El secreto del éxito del rey David

Hace poco vi una frase muy poderosa:

“Cuando te enfrentes a un Goliat, date cuenta de que Hashem cree que tienes un David dentro de ti”.

Leyendo el libro de los Salmos, aprendemos de las muchas salvaciones que el Rey David recibió cuando se enfrentó a tremendas calamidades y peligros. Hay dos prácticas principales que lo ayudaron a navegar a través de estos tiempos difíciles: la gratitud y la emuná.

Gratitud

A lo largo del libro de los Salmos, David agradece continuamente a Hashem por las muchas bendiciones que le ha dado. Es más, incluso Le agradece por las dificultades y peligros que encuentra.

La gratitud aporta los siguientes beneficios:

– Crea un recipiente para que recibamos más bendiciones. Cuando Hashem ve que estamos agradecidos por lo que recibimos, entonces nos envía aún más bondad. Cuanto más valoremos nuestras bendiciones, más bendiciones tendremos que valorar.

– Cuando contemplamos toda la bondad que recibimos de Él, eso nos hace querer emular al Creador haciendo actos de bondad y proporcionando bendiciones a los demás también.

– Cuando nos enfrentamos a un desafío o alguna prueba difícil, nos damos cuenta de que esa prueba nos la envió Aquel mismo que es la Fuente de todas nuestras bendiciones. El mismo que nos nutre y nos sostiene todos los días nos ayudará a superar este desafío. De hecho, el desafío es enviado por Hashem para que nos acerquemos más a Él.

Emuna

Con frecuencia, David expresa su fe y confianza absolutas en Dios. Él sabe que Hashem está siempre a su lado y siente Su presencia de cerca. Esto le da fuerza y valor para perseverar.

Por supuesto, David hace su parte para mejorar su situación, pero en su mente y en su corazón confía únicamente en Hashem. En virtud de esta completa confianza, confía en que su Padre le enviará la salvación.

Salmo 13:6

Confío en tu bondad amorosa; mi corazón se exaltará en tu liberación.

Cantaré a Hashem, porque me ha tratado con bondad.

David está declarando su plena confianza en Hashem, visualizando su salvación y anticipando poder agradecerle. Mi corazón se regocijará porque sé que la salvación está por llegar.

Hashem quiere una relación con nosotros, y quiere que confiemos sólo en Él. Cuando lo hacemos, podemos agradecer la salvación incluso antes de que llegue.

Salmo 37.5

Encomienda a Hashem tu camino; confía en Él y Él actuará en tu favor.

Salmo 22.9

El que echa su carga sobre Hashem, Él lo librará.

David explica que cuando dedicamos nuestra vida a servir a Hashem y confiamos en Él, podemos estar completamente seguros de que Él nos proporcionará todas las soluciones que necesitamos. Cuanta más fe tengas, más bondad recibirás. Él actúa contigo de acuerdo con tu fe y la medida en que confías en Él.

Nuestra oportunidad

Al igual que el Rey David, nosotros también podemos beneficiarnos de este enfoque para vivir una vida de éxito. Al expresar gratitud continua al Creador, vivimos una vida de cercanía a Él y allanamos el camino para aún más bendiciones.

Podemos estar tranquilos y confiados cuando nos enfrentamos a retos difíciles. Cuanto más confiemos en Él, más nos bendecirá.

El rabino Shalom Arush dice que deberíamos emular el enfoque de David expresado en el Salmo 16:8 cuando dice: “He puesto a Hashem delante de mí en todo momento. Porque Él está a mi diestra, no vacilaré”.

Por desgracia, con demasiada frecuencia hacemos lo contrario y nos ponemos a nosotros mismos delante en todo momento. El rabino Arush aconseja que este enfoque tiene como resultado un ego inflado, ira frecuente, frustración y ansiedad.

El camino de la emuná he elegido. Salmo 119:30

Emulemos al rey David y tomemos cada día la decisión consciente de elegir el camino de la emuná. Ahora más que nunca es el momento de que cada uno de nosotros agradezca a Hashem y confíe en Él. Hashem quiere una relación con nosotros y está dispuesto a proveer todo lo que necesitemos, como individuos y como nación.