Una sentencia de amor
Querido hermano: No olvides ni por un momento que eres hijo de Hashem! ¿Sabes lo que eso significa?
Querido hermano: No olvides ni por un momento que eres hijo de Hashem! ¿Sabes lo que eso significa? Eso significa que Hashem te ama y sólo quiere darte y hacerte el bien, y aún mejor y aún mejor – sin fin, sin límites.
¡Hashem te ama! ¡Eres el hijo de Hashem! ¡Lo único que Él anhela es darte todo lo mejor! Por eso, cuando rezas, no tienes que “convencer”a Hashem ni “presionarlo”, porque te estás acercando a Él como un hijo amado, y sabes que Él quiere darte incluso más de lo que tú quieres recibir de Él.
Entonces, ¿qué es la plegaria? Hashem te está diciendo “Ven, ruégame, ayúdame a darte y a derramar abundancia sobre ti. Sólo quiero darte, pero no puedo darte a menos que hayas preparado antes los recipientes para recibir toda esta abundancia. Por eso te pido que vengas y reces detenidamente, cada vez más, para que Yo tenga la posibilidad de darte sin fin.
Esto no es emuná (fe); más bien, es un conocimiento claro, porque el amor de Hashem por nosotros es una simple realidad: “Sois hijos de Hashem”. Si vienes a Hashem como esclavo, ¡siempre sufrirás carencias! Pero si vienes a Hashem sintiéndote como un hijo amado y eres consciente de Su tremendo amor – entonces no habrá límite para la bondad que recibirás.
O como hijos, o como esclavos
Veamos lo que el rabino Levi Itzjak de Berditchev, conocido como “el abogado defensor”del pueblo judío, escribió al respecto en su libro Kedushat Halevi: “Cuando una persona cree con una fe perfecta que el Santo, Bendito Sea, es nuestro Padre, y que Él siente placer cuando hace el bien a Su pueblo, los judíos, mientras que Él tiene la capacidad de hacer el bien a todos los mundos, entonces a esa persona no le falta nada, y cuando Le pida al Santo, Bendito Sea, que actúe misericordiosamente hacia Su nación, entonces por supuesto que el Santo, Bendito Sea, cumplirá su petición…. Pero cuando uno no cree en esto – entonces sufre carencias, porque no está haciendo la voluntad de Hashem itbaraj (bendito sea), Quien solamente desea concedernos cosas buenas…”
Piensa bien – y estará todo bien
Ahora en Erev Rosh Hashana, el día del juicio para todos los seres creados. Absolutamente todo se decide en este día, toda la abundancia para todo el año que está a punto de comenzar. Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿Cómo podemos hacernos meritorios de un buen año? Rabi Najman dice: “En Rosh Hashana la persona debe ser sabia; debe tener sólo buenos pensamientos sobre el bien que Hashem itbaraj hará por nosotros”.
¿Qué significa eso? ¿Esto quiere decir que si pienso que Hashem será bueno conmigo, entonces así será? ¿Acaso soy yo quien determina las cosas? ¿Se trata del famoso libre albedrío?
Si analizamos esto en profundidad, eso es exactamente lo que el Kedushat Halevi está diciendo. Cuando tienes la absoluta fe de que Hashem es un Padre Bondadoso, que se deleita en beneficiar y colmar de bien a Sus hijos – ¡eso en sí mismo es el recipiente necesario para atraer todo el bien hacia ti!
Por eso decimos en Aseret Iemei Teshuva (Los Diez Días de Arrepentimiento) “Avinu malkeinu” (Nuestro padre, nuestro rey), porque Él es nuestro Padre incluso antes de ser nuestro Rey.
Cuando el juez es tu padre….
El no entender que Hashem es un Padre Bondadoso es la raíz de todo pecado. Porque si creyéramos esto, tendríamos claro que un padre quiere ayudar a sus hijos, y Le pediríamos que nos ayudara en nuestra lucha con el ietzer hará y con todas las dificultades y factores inhibidores – y ciertamente Él nos ayudaría constantemente; la única razón por la que fracasamos una y otra vez espiritualmente es porque no estamos viviendo del todo la realidad de que somos hijos, ni estamos viviendo del todo el claro conocimiento de que nuestro Padre Celestial quiere que tengamos éxito en la observancia de Sus mitzvot y en el aprendizaje de Su Torá y en el cumplimiento pleno de Su voluntad.
Según lo que dice Rabí Levi Itzjak, podemos entender la esencia del juicio en Rosh Hashaná:
En el Día del Juicio, Hashem ve el verdadero estado de cada uno de nosotros. Si una persona se acerca a Él como un esclavo, Hashem, por así decirlo, hace un cálculo de “negocios”– ¿Debo instarlo a enmendar sus caminos por medio del estímulo y las cosas buenas, o bien por medio de la justicia y los castigos? Pero si nos acercamos a Hashem como hijos cariñooso, entonces todo el juicio es como un padre que quiere ayudar a su hijo, y se sienta y piensa sólo en cómo derramar el bien sobre él y enseñarle a enmendar sus caminos de la manera más fácil y agradable, dándole todas las herramientas que necesita para cumplir su misión y su propósito en este mundo.
De acuerdo con esto, nuestra principal teshuva (arrepentimiento) durante este período llamado Aseret Iemei Teshuva debe ser porque no creemos en medida suficiente que Hashem es nuestro Padre. No creemos en medida suficiente que Él quiere darnos, hacernos el bien y ayudarnos tanto en lo material como en lo espiritual.
El secreto de Rosh Hashaná es saber que Hashem nos ama, y quiere hacer cosas buenas por nosotros, sólo cosas buenas. Ese es el camino hacia un año bueno y bendecido. Y esta es la raíz profunda de todo el bien y la bendición en esta vida: ¡Cuando sabemos que tenemos un Padre en el Cielo que sólo hace el bien con Sus hijos!
¡Que tengan todos una ketiva vejatima tova, y un buen y bendecido Año Nuevo!
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