Hora de refugios antinucleares?

Si bien el presidente de los EEUU le ha asegurado al mundo que ahora que firmó el tratado nuclear estamos mucho más seguros que antes, el Departamento Norteamericano de Salud y Servicios Humanos (HHS) hace apuestas compensatorias y ya se empezó a preparar para un ataque nuclear en suelo norteamericano.

Esto significa que por lo menos un departamento a nivel de gabinete del gobierno federal se está tomando en serio las amenazas de “muerte a Norteamérica” de Irán. ¿Por qué otro motivo el HHS va a empezar a gastar cerca de 450 millones de dólares en nuevos tratamientos para quemaduras térmicas para, en sus propias palabras “ayudar a proteger a la gente de quemaduras producidas por amenazas radiológicas y nucleares”?

Explicando la necesidad de empezar a almacenar ahora estos tratamientos de quemaduras nucleares, HHS dijo en un reciente comunicado de prensa que “La detonación de un artefacto nuclear improvisado habría de producir un calor muy intenso, produciendo muchos pacientes con graves quemaduras. El tratamiento para dichas quemaduras exige complejos procedimientos médicos incluyendo injertos quirúrgicos que exigen muchos recursos y exigencias técnicas. Con sólo 127 centros de tratamiento de quemaduras en todo el país, un acto de terrorismo masivo de semejante escala podría fácilmente agobiar la infraestructura de tratamiento de quemaduras de la nación”.

En otras palabras: las amenazas nucleares de Irán en contra de los EEUU están creando una urgente necesidad de tratamientos de quemaduras termales y demás provisiones de emergencia para los sobrevivientes nucleares en Norteamérica.

Y esa necesidad va en aumento a medida que aumentan las amenazas nucleares iraníes.

La agencia de noticias Fars iraní, dirigida por el gobierno, informó recientemente que un comandante naval del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, el a amenazó a Norteamérica que no hiciera “ningún movimiento agresivo” diciendo “en este momento declaro que si el enemigo quiere estallar una guerra contra Irán, nosotros los perseguiremos incluso hasta el Golfo de México y (ciertamente) lo haremos”.

También llegaron amenazas del comandante de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, el Brigadier General Amri Ali Hajizadeh, quien les advirtió a los EEUU que todas sus bases militares en el Medio Oriente “están completamente dentro del alcance de nuestros misiles”.

Sin embargo no todas las amenazas iraníes son de tono verbal. Irán tuvo el descaro de poner a prueba un nuevo misil balístico guiado de largo alcance, aparentemente transgrediendo el acuerdo nuclear con los EEUU y otras cinco potencias mundiales. Y apenas tres días más tarde, la Agencia de Noticias Fars iraní reveló que “Irán está salpicado con un número desconocido de instalaciones para misiles y lanzamisiles subterráneos”.

Para Iran, Norteamérica es el enemigo el Gran Satán. Irán odia a Norteamérica igual que odia a Israel. El Times of Israel informó que apenas cuatro días después de que se firmara el acuerdo nuclear con Irán en el mes de julio, millones de iraníes cantaron “Muerte a Norteamérica” y “Muerte a Israel” en manifestaciones antinorteamericanas y antiisraelíes. El líder supremo de Irán, Ayatollah Ali Khamenei, alabó estos cantos, llamándolos “los slogans del pueblo de Irán” y “rezos del pueblo de Irán”, que él decía que esperaba fueran aceptados.

Este es el país con el que estamos tratando: un régimen genocida dirigido por un dictador genocida que proclama amenazas de muerte. Y si hay algo que nos enseñó la historia, es que los dictadores genocidas cumplen con sus amenazas.

Con una sola diferencia: que esta vez es nuclear.

Hay quienes afirman que la Guerra de Gog y Magog será una guerra nuclear, señalando que la descripción de los profetas de la Guerra de Gog y Magog, específicamente Zacarías 14:12, ciertamente suena nuclear.

Y hay quienes afirman que la Guerra de Gog y Magog ya empezó.

Si vemos el elenco hoy en día  -Irán Rusia, Norteamérica, Europa, las naciones árabes– vemos que están todos con el foco en Israel, y especialmente en Jerusalén, tal como predijeron los profetas hace ya miles de años que sucedería durante la Guerra de Gog y Magog. Y con la escalada de ataques terroristas y animosidad mundial contra Israel, es fácil sentir que Norteamérica es un refugio seguro.

Pero ¿lo es en realidad?

Además de que Irán es una amenaza nuclear para los EEUU, no tenemos que olvidarnos de Rusia. En julio, uno de los principales funcionarios norteamericanos encargados de la estrategia militar, Mike Rogers, afirmó: “en el Frente de disuasión nuclear nosotros (los EEUU) probablemente tengamos más causas de preocupación (a causa de Rusia) que en cualquier otro momento desde el colapso de la Unión Soviética”. Y citó varias amenazas rusas, incluyendo la violación del tratado de fuerzas nucleares de alcance intermedio firmado en 1987 así como también la transgresión de otros ocho tratados y convenios de control de armas.

Otro miembro del club de amenazas nucleares contra Norteamérica es Korea del Norte. En el mes de septiembre, el Los Angeles Times informó que Korea del Norte amenazó con “usar armas nucleares ‘en cualquier momento’ en contra de los EEUU, argumentado que su programa atómico es una respuesta a una ‘política hostil imprudente’ de Washington”.

Lo que hace que estas amenazas en contra de los EEUU sean todavía más amenazadoras y más reales es que estamos en un período que los profetas llamaron “El Fin de los Días”, el período inmediatamente previo al Mashíaj.  Los profetas, otra vez específicamente Zacarías (13:8), predijeron que dos tercios del mundo serán destruidos durante la Guerra de Gog y Magog. Se dice que Rabí Yejezkel Abramsky, director del Beit Din de Londres, que falleció en 1976, dijo lo siguiente: “Tenemos una tradición del Gaón de Vilna (quien vivió en el siglo 18) que la Guerra de Gog y Magog durará 12 minutos. Un tercio del mundo morirá; un tercio sufrirá una plaga y un tercio sobrevivirá”.

Sí, Norteamérica es la tierra de los libres; la tierra de las oportunidades y la tierra de los sueños – pero Israel es l atierra de la emuná y la tierra de los milagros. Y las profecías dicen que Israel será parte del tercio del mundo que no será destruido. Sin embargo, también se nos dice que los milagros y las salvaciones de la época del Mashíaj superarán los milagros de la época del Éxodo de Egipto y la división del Mar Rojo, cuando el escape de los judíos de los egipcios asesinos parecía imposible.

Por eso dondequiera que nosotros los judíos estemos dispersos por todo el mundo, y en especial los más de cinco millones de judíos residentes en Norteamérica, llegó el momento de saber dónde estamos históricamente, y de tomar conciencia de los llamados de alerta que nos rodean, pues ha llegado el momento de anhelar a Eretz Israel y de fortalecer nuestra emuná, orando como nunca antes.

Porque quién sabe cuánto tiempo nos queda…