La segulá que aún no probaste

La gente a veces viene a mí llorando y diciendo: Rabino, he leído los libros, he hecho de todo, rezo sin cesar, siempre doy dinero para tzedaka - y todo sigue igual, no pasa nada; la puerta no se abre. ¿Qué más se puede hacer?

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 09.12.24

La gente a veces viene a mí llorando y diciendo: Rabino, he leído los libros, he hecho de todo, rezo sin cesar, voy a las tumbas de los tzadikim, he cumplido todas las segulás (recurso espiritual), siempre doy dinero para tzedaka – y todo sigue igual, no pasa nada; la puerta no se abre. ¿Qué más se puede hacer?

Y mi respuesta es: “Saber que Hashem te ama”.

Normalmente queda en claro que esperaban que les dijera algo diferente. Esperaban que les diera algún consejo práctico, como leer tal o cual capítulo tres veces al día, estudiar algún libro en particular, hacer esto o aquello. Y se sienten decepcionados.

Pero lo que no entienden es que la creencia de que Hashem te ama es la mayor segulá, y el mejor consejo, porque ese es el motor que activa y aviva todas tus plegarias – la tefilá (plegaria) se acepta según el nivel de emuná (fe) de cada uno! Y tener emuná significa creer que Hashem te ama y quiere darte sólo todo lo mejor.

La persona que reza y no cree completamente que Hashem la ama – eso se llama plegaria sin emuná, y por eso su tefilá no es efectiva.

La persona que reza y piensa que tiene que “convencer” a Hashem para que le dé lo que quiere – eso se llama rezar sin emuná, y por eso su tefilá no es efectiva.

Por lo tanto, no hay consejo más práctico para cualquier salvación que creer verdaderamente que Hashem te ama y quiere darte todo lo mejor.

¿Cómo se debe rezar?

El valor de la plegaria no está determinado por cuántas palabras digas, ¡sino por tu nivel de emuná!

Y la emuná que influye en la tefilá incluye definitivamente lo que piensas de ti mismo y lo que piensas del Creador a quien te diriges, tu confianza en ti mismo y tu confianza en la entidad a la que estás suplicando. Esas son las cosas que influyen en la forma de tu petición: fuerte y convincente frente a delgada y débil. Y, por supuesto, estas cosas influirán en los resultados y los frutos de la tefilá.

A ver- No puedes rezar si no crees en un Creador que ama y quiere dar y colmar de bien a cada persona, y, por supuesto, si no crees en ti mismo; si no crees que Hashem te ama tal como eres, y que eres amado, digno, importante y querido a Sus ojos, y que el Creador quiere darte y colmarte de todo lo mejor así y tal como eres.

El que piensa que Hashem no lo ama o no quiere darle todo el bien del mundo no tiene posibilidad de rezar con la intensidad necesaria; es rezar sin emuná y no tiene el efecto deseado.

Consejos sobre la plegaria

Por lo tanto, vayamos directamente a un consejo práctico, sencillo y necesario:

Cuando te pongas a rezar, antes de empezar, hazte recordar a ti mismo las siguientes cosas y grábalas en tu corazón:

Ribbono shel Olam (Amo del Mundo), Tú eres mi Padre, y me amas tal como soy; Tu nombre está asociado a mí tal como soy. Tú me colmas de abundancia y favores sin cesar, y tienes placer en dar y colmar sólo de bien a cada persona y a mí en particular, así y tal como soy”.

Ciertamente, cada carencia en la vida depende de las fallas espirituales de la persona. Por eso, recuerda que cuando la gente dice que el Creador del Mundo sólo hace el bien, eso significa que también puede darte emuná completa y dirigirte a hacer teshuvá completa, y ayudarte a hacer teshuvá sobre el pecado que es la causa de esta carencia en tu vida, y también darte lo que te falta. Ese es la mayor muestra de amor de Hashem hacia nosotros.

Hemos traído esta idea en el pasado, pero es importante mencionar una vez más las palabras del santo Rabí Levi Itzjak de Berdichev, quien escribe:

“Cuando la persona cree con total convicción que el Santo, Bendito Sea, es nuestro padre y que obtiene placer cuando derrama el bien sobre Israel, Su pueblo, cuando es capaz de derramar el bien sobre todos los mundos – entonces a la persona no le falta nada, y cuando le pide al Santo, Bendito Sea, que tenga piedad de Su pueblo – entonces seguramente el Santo, Bendito Sea, cumplirá todos sus deseos.

En estas palabras, dice explícitamente que la plegaria funciona de acuerdo con la creencia de que Hashem me ama y quiere hacer sólo el bien para mí. Y que quien cree en eso, con todo su corazón, con fe completa – ¡el Santo, Bendito Sea seguramente hará su voluntad!

Siempre amado y deseado

Según el Kli Yakar, se puede decir que el objetivo del ietzer hará (la mala inclinación) es cegarnos, para que no veamos el bien, el amor y las infinitas misericordias de Hashem; y nuestra gran guerra es por nuestra capacidad de ver siempre a Hashem, de ver siempre cómo Su nombre está asociado a nosotros y nos ama y quiere hacernos cosas buenas siempre y en toda situación.

El nombre Israel alude a la infinita misericordia de Hashem, como dice Rabbeinu, que ‘Israel’ es una sigla de “Kel Shakai te concederá misericordia”. Rabí Natan explica en Likutei Halajot que incluso cuando una persona se siente lejos de Hashem e indigna debido a sus actos que no son buenos – debido a la misericordia constante e interminable de Hashem bendito Sea, Hashem está cerca de ella y siempre la ama.

Y por lo tanto repetiremos nuestro consejo con respecto a la tefilá: Antes de comenzar a rezar, recuérdate a ti mismo una y otra vez que sabes que “Hashem bendito Sea siempre me ama y todo va a estar bien, y me dará todo lo mejor, porque Hashem bendito Sea quiere darme más y más cosas buenas” – hasta que sientas que tu amor por Hashem te ilumina el corazón, y entonces rezarás intensamente, ya que tu plegaria proviene del sentimiento de que Hashem te ama, y entonces ciertamente obtendrás la salvación que tanto necesitas.

* El folleto “Todo va a estar bien” se publicará muy pronto en español!

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