Fatiga de compasión

Uno de los riesgos laborales del terapeuta es lo que se dio a conocer como Fatiga de Compasión. Este fenómeno, que es similar al trastorno de estrés postraumático, puede causar insomnio, ansiedad, tristeza y agotamiento.

La Fatiga de Compasión es producto de muchas horas escuchando a gente con problemas emocionales o físicos. Cuanto más empatía uno tiene, más probabilidades tiene de sentirse abrumado por el sufrimiento de los demás, y en especial cuando la conexión con la otra persona es profunda.

Si yo no pusiera constantemente a Hashem en el medio, mi mundo interior sería un caos de duda y de depresión. Sin una emuná fuerte, la vida puede parecer en algunas situaciones, como algo destinado al fracaso.

Tengo clientas que vienen de familias en las que había ira, descuido, críticas constantes, manipulación, narcisimo, adicciones y nada de fe en Dios.

Muchas veces me pregunto: ¿de qué manera exactamente se supone que estas personas tienen que construir matrimonios sanos, hijos bien adaptados y familias estables?

Y, sin embargo, lo hacen.

Si el cliente pone su parte, muchas veces es capaz de crear la vida con la que siempre soñó, y que es tan pero tan diferente de la vida que solía tener.

Este trabajo emocional consiste de tres partes:

1. Entender tu sistema familiar original y el rol que tú jugabas dentro de él.
2. Tratar de entender de qué manera tu crianza afectó la manera en que te percibes a ti mismo, al mundo y a los demás.
3. Desarrollar una relación cercana y personal con Hashem y rezar por tener comprensión, emuná, compasión y coraje.

Debemos analizar la familia de la que venimos y descubrir las perspectivas poco sanas que absorbimos. Hay quienes aprendieron a ser víctimas emocionales; otros aprendieron a juntar dinero; otros aprendieron a mantener ocultos sus sentimientos; otros aprendieron a ser personas necesitadas o a forjar relaciones sin límites.

Muchos recibieron el mensaje de que nada de lo que hicieran sería lo suficientemente bueno. Otros jamás se sintieron seguros o amados.

Ayudar al cliente a disipar una falsa autoimagen puede llegar a ser un proceso muy lento y doloroso, pero la recompensa es inmensa, incluso cuando da la impresión de que no se está logrando nada.

Para mí, siempre me resulta muy inspirador ver cómo los clientes mejoran sus vidas. Pero también puede resultarme horroroso escuchar las cosas que estas personas vivieron en el pasado y las cosas que todavía tienen que enfrentar.

Si yo no tuviera emuná, sufriría de surmenage. No es fácil escuchar historias verídicas de abuso, abandono o pérdidas trágicas. Necesito una fe muy sólida en Di-s, y en que Él diseñó el entorno de cada persona de acuerdo con la corrección del alma que esa persona debía llevar a cabo. Y además que Él le dio a esa persona las herramientas necesarias para que pueda llevar a cabo su misión espiritual. Yo puedo ser una de esas herramientas. Pero únicamente si estoy llena de fe en mi cliente y de fe en Dios.

Yo experimenté esta Fatiga de Compasión cuando trabajaba en un centro de atención de enfermos de Alzheimer. Después de más de siete años, ya no pude soportarlo más. Cada año veía cómo personas mayores, maravillosos seres humanos, perdían la cabeza. Cada año veía como sus hijos adultos atendían a padres que se veían reducidos a un estado total de confusión, que ni siquiera eran capaces de reconocer a sus propios hijos. Me cansé de ir a funerales.

Por su parte, mi emuná fue la que me posibilitó trabajar allí tanto tiempo. Yo sabía que estos ancianos eran muy preciados para Hashem.

El constante cultivo de la emuná es la mejor forma de mantenernos felices y eficaces, junto con un cuidado disciplinado de uno mismo, comiendo bien, haciendo ejercicio y durmiendo la cantidad de horas suficiente.  Por mucho que queremos ayudar a los demás, tenemos que ser conscientes de nuestras propias limitaciones humanas. Hashem, por Su parte, jamás sufre de Fatiga de Compasión y puede escuchar nuestros dolores y nuestros desafíos constantemente, sin temor de venirse abajo. Él está siempre disponible y cada sesión es absolutamente gratis. Mientras tanto, voy a seguir trabajando en mi emuná y luego me echaré a dormir la siesta.