La plegaria persistente

Uno de los temas principales de la porción de la Torá de esta semana es el matrimonio de Yaakov (Jacob) con Rajel y Lea y el nacimiento de once de los doce hijos de Yaakov. Después de sufrir infertilidad, Rajel da a su sierva Bilha a Yaakov como esposa. “Bilha, la sierva de Rajel, concibió de nuevo y dio a luz un segundo hijo a Yaakov. Y dijo Rajel: ‘¡Sagradas artimañas he maniobrado para igualar a mi hermana, y también he vencido!’ Y le puso por nombre Naftalí” (30:7-8). Rashi comenta que el nombre Naftalí alude a la terquedad, (porque Rajel dijo) ‘He suplicado obstinadamente muchas y tortuosas súplicas a Di-s para poder ser igual a mi hermana’.

Después de citar la explicación de Rashi sobre el nombre de Naftalí, Rabí Natan dice que esto nos enseña cuánto necesitamos rezar mucho y dedicarnos a la plegaria personal todos los días. Tenemos que ser muy persistentes y seguir rezando, tal como hizo Rajel, aunque parezca que nuestras plegarias no surten efecto. A veces, uno se siente lejos de sus propias palabras porque ve que han pasado días y años en los que ha dedicado tiempo a rezar y (parecería que) todavía no ha conseguido nada. Sin embargo, necesitamos ser muy determinados, igual que una persona obstinada que hace algo sin razón; así que al servicio de Hashem, Rabi Najman enseña que uno tiene que ser muy determinado, y el área principal donde alguien necesita ser determinado es en la plegaria y las súplicas a Dios. Incluso si tus plegarias muchas veces como si parecen no tener sabor ni olor, o sea, que no sentirás ninguna conexión profunda o ninguna conexión en absoluto con las plegarias – de todas maneras – ¡no te rindas! Sigue adelante, porque Di-s está lleno de misericordia en todo momento y seguramente, Él escucha tus plegarias (Likutei Halajot, Leyes de Tefilín).

Rabi Najman enseña que, a través de la plegaria, uno puede obtener todo – cada buen nivel espiritual y cada bendición (Likutei Moharan II, 111). Si es así, entonces ¿por qué Rabi Natan nos enseña cuán persistentes debemos ser para fortalecernos en la plegaria y no rendirnos? Con esta conciencia de que a través de la plegaria podemos lograr cualquier objetivo positivo que deseemos y merecer bendiciones en nuestra vida, ¿por qué necesitamos ser incansables y seguir rezando?

Rabi Natan explica en otra enseñanza que hay dos tipos de influencias negativas que pueden confundir a la persona y debilitar sus esfuerzos por rezar. La primera engaña a la persona haciéndole creer que todas sus plegarias son en vano y que no tienen ningún efecto, Di-s no lo quiera; el segundo tipo sucede cuando la persona comienza a ver que Hashem ha escuchado sus plegarias en ciertos asuntos, hay rayos de esperanza; por lo tanto (erróneamente) piensa que no necesita seguir rezando y se detiene por completo. Todos experimentamos muchas dificultades y desafíos en la vida, y por eso Rabí Natan dice, necesitamos muchas salvaciones durante toda nuestra vida para superar los desafíos que enfrentamos y alcanzar nuestro objetivo final de conocer y revelar a Hashem en el mundo (Likutei Halajot, Leyes de la Herencia).

Esta enseñanza de Rabi Natan realmente me impactó y me ayudó a ver la plegaria personal de una manera. Muchas veces, en la plegaria personal, siento que no hago nada y que no logro nada. Me siento confuso y mis pensamientos divagan. Quiero centrarme y conectar con mi corazón y expresarme, pero me resulta muy difícil. Sin embargo, esta lección me ha enseñado que lo más importante es el compromiso y la constancia: tener determinación y seguir haciendo el intento.

Así que esta semana intenté simplemente escuchar lo que me pasa por dentro, y luego echar un vistazo al día que pasó y expresarlo de forma sencilla ante Dios, sin expectativas. Cuando me sentía atascado o perdido, simplemente le decía a Hashem: Me siento perdido en este momento, mi corazón está cerrado, por favor ayúdame’. Las palabras de Rabi Natan me animaron a que, aunque me pierda y me sienta desconectado, aunque sienta que mi corazón está cerrado y no tenga ni idea de qué decir, está todo bien. Porque cada palabra, cada plegaria y cada canción que cantamos ante Hashem, cada grito y cada suspiro marcan la diferencia. Los Sabios enseñan en el sagrado Zohar que incluso la buena voluntad que una persona tiene, aunque no sea capaz de actualizarla, nunca se pierde y tiene una influencia positiva en el mundo.

Nuestras plegarias son escuchadas y cada plegaria importa. ¡Sé persistente y nunca te rindas!