considerado un iluy, un prodigio de la Torá. Pasó su adolescencia inmerso en el estudio de la Torá.

Matrimonio en Varsovia

En 1928 Rabi Menajem Mendel se casó en Varsovia con la hija del sexto Rebe, Rebbetzin Jaya Mushka. (La rabanit, nacida en 1901, fue elegida por su padre, el sexto Rebe, para acompañarlo en su exilio forzado a Kostroma en 1927. Durante sesenta años fue la compañera de vida del Rebe; falleció el 22 de Shvat de 1988). Más tarde estudió en la Universidad de Berlín y luego en la Sorbona de París. Puede haber sido en estos años que su formidable conocimiento de las matemáticas y las ciencias comenzó a asomar.

Llegada a América

El lunes 28 de Sivan de 5701 (23 de Junio de 1941) el Rebe y la Rebbetzin llegaron a los Estados Unidos, habiendo sido milagrosamente rescatados, por la gracia de Dios Todopoderoso, del holocausto europeo. La llegada del Rebe marcó el lanzamiento de nuevos esfuerzos para reforzar y diseminar la Torá y el Judaísmo en general, y las enseñanzas Jasídicas en particular, a través del establecimiento de tres organizaciones centrales de Lubavitch bajo el liderazgo del Rebe: Merkaz Le inianei jinuj (“Organización Central para la Educación Judía”), la Sociedad de Publicaciones Kehot, y Majane Israel, una agencia de servicios sociales. Poco después de su llegada, a instancias de su suegro, el Rebe comenzó a publicar sus anotaciones a diversos tratados jasídicos y cabalísticos, así como una amplia gama de respuestas sobre temas de la Torá. Con la publicación de estas obras, su genio pronto fue reconocido por eruditos de todo el mundo.

Liderazgo

Tras el fallecimiento de su suegro, el rabino Yosef Yitzjak Schneersohn, en 1950, el rabino Menajem M. Schneerson ascendió a regañadientes al liderazgo del movimiento Lubavitch, cuya sede se encontraba en el 770 de Eastern Parkway, en Brooklyn, Nueva York. Pronto, las instituciones y actividades de Lubavitch adquirieron nuevas dimensiones. La filosofía de alcance de Jabad-Lubavitch se tradujo en una acción cada vez mayor, ya que se abrieron centros de Lubavitch y Casas de Jabad en docenas de ciudades y campus universitarios de todo el mundo.

Con su perspicacia, el Rebe comprendió que cada una de nuestras acciones forma parte de un todo más amplio. Cada buena acción que hacemos acerca a la humanidad al objetivo final, la era de la perfección cósmica y la conciencia universal de Dios, conocida en el judaísmo como “el tiempo del Mashiaj”. El Rebe habló incansablemente sobre este tiempo, demostrando cómo el mundo se está acercando cada vez más a esta era especial y cómo cada persona puede actualizarla incrementando sus actos de bondad y amabilidad.

Un lunes a la tarde (2 de marzo de 1992), mientras rezaba en la tumba de su suegro y predecesor, el Rebe sufrió un derrame cerebral que le paralizó el lado derecho y, lo más devastador, lo privó de la capacidad de hablar.

Dos años y tres meses más tarde, el Rebe falleció en las primeras horas de la mañana del día 3 del mes hebreo de Tamuz, en el año 5754 (12 de junio de 1994), dejando huérfana a toda una generación.

Singularidad

Con las enseñanzas del Rebe impulsándolas y su ejemplo sirviendo como un faro para emular, Lubavitch ha crecido rápidamente hasta convertirse en una presencia mundial, y todas sus diversas actividades están estampadas con su visión. No es de extrañar, pues, que muchos se pregunten: “¿Qué tenía su liderazgo que era -y, en muchos sentidos, sigue siendo- tan singular? ¿Por qué las principales personalidades del momento le profesan un respeto y una admiración tan profundos?”.

Pasado, presente y futuro

Muchos líderes reconocen la necesidad del momento y responden con valentía y dirección. Este es su fuerte – y es admirable. Otros, aunque su fuerza no radique en la “respuesta instantánea” a los problemas actuales, están bendecidos con la capacidad de la previsión perceptiva: saben lo que traerá el mañana y cómo prepararse mejor. Otros líderes sobresalen en un tercer ámbito: poseen un agudo sentido de la historia y la tradición; sus consejos y su liderazgo están moldeados por una gran sensibilidad hacia el pasado.

Pero una persona que poseía las tres cualidades era realmente única. Tal fue el Rebe de Lubavitch – la inspiración y la fuerza impulsora detrás del éxito de Lubavitch hoy. Irradiando un agudo sentido de la urgencia, exigía mucho de sus seguidores, e incluso más de sí mismo. El Rebe lideraba, por encima de todo, con el ejemplo.

Iniciación, no reacción

Era una rara mezcla de visionario profético y líder pragmático, que sintetizaba una profunda percepción de las necesidades presentes del pueblo judío con una amplia visión de su futuro. En cierto sentido, el Rebe trazó el curso de la historia judía – iniciando, además de reaccionando, a los acontecimientos actuales. El Rebe se guiaba por una perspicacia y previsión inspiradas en combinación con una erudición enciclopédica, y todos sus pronunciamientos y empresas estaban, ante todo, enraizados en nuestra Sagrada Torá. Una y otra vez, lo que estaba claro para él al principio se hizo evidente para otros líderes con retrospectiva, décadas más tarde.

El papel único de cada uno

Desde el momento en que el Rebe llegó a América en 1941, se hizo evidente su brillantez al dirigirse al siguiente ideal: No reconocería la división ni la separación. Cada judío – de hecho cada ser humano – tiene un papel único que desempeñar en el gran esquema de las cosas y es una parte integral del tapiz de la creación de Dios.

Durante casi cinco de las décadas más críticas de la historia reciente, el objetivo del Rebe de llegar a todos los rincones del mundo con amor y preocupación ha progresado de forma espectacular. Ningún sector de la comunidad ha sido excluido: jóvenes y ancianos; hombres y mujeres; líderes y laicos; eruditos y trabajadores; estudiantes y profesores; niños e incluso bebés.

El Rebe tenía una extraña habilidad para conocer a cada uno a su propio nivel: asesoraba a Jefes de Estado en asuntos de importancia nacional e internacional, exploraba con profesionales las complejidades de sus propios campos de especialización y les hablaba a los niños pequeños con palabras cálidas y una sonrisa paternal.

“¡Haz realidad tu potencial!”

Con extraordinaria perspicacia, el Rebe percibía la riqueza del potencial de cada persona. Su inspiración, ahora accesible a través de sus escritos y vídeos, refuerza la autopercepción del individuo, enciende su conciencia de esa riqueza oculta y motiva el deseo de realizar su potencial. Del mismo modo, muchas comunidades han sido transformadas por el mensaje del Rebe y han recibido -directa o indirectamente- un nuevo sentido de propósito y confianza. En cada caso se imparte el mismo mensaje fuerte, aunque sutil: “Estás dotado Divinamente de una enorme fuerza y energía – ¡realízala!”.

En la imagen, Rabino Shalom Arush en el tzion de las tumbas de los Lubavitcher Rebe en el cementerio Montefiore de Nueva York.

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