No te confundas

¿Por qué hay tanta gente que no llega a hacer realidad sus sueños? Todos queremos tener paz, emuná (fe), felicidad, una buena vida, un buen sustento, salud, etc. Entonces ¿por qué no todos lo logramos?

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Grupo Breslev Israel

Posteado en 09.09.24

continuación –

Cuando nuestro amigo se enfrentó a una prueba, sí se enojó. Se enojó mucho inclusive. Pero no se quebrantó, porque recordó las palabras simples que había escuchado: que cuando uno reza y pide ayuda, el Cielo no puede acusarlo, ya que ha hecho todo lo que está a su alcance por mejorar. Nadie le prometió que obtendría resultados inmediatos. Pero este camino es un camino verdadero y él tiene que cumplir con su deber, que es dedicarle un tiempo a la plegaria. Él ha hecho su parte. Más allá de eso, lo demás no está bajo su control. Solamente debe seguir rezando y aguardando la salvación Divina.

Él se daba aliento a sí mismo, rezando todos los días, sin dejar que la situación de ese momento y las caídas lo debilitaran. Y los resultados no tardaron en llegar, porque “cuando uno reza en abundancia, sus plegarias no retornan vacías”. Al comienzo, percibió una leve mejora en su intento por dominar la ira. Y también vio que, una vez que había manifestado su enojo, lograba calmarse con mayor rapidez. Y lo más importante de todo es que estaba contento y Le daba las gracias a Hashem por cada pasito que avanzaba. Y al final vio con sus propios ojos cómo la pesada cáscara de la ira que le había dominado el corazón se rompió y logró mantener la calma incluso frente a pruebas muy difíciles.

Antes de escuchar la grabación y seguir sus consejos, ya casi había perdido la esperanza. Incluso llegó a pensar que este rasgo de la ira era algo genético que nunca iba a poder superar. Y ahora ocurría esta tremenda maravilla frente a sus propios ojos: ¡un absoluto milagro!

Como resultado de su logro inicial vino a verme. Le dije que estaba yendo por el camino indicado y le pedí que leyera el capítulo que trata del enojo en el libro En el Jardín de la Fe. Le expliqué que el versículo “El enojo reposa en el seno de los necios” significa que, básicamente, el enojo es por falta de conocimiento y falta de inteligencia. La persona debe rogarle a Hashem con abundantes plegarias que le dé una fe sabia y entonces la persona logrará dominar la ira por completo.

Como resultado de esta charla y la guía que había recibido del libro En el Jardín de la Fe, este hombre empezó a rogarle a Hashem que le confiriera sabiduría y le diera la conciencia espiritual necesaria para entender que nadie le estaba haciendo nada, sino que todo lo que le ocurría era por expresa voluntad de Hashem. Y rezó para creer que todas esas personas que lo molestaban y lo importunaban eran solamente palos que Hashem le había enviado para despertarlo y hacer que se acercara a Él. Y Le pidió poder siempre anular su propia voluntad ante la voluntad de Hashem y así siguió rezando todos los días durante dos años, hasta que empezó a ver la intervención de Hashem en todo lo que hacía y Hashem le extirpó completamente el rasgo de la ira.

Al mismo tiempo, se le abrieron los ojos y empezó a asistir a más y más clases. El camino de la fe le iluminó la vida y se dio cuenta de que había otras tantas áreas de su vida en las que también tenía que hacer cambios. Y al ver los resultados que había obtenido con el problema de la ira, supo que debía continuar utilizando esta magnífica herramienta en otras áreas más complejas. Y todo gracias a que había visto con sus propios ojos que su perseverancia había dado frutos. Y entonces decidió adoptar esta práctica como una forma de vida. En cada sesión de plegaria personal trataba uno o dos temas, dedicándole media hora a cada uno. A veces, trataba varios temas más simples, dedicándole unos diez minutos a cada uno. Así fue como adquirió una maravillosa herramienta para toda la vida, que lo ayudó muchísimo en la relación con su esposa y en general con todas las dificultades que uno enfrenta en la vida.

Este alumno adoptó una nueva costumbre: festejar cada año el aniversario de la fecha en la que había escuchado la clase de emuná sobre el tema del enojo. Ese sería su “cumpleaños espiritual”. En esa fecha, él siempre viene a saludarme y a agradecerme y bendecirme, y me dice: “Es verdad que nací en tal y cual fecha, ¡pero recién empecé a vivir realmente el día en que escuché esta charla por primera vez! Y por eso yo festejo este otro cumpleaños y Le doy las gracias a Hashem con todo mi corazón por haberme dado un defecto tan grande como el enojo, ya que gracias al enojo empecé a vivir con emuná. O sea que el enojo no solamente que no me arruinó la vida, sino que me la salvó. ¡Gracias al enojo, empecé a vivir!”.

Contemplando el sendero de mi propia vida y también el progreso de mis discípulos, logré descubrir el secreto de la vida, que es el secreto de la Torá y el secreto del libre albedrío. ¿Y cuál es ese secreto? El secreto de la fuerza de voluntad. No hay nada que pueda oponérsele. Por medio de la fuerza de voluntad, cada persona puede lograr lo que se propone.

Pero si es así, ¿por qué hay tanta gente que no llega a hacer realidad sus sueños? Todos queremos tener paz, emuná (fe), felicidad, una buena vida, un buen sustento, salud, etc. Entonces ¿por qué no todos lo logramos?

La respuesta es muy clara y muy simple: porque la gente no reserva un tiempo para “querer”. Eso es lo que la gente no sabe, incluso aquellos que saben de la importancia de la voluntad. Ellos saben que todo, inclusive los cambios internos, dependen de la voluntad, pero no saben a qué voluntad se refieren. Se trata de la voluntad que tiene el poder de cambiar al ser humano por dentro – esa es la voluntad que hace que dedique un tiempo a la plegaria personal, enfocando sus esfuerzos en un cierto tema a resolver, y perseverando en ello hasta que lo logre. Tenemos que reservar un tiempo para eso: para querer.

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1. PAULIN NIKOLLI

9/13/2024

TODAJ RABA POR LA ENSENASA HaSHEM QUE TENEMO BRESLEV

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