El Gran Robo Trump-Harris

Tanto Donald Trump como Kamala Harris van tras el bien más preciado que Dios te da. Si no estás atento, lo conseguirán.

3 Tiempo de lectura

Posteado en 25.08.24

Tanto Donald Trump como Kamala Harris van tras el bien más preciado que Dios te da. Si no estás atento, lo conseguirán.

Cuando se trata del mayor activo que todos tenemos, Warren Buffet lo expresó mejor que nadie: “Puedo comprar lo que quiera, pero no puedo comprar tiempo”.

Era julio de 2016 y yo llevaba dos años trabajando en una empresa de alta tecnología en Netanya. Ver cómo la empresa pasaba de ser una pequeña startup a un gran negocio fue, por así decirlo, agridulce.

Fue muy satisfactorio para mí saber que desempeñé un papel en ayudar a que un emprendimiento brotara de una pequeña semilla a algo lo suficientemente grande como para dar frutos. Pero fue muy amargo darme cuenta de que, con tanta gente más en mi departamento, ese papel se volvía cada vez más pequeño.

Dándole las gracias a mi Director General por una experiencia increíble, me marché para crear mi propia aplicación.

Alquilé un espacio de co-working en Herzliya y empecé.

En julio de 2016 fue cuando Donald J. Trump fue nominado candidato republicano a la presidencia estadounidense. Creo que el 7 de noviembre de 2012, el día después de que Barrack Obama ganara su segundo y último mandato como presidente, fue el día en que los demócratas nominaron a Hillary Clinton.

Días difíciles

Tanto Trump como Hillary eran candidatos polémicos y sin precedentes.

Las redes sociales enloquecieron por completo.

Cada minuto había un nuevo post sobre algo que había dicho Donald Trump, y cada minuto había otro post sobre cómo había reaccionado Hillary Clinton.

En octubre, la carrera estaba al rojo vivo. Nadie sabía quién iba a ganar. Cada segundo, las noticias, Internet y las redes sociales nos bombardeaban con una noticia de última hora.

No podíamos concentrarnos en otra cosa.

Presenté mi candidatura, pero un mes más tarde de lo previsto. Terminé mi trabajo de marketing, pero dos meses más tarde de lo esperado.

Seis meses después, volví a trabajar a tiempo completo. Esto pasó de ser la puesta en marcha soñada a un pequeño negocio secundario.

Huyendo de la reelección

Cuando llegó julio de 2020, yo estaba decidido a no cometer el mismo error dos veces. En los meses previos a las elecciones, fui diligente para evitar las noticias.

De alguna manera, no fue un problema.

Joe Biden no era alguien a quien siguieras en las redes sociales todo el tiempo. Su estrategia era permanecer callado.

En 2020, era mucho más fácil centrarse en el trabajo.

El Jafetz Jaim era un apasionado del valor de un solo momento. En un minuto, puedes aprender una Mishná. Puedes aprender una lección de musar. Puedes recitar un Salmo. Puedes aprender algo nuevo de la Torá que no sabías antes.

En un minuto, puedes tomar una decisión que te puede cambiar la vida y hacer teshuvá- arrepentimiento.

El tiempo es uno de los mayores regalos que Hashem nos da: son los momentos trascendentales.

La GRAN Prueba de 2024

Nuestras mayores pruebas son cuando el mundo que nos rodea intenta devorar estos momentos con distracciones.

Estos últimos meses han sido un terremoto y un torbellino todo en uno en USA: Hemos tenido un intento de asesinato, un presidente en funciones sustituido en plenas elecciones y una mujer de color que se presenta a las elecciones.

Kamala Harris tiene el atractivo mediático de Barack Obama y Hillary Clinton.

También lo tiene Donald Trump.

Estas elecciones tendrán la electricidad de 2016.

Si no tenemos cuidado, los momentos trascendentales que Hashem nos da para perseguir Su grandeza pueden ser devorados por la distracción.

¿Qué valor tiene un momento? ¿Qué invierte Dios en nosotros por cada segundo de existencia?

– Dios pone medio billón de alvéolos en tus pulmones para que puedas respirar.
– Hashem te da 10 billones de sinapsis eléctricas dentro de tu cerebro para que puedas pensar.

– Te da 20 billones de glóbulos rojos por todo el cuerpo para que puedas moverte.

Nuestro Padre nos da regalos casi infinitos para que podamos existir por un mero momento.

La mayor expresión de agradecimiento que podemos ofrecerle a nuestro Padre es— no desperdiciarlo.

El tiempo

Es de sentido común consultar las noticias todos los días, pero lo es aún más equiparar nuestro consumo de actualidad a comer chocolate.

Con moderación, es saludable, pero si nos excedemos, nos acaba matando.

Yo utilizo una aplicación llamada Freedom.to (https://freedom.to/). Puedo decirle qué sitios web no quiero ver y a qué horas del día no quiero verlos.

Esta aplicación me posibilita ver sitios que debería evitar cuando estoy haciendo cosas más importantes, como estudiar Torá, estar con mi familia y trabajar en mi trabajo por el sustento.

Normalmente dejo que el sistema me “permita” ver un solo sitio de noticias a lo largo del día, y lo desactivo la última hora que estoy frente a la computadora.

Funciona.

Me lleno sin perder el día. Puedo estar informado sin malgastar los dones que Hashem me da para cumplir Su voluntad.

Hashem recompensa según el esfuerzo.

Mis queridos hermanos y hermanas: Si consigues mantenerte centrado en lo importante durante los próximos tres meses, la recompensa puede ser mayor de lo que te imaginas.

Que Hashem nos bendiga con la visión y la determinación de aferrarnos a tantos momentos trascendentales como sea posible.

Escribe tu opinión!

1. Marcela Silveira

8/24/2024

Gracias

2. PAULIN NIKOLLI

8/23/2024

MACHAS GRACIAS POR LAS ENSENANSA PORQUE APENA HO COMICIATO A VER EL SENATOR CRUZ SENATOR KENEDI Y SENATOR HAWL BARUJ HaSHEM POR LA ENSENASA.TODA RABA POR ISRAEL

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario