Historia de dos imprentas

Hace poco terminé de leer el libro Por agua y por fuego, que es la historia de vida de Rabí Natan de Breslev. Todo el que lea esta historia podrá apreciar mucho a Rabí Natan y todo lo que tuvo que soportar a fin de preservar y difundir las enseñanzas de Rabí Najman. Rabí Natan fue calumniado, despreciado, golpeado, amenazado y verbalmente acosado y encarcelado. Pero lo peor de todo fue que esto fue llevado a cabo por otros judíos, aquellos mismos por los cuales él estaba sacrificando su vida.

Algunos incluso quisieron asesinarlo y a propósito les mintieron a las autoridades rusas antisemitas con la esperanza de incitarlas a que eliminaran a Rabí Natan. Gracias a Dios, Él lo protegió y fue encarcelado pero no lo hirieron físicamente. La imprenta que tanto cuidaba dentro de su propia casa para poder imprimir las obras de Rabi Najman, fue clausurada y confiscada por el gobierno. Rabí Natan fue sometido a un juicio tras otro y enfrentó un obstáculo tras otro a fin de encontrar otras formas de difundir los libros.

Cada vez que oigo de alguien que enfrenta algún obstáculo cuando trata de traer algún bien al mundo, me cuesta mucho procesar esa información. Mi emuná se ve desafiada y dentro de mí se produce un enfrentamiento. La pregunta que me persigue es por qué Hashem hace que sea tan difícil traer la luz al mundo? Por qué un tzadik que hace bajar tales enseñanzas al mundo tiene que pagar semejante costo? Por ejemplo, para poder revelar el Tikún Haklalí al mundo, Rabí Najman sabía que dos de sus hijos le serían quitados. Pero por amor al pueblo judío y a Hashem, él estuvo dispuesto a pagar ese costo.

A la noche me fui a dormir con estas preguntas rondándome por la cabeza y cuando me fijé en el email más tarde, vi que Hugh Hefner, que trajo al mundo a Playboy, se había muerto…

Hugh Hefner hizo con su imprenta exactamente lo opuesto de lo que hizo Rabi Natan con la suya. Pero Hugh no tuvo ningún problema para hacer lo que hizo, trayendo tal oscuridad al mundo a través del vómito de su lado oscuro. ¿Cuánto daño causó esto? ¿Cuántas vidas y cuántos matrimonios se destruyeron debido a que él abrió las puertas a tantas cosas perversas? Es como un cocodrilo hunde sus mandíbulas en un ser humano y lo hunde dentro del agua para poder ahogarlo. Eso es lo que fueron las revistas de Hefner. La pornografía, los crímenes contra mujeres, contra niños. Como dijo el asesino en serie Ted Bundy en una entrevista: “He vivido en la cárcel suficiente tiempo y he conocido a un montón de hombres que se vieron motivados a cometer actos de violencia igual que yo y sin excepción, cada uno de ellos era adicto a la pornografía. Sin lugar a duda, sin excepción”.

Al mirar la foto de Hugh Hefner, pensé lo difícil que es traer luz al mundo y lo fácil que es traer oscuridad al mundo sin ningún costo aparente para el perpetrador. Hugh Hefner vivía en sus mansiones con sus mujeres y toda su opulencia, festejando sus fiestas donde sin lugar a dudas había niños disponibles. Siendo una niña en la década del setenta, yo y otros niños fuimos traídos a esta clase de fiestas que daban los millonarios. Nuestras almas se destruyeron en medio de estas celebraciones y copas de champagne.

Me quedé pensando en Rabí Natan y la luz que él tanto se esforzó en traer y preservar. Pienso en los tesoros que le aguardaban cuando entró al Jardín del Edén. Historias y más historias de personas que mejoraron sus vidas gracias a todo lo que hizo él. Cada vez que alguno de nosotros lee el Likutey Moharán, el LIkutey Tefilot, o cualquier libro de emuná del Rabino Shalom Arush, tenemos que darle las gracias a Rabí Natan. Él pagó el precio para darnos un tesoro incalculable, para darles vida a nuestras almas y encender la llama de Rabí Najman. Ojalá todos seamos conscientes de este inmenso regalo y abracemos este tesoro con tremenda gratitud!