Pequeñas incomodidades

El mes de Elul es el último mes del calendario hebreo, precede a Rosh HaShaná que es el día del Juicio que marca el comienzo de un nuevo año. Durante este mes nos preparamos con oraciones especiales y con revisión de nuestros actos durante el año. Nos arrepentimos por lo que no hicimos de forma correcta y determinamos no volver a reincidir en ello.

Hay algo adicional que Hashem suma a este “maratón espiritual” y son las expiaciones por cosas que hicimos. Estas expiaciones se pueden hacer a través de pequeñas o grandes incomodidades o situaciones difíciles que nos toca encarar especialmente durante este mes con una dosis extra de emuná.

Estas incomodidades de las que les hablo pueden ir desde un pago extra y totalmente imprevisto o una seria charla con tu jefe, que continuamente perdamos el autobús y lleguemos tarde al lugar que tenemos planeado, o incluso puede ser un feo y nada favorecedor corte de pelo. Todas estas situaciones nos hacen sufrir, aunque en distinto grado, y nos hacen aferrarnos más a nuestra emuná. Son cosas que surgen de la nada. ¿Quién podía pensar que cambiarían el horario del autobús o que tendríamos que pagar una multa? Puede ser también, como es mi caso, que el calentador del agua se rompa de un día para otro y no podamos encontrar un técnico hasta varias semanas después. Cada uno de estos días que tuve que calentar el agua para tomar un baño semi-caliente le daba las gracias a Di-s porque me estaba haciendo pagar mis “deudas” de esa manera para que así pueda llegar al día del Juicio con la balanza un poco más a mi favor.

Cuando a esta incomodidad se le han sumado otras más, he seguido dando gracias a Di-s y también he compartido mi experiencia con mis seres queridos y cercanos a mí y he descubierto que no soy la única, a ellos también les están sucediendo cosas similares. Las cosas no pasan porque sí. Hashem quiere ayudarnos, adelantando un poco de la tarea para el día de Rosh Hashaná, de forma que ya pagamos por nuestras transgresiones y esas ya no figuran en nuestra lista para cuando seamos sometidos al juicio. Ya habremos pagado la “fianza” para limpiar los deslices que hayamos cometido durante el año.

Es asombroso cuánto Hashem nos quiere, de tal forma que nos dice qué tenemos que hacer para salir victoriosos en el juicio más importante del año (el que determinará nuestra suerte en el próximo año) y, además de eso, además de saber ya qué tenemos que hacer durante este mes de Elul y de saber cómo celebrar el día de la festividad de Rosh Hashaná, nos adelanta parte de la lista de transgresiones para borrarlas y que no pesen en nuestra contra. De esta forma, estamos eliminando decretos que serían más duros de contar con estas faltas y tenemos más posibilidades de que el veredicto sea positivo. Pero no queda ahí la cosa, sino que después de este día aún nos quedan otros 10 días en los que podemos seguir rezando y pidiendo por nuestra absolución hasta que en el día de Iom Kipur, después de ayunar y de rezar sin parar, seamos finalmente firmados y sellados para nuestra suerte a lo largo del próximo año.

Sin duda, este es el juez más benévolo que cualquiera podría encontrar en cualquier lugar del mundo. No existe nadie como Él, que tenga una misericordia tan grande y perfecta y que quiera más a Sus hijos. Por esto mismo, cada vez que tengan una de estas pruebas a las que enfrentarse, no se lamenten sino digan ¡Gracias Hashem! Me estás enviando un mensaje directamente a mí, que no soy nadie, para que me vuelva a Ti y me dé cuenta de que debo andar siempre en la senda correcta, que no debo apartarme de Tus preceptos y que siempre me estarás ayudando. Gracias por todo, por las duchas de agua fría, por los gastos adicionales, por las humillaciones, por los imprevistos y los retrasos, por los dolores que surgen de la nada, ¡GRACIAS!

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