Las 3 semanas y la Torá

La ONU dice que pronto se desatará una hambruna en el mundo. No hay suficiente comida. ¿Y espiritualmente? El mundo esta hambriento de pan, y el mundo judio esta hambriento del pan y el agua de la Torá – emuná y daat. Baruj Hashem hay yeshivas y Talmudei Torá. Pero la hambruna sigue estando. Porque el Yetzer Hora sabe que con p’gam habrit , la inmoralidad, y con depresión puede poner una bala en la cabeza de cada muchacho de Yeshiva, y se morirá de hambre.

Piensa en el temor de Hashem. El estudio en el caso de la mayoría de la gente no los lleva a pensar en la vida y emuná. Aquí es donde entran en juego las enseñanzas del Rebe Najman. Las palabras del Rebe y las de Rabi Najman – podemos conectarnos con ellas porque nos ayudan a empezar a pensar con claridad: “¿Dónde estoy? ¿Dónde he caído? ¿Qué necesito realmente? Necesito pensar en Hashem y volver a Él. Necesito empezar de nuevo, y puedo hacerlo”. Entonces toma un Tehillim y reza con kavaná (plena intención) – y retorna a Hashem. Una vez que uno sabe cómo hacer esto, puede ir y salvar a otros. La gente está hambrienta de espiritualidad, de retornar a Hashem.

La gente que viaja a Uman – prueba la dulzura, pero cuando vuelve a casa, no tiene nada. Necesitan ayuda. Tenemos que pensar cómo ayudarlos, pero seguimos en medio de esta batalla por nosotros mismos. Si alguien te pidiera a gritos pan y agua, irías corriendo a ayudarlo. Con alguien desesperado por daat, por un poco de conciencia espiritual, debería ocurrir lo mismo. Desafortunadamente hay mucha falsa Torá por ahi tambien, pero la gente se conecta con eso y al final acaban desperdiciando años de vida en ello. Eso es el galut (exilio).

El Beit HaMikdash tenía el poder de que quien iba allí salía siendo una persona diferente. Te cambiaba. Cuando la gente veía el Simjat Beit Hashoevá – su corazón y su mente se abrían. Empezaban a entender las cosas. La gente veía a los Kohanim sirviendo a Hashem. Escuchaban las canciones de los Leviim. Hacían teshuvá y sus corazones se abrían a la espiritualidad. Era la belleza del mundo entero. Quien iba allí encontraba una manera de pensar en la Torá.

Después del Jurbán (la destrucción del Templo), no hay manera de pensar en la Torá. La amargura del galut es que no podemos encontrar una manera de pensar en la Torá. ¿Cómo puede una persona encontrar los dulces caminos del Rebe que construyen a una persona paso a paso, para ser consciente de Hashem en todo momento, para llegar a la verdadera alegría y realmente llegar a la Torá y a la perfección? Esta es la verdadera amargura del exilio – que cuando no hay Tzión, no sale Torá de allí.

El Rebe trae a colación al santo Tanna Rabi Itzjak – él sólo tenía que abrir la boca, y la Torá salía de ella. Estaba tan conectado con Hashem, que sus palabras tenían Inspiración Divina – ruaj hakodesh. ¿Por qué el Rebe eligió específicamente a Rav Itzjak? Porque él era del lado de los dinim, juicios. Necesitaba endulzar algunos juicios. Hay diferentes maneras de hablar de Torá. A veces los Tzadkim hablan de Torá porque sienten que hay juicios severos que necesitan ser endulzados, y lo logran hablando de Torá.

Pero el Rebe aquí se refirió a un problema – que hay personas que no tienen pan ni agua, no tienen cabeza y no saben cómo pensar. Esta es la luz principal del Baal Shem Tov – enseñar a la gente quiénes son – Shema Israel – saber quién eres, saber cuánto te ama Hashem. Piensa en esto. Empieza a vivir de verdad.

Hay Tzadkim que entregan la Torá de manera similar a como lo hace Hashem – con los cuatro niveles mencionados anteriormente. Ellos saben cómo llevar la Torá al Olam HaBiná – el mundo de los pensamientos. Luego tienen que saber llevar esto al Olam HaYetsirah. El mundo de las midot, los atributos de carácter. Hashem creó una luz que nos permite rectificar y corregir las midot.

Estas tres semanas son el momento de rectificar los tres mundos inferiores. En estas semanas nos lamentamos de que la Torá no haya penetrado en nosotros, de que aún no sepamos cómo traer la Torá al mundo. Podemos aprender, y la gente habla de Torá. Pero, ¿dónde están los Tzadkim que traen la Torá al mundo como es debido? ¿Cómo llevamos la Torá a nuestras vidas, para hacerla real? ¿Cómo ayudamos a una persona a la que se le ha quemado el cerebro, cómo le hacemos ver que Hashem la ama y que puede arreglarlo todo? Estamos en el doble ocultamiento, cuando la persona ni siquiera se da cuenta de que le falta algo.

Esta es la novedad de Rabi Najman– él nos da el poder de hacer realidad todo esto.