¿Qué haría el rey David?
El pueblo judío se enfrenta a muchos retos difíciles y dolorosos. El rey David no era ajeno a las tribulaciones y los peligros. ¿Qué haría el rey David si viviera hoy?
El pueblo judío se enfrenta a muchos retos difíciles y dolorosos. El rey David no era ajeno a las tribulaciones y los peligros. ¿Qué haría el rey David si viviera hoy?
En el libro de los Salmos podemos encontrar su secreto para el éxito. ¿Cuál fue el enfoque que aplicó para navegar por aguas turbulentas y lograr salvaciones milagrosas?
He elegido el camino de la emuná
–Salmo 119:30
Con frecuencia, David expresa su fe y confianza absolutas en Hashem. Él sabe que Hashem está siempre con él y siente Su presencia cerca. Esto le da fuerza y valor para perseverar.
Por supuesto, David hace su esfuerzo personal para mejorar su situación pero, en su mente, y en su corazón, confía únicamente en Hashem. En virtud de esta completa confianza, confía en que su amado Padre Divino le enviará la salvación.
Salmo 13:6
Confío en tu bondad amorosa; mi corazón se exaltará en tu liberación.
Cantaré a Hashem, porque me ha tratado con bondad.
David declara su plena confianza en Hashem, visualiza su salvación y anticipa poder agradecerle. Mi corazón se regocijará porque sé que la salvación está por llegar.
Hashem quiere una relación con nosotros, y quiere que confiemos sólo en Él. Cuando lo hacemos, podemos agradecer la salvación incluso antes de que llegue.
Salmo 37.5
Encomienda a Hashem tu camino; confía en Él y Él actuará en tu favor.
Salmo 22.9
El que echa su carga sobre Hashem, Él lo librará.
David nos aconseja que cuando dedicamos nuestra vida a servir a Hashem y confiamos en Él, podemos estar completamente seguros de que Él nos proporcionará las soluciones que necesitamos. Cuanta más fe tengas, más bondad recibirás. Él actúa contigo de acuerdo con tu fe y la medida en que confíes en Él.
Nuestra oportunidad
Al igual que el rey David, nosotros también podemos beneficiarnos de este enfoque para vivir una vida de éxito. Podemos estar tranquilos y confiados cuando nos enfrentamos a retos difíciles. Y cuanto más confiemos en Él, más nos bendecirá.
Una vez que hemos elegido el camino de la emuná, ¿cómo nos mantenemos en él y progresamos en nuestro viaje? He aquí algunas sugerencias:
Mantén un programa fijo de estudio de emuná. Utiliza libros, artículos y podcasts. Esfuérzate por recordar, interiorizar y aplicar sus enseñanzas. Te recomiendo tener un libro de emuná al lado de la cama. Asegúrate de no irte a dormir a la noche antes de estudiar al menos 5 minutos ese día.
Lee el libro de los Salmos. Subraya las frases que te reconforten y te den fuerza.
Haz una prioridad el notar y apreciar las muchas bendiciones y bondades que recibes de Hashem a lo largo del día y que de otro modo podrías dar por sentadas. Háblale y agradécele continuamente. La gratitud construye y fortalece la emuná al hacerte sentir amado, cuidado, vigilado y protegido. Además, cuando nos enfrentamos a un reto o tribulación, nos damos cuenta de que nos lo envía Aquel Mismo que es la Fuente de todas nuestras bendiciones. El Mismo que nos nutre y nos sostiene cada día nos ayudará a superar este reto. De hecho, el desafío está siendo enviado por Hashem para acercarnos más a Él.
Rézale a Hashem para que te ayude a desarrollar una emuná simple, pura y sólida como una roca. La emuná está por encima de la naturaleza, y sólo podemos llegar a ella con Su ayuda.
Elegir el camino de la emuná nos dará fuerza, optimismo, coraje y claridad. Esto nos permitirá rendir al máximo. Además, igual que el Rey David, podemos evocar la compasión Divina y recibir salvaciones por encima de la naturaleza. Amén!
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