Nueva Libertad

Nisán es el primer mes del año, un nuevo comienzo. Nos preparamos para Pesaj limpiando todo el “jametz”, tanto físico como espiritual. Ese es el más grande regalo que pueda habernos hecho el Creador, porque lo que nos está dando es nueva vida. Nos liberamos, literalmente, en este momento, en este año, en Pesaj. Es un regalo más grande que un reluciente Mercedes recién estrenado…

¿Saben lo que eso significa? Que sales de Egipto, de tu pasado y de todas tus deudas espirituales con solo decidir que realmente quieres ser libre. No importa lo que haya sucedido en tu vida hasta ahora. Lo que importa es lo que vas a hacer a partir de ahora.

¿De qué manera una persona hace un nuevo comienzo?  Difundiendo la “libertad” a los demás. ¿Quieren saber cómo?

La emuná es libertad, libertad de la negatividad, de las influencias negativas y de las emociones negativas. Cuando ayudamos a los demás, Hashem nos ayuda a nosotros. Por lo tanto, lo mejor que puede hacer uno en ese sentido es ayudar a difundir la emuná, ya que no hay mitzvá más grande que esa. Ninguna mitzvá de la Torá puede compararse a la difusión de la emuná. Porque cuando uno ayuda a los demás a rectificarse, simplemente dándoles un libro o un CD de emuná, así está obteniendo su propia rectificación. Además, está obteniendo todos los dividendos de todas las buenas acciones que llevan a cabo aquellas personas a las que les transmitió emuná.

En virtud de este enorme mérito, sus propias deudas espirituales son más que compensadas. Después de 120 años en el mundo, la persona que difunde emuná descubrirá que tiene montañas de méritos inscriptas con su nombre. Entonces va a decir: “¡Pero si yo no hice todas estas buenas acciones! ¡Yo no me merezco todo este crédito!”. Y entonces la Corte Divina le responderá: “Es verdad, pero este es el resultado del CD de emuná que le diste a Fulano”.

Además de difundir enseñanzas que mejoran la relación entre la persona y Hashem, es una enorme mitzvá difundir enseñanzas que mejoran las relaciones interpersonales. Al difundir emuná, la persona disfruta los dividendos tanto en este mundo como en el próximo. Es por eso que tiene un poder de rectificación tan grande.