El Factor H
Puede que la gente haga comentarios que te toquen en un lugar sensible y te causen envidia...
Está la forma en la que los demás hacen las cosas y estás tú… Puede que la gente haga comentarios que te toquen en un lugar sensible y te causen celos, envidia, enojo, autocompasión, necesidad de criticar a tu pareja o a tus hijos, etc.
Qué es la realidad?
Realidad es la forma en que Hashem dirige tu vida. Cada detalle. Cada momento. Cada instancia.
Ahora fíjate lo que sucede cuando aplicas el factor “H” a la primera frase de este artículo.
Está la forma en la que los demás hacen las cosas… y está la forma en la que Hashem dirige tu vida… Puede que la gente haga comentarios que te toquen en un lugar sensible y te causen celos, envidia, enojo, autocompasión, necesidad de criticar a tu pareja o a tus hijos, etc, posiblemente porque te olvidaste de que Hashem dirige tu vida.
Hashem puso a esos mensajeros en tu camino a propósito para ver cómo los manejas: ¿acaso vas a aplicar a tu propia vida toda la emuná que has estudiado y/o enseñado?
Vivir con la conciencia del hecho de que Hashem dirige tu vida reemplaza el supuesto azar con el verdadero orden que rige todos los acontecimientos de tu vida.
El hecho de ser consciente de esto y de los muchos detalles (ya sea que te gusten o no) hace que los conectes con la Fuente.
A través de la gratitud vamos un paso más allá y Le damos las gracias a Hashem incluso por las cosas desagradables que nos pasan en la vida.
Aquí es donde se pone en práctica la emuná. Dar las gracias por lo bueno es una obligación básica. Pero dar las gracias por la forma en que las cosas suceden más allá de nuestros deseos es producto de tener emuná. Ya que todo proviene del Mismo Padre cariñoso que siempre tiene en mente nuestro propio bien. No como nosotros, Él no es egoísta y siempre tiene un panorama completo de este mundo: presente, pasado y futuro. Él no sólo sabe lo que queremos sino, mucho más importante, lo que NECESITAMOS. A veces las dos cosas no son iguales.
A veces el Creador temporariamente nos quita las cosas que dábamos por sentadas en la vida. Esto no es un castigo sino una forma de demostrarnos que Él existe y quiere que sepamos eso. La persona siente más amor, más aprecio y más felicidad cuando es consciente de que lo que recibe no es su propiedad sino más bien un regalo. Dar es una verdadera expresión de amor cuando quieres dar y no tienes obligación de hacerlo. Hashem quiere que sepamos que Él nos da porque QUIERE darnos y para eso nos hace acordar que no nos debe nada. A veces, este recordatorio es desagradable, pero es con un buen propósito y con un buen motivo: que seamos conscientes de Su constante AMOR hacia nosotros.
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