El arma secreta jasídica

Hoy en día las armas son tema candente entre muchas personas judías que conozco. Están los que siempre llevan un arma encima, y los que tienen pensado comprar un arma, y los que quieren aprender a disparar, y también los que siempre se opusieron al uso de las armas pero ahora están a favor.

Esta es la época en la que vivimos, gracias al alarmante aumento del antisemitismo.

Con un incremento del 400% de incidentes antisemitas en todo el mundo en el año 2014, en comparación con 2013, la seguridad es un tema que ocupa la mente de muchos judíos tanto en Norteamérica como en Europa. En Chicago, por ejemplo, un rabino muy eminente se reunió hace poco con un ex funcionario del servicio secreto de Washington a fin de analizar diversas medidas de seguridad para la comunidad judía que cada vez corre más riesgo de ataques y vandalismo antisemita.

En el mes de marzo, ocho miembros de la Casa de Representantes lanzó un grupo de tareas bipartidario a fin de combatir el antisemitismo. Y así se expresaron: “En todo el mundo, estamos siendo testigos de un alarmante aumento del antisemitismo que es sumamente peligroso y complejo. En los últimos años, las escuelas judías, las sinagogas, y hasta las cosas y las propiedades de los judíos han sido objeto de violencia antisemita”.

Y es por eso que la gente está empezando a comprar armas.

En los campuses de las facultades, en las calles y hasta en las sinagogas, muchos judíos ya no se sienten seguros.

El Baal Shem Tov (1698-1760), fundador del jasidismo, ofrece otra clase diferente de arma para épocas de peligro. En realidad, se trata más bien de un escudo protector que de un arma. Y es tan increíblemente simple como poderoso.

Si, Dios no lo permita, los judíos se encuentran bajo ataque o en extremo peligro, el Baal Shem Tov nos da este consejo: que pronunciemos la bendición Shehakol, que es la bendición que se hace cuando uno bebe agua o jugo, o come pollo, bife, chocolate, etc. Es una bendición que pronunciamos con tanta frecuencia que desgraciadamente muchas veces la decimos en forma mecánica.

Pero esta bendición también es la bendición de la emuná y tiene el poder de salvar vidas.

La bendición de Shehakol proclama la idea de que Hashem es en total y absoluto control de todo lo que ocurre y que todo ocurre única y exclusivamente por Su decreto: shehakol (todo) nihié (ocurre) bidvaró (por Su palabra). Y el Baal Shem Tov nos aconseja que si decimos esta bendición con la debida concentración en momentos de peligro, internalizando el primer principio de emuná de que todo proviene de Hashem, entonces tendremos el mérito de ser salvados.

Se cuenta la historia (verídica!) de un muy respetado rebe jasídico de Jerusalén que se salvó diciendo Shehakol. Hace ya varias décadas, en los primeros años del Estado de Israel, este rebe jasídico estaba en la casa de estudios junto a sus discípulos. De repente, un grupo de terroristas árabes irrumpió en el lugar, tomó al rebe con extrema violencia y lo arrastró a un campo cercano. Le dijeron que estaba a punto de morir. Y le dijeron que podía pedir un último deseo antes de que lo mataran.

Sus discípulos se quedaron mirando la escena como paralizados. ¿Cuál iba a ser la última voluntad de su maestro? ¿Un legado espiritual? ¿Algunas instrucciones finales? ¿Tal vez un objeto sagrado?

No. El rebe pidió un vaso de agua.

Los terroristas le trajeron agua y él pronunció la bendición Shehakol lentamente y con absoluta concentración, meditando en que Hashem tiene el control de todo. Y cuando estaba dando el primer sorbo. pasó por allí un jeque árabe. El jeque reconoció al rebe y vio que lo estaban por asesinar.

El jeque les gritó a los terroristas: “¡Este es un hombre importante! ¡Una persona que ustedes deberían respetar!”.  Por reverencia al jeque, los terroristas liberaron al rebe.

Más tarde, los discípulos le preguntaron al rebe por qué había pedido un vaso de agua y él les contó el consejo del Baal Shem Tov. Así fue como logró salvarse de los terroristas sedientos de sangre.

Hoy en día, en que las oscuras y densas nubes del antisemitismo vuelven a surgir en el mundo, tal vez sea prudente recordar el consejo del Baal Shem Tov.

Durante la reciente ceremonia de la 70º conmemoración de la liberación del campo de concentración Bergen-Belsen, Ronald Lauder, presidente del World Jewish Congress – Congreso judío mundial – dijo que apenas siete décadas después del Holocausto el mundo está “descendiendo en el mismo peligroso infierno en el que estuvimos antes”. Y añadió: “Desde las cenizas de este terrible lugar, el pueblo judío se levantó y continuó. Pero trágicamente, setenta años más tarde, el mundo no está avanzando, sino que está retrocediendo”.

Si el mundo verdaderamente está retrocediendo rumbo a la peligrosa década del '30 ‘y más allá, entonces el consejo del Baal Shem Tov es más oportuno que nunca. Decir Shehakol con la debida concentración, meditando en el concepto de ein od milvadó – no hay nada fuera de Él, y todo está bajo Su control, bien puede protegernos de toda clase de peligros. Sin embargo, es mi plegaria que jamás tengamos necesidad de utilizar este consejo.