Radar en Adar
Purim es una festividad de tal santidad que está por encima de Yom Kipur, y será la única festividad que perdurará después de que llegue el Mashíaj
Purim es una festividad de tal santidad que está por encima de Yom Kipur, y será la única festividad que perdurará después de que llegue el Mashíaj. Ahora estamos en el mes de Adar, que es una época de gran alegría, enorme energía y mucho optimismo. Las lecciones que podemos aprender de Adar son infinitesimales, pero enfoquémonos en una sola, y esta lección para el mes de la alegría es que entra la alegría y sale la tristeza.
El Nombre de Dios no aparece mencionado ni una sola vez en el Libro de Ester por un buen motivo. Hay muchas cosas sucediendo detrás del telón que Hashem está armando y que nosotros, el pueblo judío, tenemos que saber que provienen directamente de Él si bien Él decidió que Él no quería participar en el escenario.
Si bien la trama incluye muchas aparentes coincidencias y situaciones “al azar” en vez de milagros revelados, la Mano de Hashem está dirigiendo toda la situación así como Él continúa haciéndolo cada día de nuestras vidas. Esas mismas energías de “ocultamiento” siguen existiendo hoy e incluso se fortalecen en Purim. Hasem nos está recordando exactamente lo que tenemos que hacer para librarnos de Amalek (de la duda, que es el enemigo), que es buscar a Hashem y retornar a Él. No es tarea Suya destruir a Amalek; es nuestra tarea. Y si bien en aquel momento la situación parecía irremediable, cuando hicimos teshuvá y retornamos a Dios y a Su Torá, Hashem nos redimió y las cosas se dieron vuelta en un abrir y cerrar de ojos.
El Talmud afirma que en Purim se nos dice que estemos alegra (o bebamos) hasta el grado en que no podamos distinguir entre “maldito es Hamán” y “bendito es Mordejai”.
Esta directiva es básicamente funcional y no se relaciona con la cantidad que bebemos así que ciertamente no se nos está ordenando que nos emborrachemos tanto que no sepamos lo que está bien y lo que está mal. De ningún modo! Esto tiene un significado mucho más profundo. Existen dos motivos por los cuales Hashem desea que no podamos diferenciar lo bueno (Mordejai) de lo malo (Hamán). La primera razón es que Él quiere que estemos tan felices y tan seguros de un resultado positivo después del decreto que pendía sobre nosotros que por eso nos libramos por completo de Amalek o de cualquier duda o falta de fe de que Dios ciertamente acudirá en nuestro rescate. La segunda razón es que realmente no existe diferencia entre lo bueno y lo malo, ya que todo lo que hace Hashem es para bien. Se espera que reconozcamos esto y demostremos nuestra certeza celebrando en el máximo grado.
Una vez más el mensaje es bien claro: Hashem hace todo para bien. Cuantos más seamos lo que creamos esto y expresemos nuestra emuná luchando por hacer Su voluntad y reconozcamos Su bondad, Su justicia y Su compasión, Hashem verá que hemos vencido al Hamán que tenemos dentro de nosotros mismos. Tenemos que vencer a nuestro Amalek interno.
Purim no es solamente una fiesta en la que nos disfrazamos. No es solamente una excusa para emborracharnos. Es mucho más profundo que solamente comer “orejas de Hamán” e intercambiar golosinas. Es una fiesta en la que damos tzedaká y declaramos nuestra alianza con el Dios de Compasión. Los pensamientos y las creencias que se ocultan tras nuestros actos es lo que realmente Le importa a Él.
Porque hay un momento para ocltarse y un momento para salir del ocultamiento. Y cuando dejemos de ocultarnos, Hashem ciertamente hará lo mismo…
Pónganse el radar en Adar y tengan un Purim muy divertido y lleno de significancia!
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