La frase que cambia el juego
Qué pasa cuando nos ponen en una situación en la que se pone a prueba nuestra emuná? Qué pasa si esa situación se prolonga mucho tiempo?
Qué pasa cuando nos colocan en una situación en la que se pone a prueba nuestra fe en Dios? Qué pasa si esa situación continúa durante mucho tiempo? Qué pasa cuando nos quedamos bajo agua estancados después de que nos quedamos sin aliento?
La emuná es la especia de la vida.
Pónganla en cualquier plato y cada bocado será delicioso. Incluso pueden tomar esas verduras que nunca les gustaron, ponerles la especia y GUAU En un instante el plato se transforma en un manjar.
Entonces ¿cómo molemos la planta para que se transforme en una especia? Yo encontré la manera. Es un concepto al cual el Rabino Shalom Arush se refiere a menudo. La persona creyente, que tiene emuná, es humilde. Y sabe anular todo lo que quiere en aras de Hashem. Lo único que quiere es lo que quiere Hashem.
Esa es la clave.
Si parece que hoy no voy a conseguir trabajo, o no voy a concretar con el cliente, no importa. Eso es lo que quiere Hashem, así que yo lo quiero también. Si parece que ese compañero de trabajo con el que no me llevo también acaba de recibir un aumento y un ascenso, está bien.
No deberíamos decir lo mismo con respecto a aquellas cosas sobre las cuales Hashem nos da el control. Levantarse tarde, no esforzarnos en nuestros emprendimientos, pecar – no es esto lo que Hashem quiere. Pero cuando hacemos todo lo que podemos por levantarnos temprano, perfeccionar nuestro carácter y cumplir con todos los preceptos que podemos, entonces todo lo que está más allá ya no nos incumbe. Ese es el mundo de Dios.
¿Qué sucede cuando cedemos a Su voluntad?
Cada situación de la vida que automáticamente provoca sentimientos de enojo, resentimiento, tristeza, desesperación y hasta depresión… ahora produce sentimientos opuestos: serenidad, paz, alegría, fuerza.
Con cada cosa que pasa, nos recordamos a nosotros mismos que Hashsem participó de esto en forma personal. Esto es de crucial importancia, porque si hay algo en nuestras vidas que no va bien, o hay algo en el mundo que no sucede de la manera que pensamos que debería suceder, entonces nuestra reacción espontánea es llegar a la conclusión de que “Dios no estuvo allí”. Damos por sentado que como pensamos que porque pensamos algo malo, entonces Dios, Quien es todo bueno, no puede tener nada que ver con eso. Inconscientemente suponemos que Dios no existe en ese momento en ese lugar.
Una vez que comprendemos que eso es exactamente lo que Dios desea, Él está ahí. Él está controlando eso. Él nos está supervisando. Él retorna a Su lugar natural: en todas partes, y en nuestros corazones, en todo momento.
Nos hace sentir bien saber que Dios participa de cerca de cada cosa que nos va mal en la vida, tanto como en las cosas que nos va bien.
Escribe tu opinión!
Gracias por tu respuesta
El comentario será publicado tras su aprobación