Genocidio espiritual
Desde épocas inmemoriales, nosotros, el pueblo judío, hemos sido acusados de intento de genocidio contra los egipcios, los cristianos y su dios, Mahoma, y los palestinos.
Desde épocas inmemoriales, nosotros, el pueblo judío, hemos sido acusados de intento de genocidio contra los egipcios, los cristianos y su dios, Mahoma, y los palestinos. La verdad es que tienen razón.
Si estuvieras solo en una habitación con una Taylor Swift escasamente vestida, caminando lenta y seductoramente hacia ti, ¿querrías huir o quedarte quieto?
Hoy vivimos en un mundo griego. O Dios no existe o no está aquí. Eso es lo que la mujer de Potifar, la Taylor Swift a la décima potencia de su época, le dijo a José mientras caminaba lenta y seductoramente en dirección a él.
¿Por qué no?
El antiguo Egipto no tenía un dios que dijera que el adulterio estaba mal. Sus dioses no estaban tan preocupados por la conducta de la gente.
¿Qué hizo Yosef en esta situación? Acabó con los dioses de Egipto, invocando al Dios de Israel: ¿Cómo pude cometer un mal tan grande y pecar contra Dios? (Bereshit 39:9).
En una frase, Yosef dijo
1. Hay Un Dios.
2. Ninguna acción es “demasiado pequeña” para Él. Por todo lo que hacemos, grande o pequeño, Él recompensa el bien y castiga el mal.
3. El adulterio está mal porque Dios dice que está mal.
¿Qué fue lo primero que hizo ella después de que Yosef invalidó cada excusa que ella tenía para hacer lo que le parecía bien?
Lo llamó “sucio judío”. ¡Mira! ¡Mi esposo nos trajo a este judío para burlarse de nosotros! (Génesis 39:14)
El precedente ya estaba sentado. Nuestra existencia mata a sus dioses, y por eso ellos matan nuestra existencia.
Lo mismo ocurrió con los griegos.
¿Por qué no iba a ser así? Toda su filosofía provenía del mismo Egipto.
Tales, el padre de la filosofía griega, visitó Egipto a lo largo de su vida. Incluso utilizó lo que aprendió para medir las pirámides.
Las grandes bibliotecas de Egipto, repletas de conocimientos egipcios milenarios, fueron conquistadas por Alejandro Magno y saqueadas por los pensadores griegos de la época, entre ellos Aristóteles.
Pero los griegos eran listos.
No trataron de decirnos que Dios “no existía”- simplemente trataron de dar a entender que Él no estaba aquí.
Afirmaron que el mundo no tiene un creador, que simplemente perdura por siempre. Al postular que no hay un Creador, están dando a entender que Sus reglas no se aplican, que nuestros actos no son supervisados por Alguien arriba.
La existencia tiene que ver con nuestros sentidos, lo que podemos percibir, y la lógica con la que lo percibimos.
Pero la lógica la dicta el deseo. Como dice el viejo adagio de ventas: Los compradores nunca usan la lógica. Todo se basa en el deseo. Sólo utilizan la lógica para justificar obtener aquello que desean.
No tenía ninguna lógica legalizar la sodomía cuando Grecia estaba rodeada de enemigos y el aumento de la población era una cuestión de seguridad nacional. Pero la antigua Grecia la permitía. Y debido a la rápida disminución de su población, fueron fácilmente conquistados por Roma.
Roma, que heredó esta filosofía de la “lógica de los sentidos”, no pareció aprender de la tragedia griega. Los romanos legalizaron las mismas abominaciones y vieron cómo su imperio se derrumbaba debido a la misma implosión de la población local.
Hasta el día de hoy, las leyes se basan en la lógica y en nuestros sentidos, que no son dictados por Dios, sino por nuestros corazones y nuestros ojos.
Hashem dice: “Y será tzitzit para vosotros, para que lo vean y recuerden todos los mandamientos de Hashem y los cumplan, y no vayan tras su corazón y sus ojos tras los cuales pecan” (Bamidbar 15:39)
Dios nos está diciendo que usemos nuestros sentidos para servirlo. Si no lo hacemos, nuestros deseos se apoderarán de ellos para acabar haciendo cosas que no son lógicas.
Cuando los helenistas nos dijeron que siguiéramos la lógica para adorar a sus ídolos de adulterio, sodomía e idolatría, nos opusimos a ellos.
Hashem bendijo a las fuerzas de la luz sobre las fuerzas del poder.
La antigua Grecia ya no existe porque acabamos con sus dioses.
El Asalto Final contra Dios
Cuando Yaakov regresó a Israel con su familia, Esav fue el primero en encontrarse con él. Llegó con 400 de sus mejores guerreros. Lleno de odio, estaba decidido a cumplir una misión personal de venganza para exterminar a su hermano.
Yaakov envió ángeles para atacar a Esav y debilitar sus fuerzas. Esav envió a su ángel para acabar con Yaakov, pero Yaakov lo derrotó fácilmente.
Al darse cuenta de que su venganza era inútil, cuando Esav vio a su hermano, lo abrazó con los brazos abiertos.
A primera vista, parece un final feliz.
Nuestros Sabios nos advierten que este fue el movimiento fatal que Esav planeaba. Si no podía destruirnos con odio, podía astutamente desmembrarnos a través del amor.
Hemos caído ante los descendientes de Esav a lo largo de las generaciones al convertirnos en griegos, romanos, españoles, alemanes, soviéticos y americanos. Esav nos conquista con el matrimonio mixto, donde nuestros hijos no son judíos. Nos conquista con la asimilación, donde abandonamos los mitzvot para ser como los demás.
Como el mismo Satanás, en el momento en que caemos en la trampa de Esav, él revela sus verdaderos colores y nos damos cuenta de que nunca fue nuestro amigo. Solo estaba esperando el momento adecuado.
- Los griegos pusieron ídolos en nuestro Templo.
- Los romanos destruyeron nuestro Templo y nos exiliaron.
- Los españoles nos quitaron todo antes de expulsarnos.
- Los alemanes cometieron genocidio contra nosotros, matando a millones.
- Los soviéticos intentaron robarnos el alma.
Todo por aceptar conocer a Taylor Swift en sus aposentos privados. No nos están invitando a unirnos a ellos; están tratando de matar a nuestro Dios al exterminar a Su nación.
La Guerra de Gog uMaGog
En nuestra generación, todos estamos bajo el látigo de Esav.
En América, las tasas de matrimonio mixto superan el 60%.
En Israel, hace ya 76 años que está librándose una guerra contra el judaísmo por parte de las autoridades.
Si bien hemos derrotado a Ishmael en todas las guerras, aún no hemos ganado una batalla contra Esav, quien nos pone la correa en el cuello después de cada pequeño triunfo.
¿Por qué Esav siente la necesidad de controlarnos cada vez que derrotamos a los terroristas, haciendo el mundo un poco más seguro? ¿Acaso eso no contradice la misma lógica que estas personas idolatran?
La halajá es clara: Esav odia a Yaakov.
No hay mucha lógica en ello. Pero ¿por qué nos odian? ¿Por qué nos impiden avanzar, incluso a costa de su propio bienestar?
Por todo esto – porque:
- Les recordamos que hay un poder superior al deseo personal.
- Les recordamos que no pueden hacer lo que quieren, cuando quieren.
- Les recordamos que este mundo no fue hecho para que el hombre sea fuerte, sino para que reconozca su debilidad, incluso su impotencia ante Dios.
- Les recordamos que la tecnología, la ciencia o la modernidad no hacen a Dios obsoleto.
Dios es el Dios antiguo de Abraham. Él es el Dios actual de Israel. Él es el Dios futuro del Mashíaj y su reino.
El tiempo erosiona imperios. Mata a las personas. Hace que casi todo sea obsoleto en algún momento. Pero nunca afecta a Dios. Su mundo, Sus leyes y Sus costumbres son tan relevantes hoy como lo fueron cuando las estableció por primera vez.
Servir a Dios no es algo antiguo porque Él es el mismo Dios hoy que el que creó a Adam. Lo que está desactualizado y obsoleto es usar la lógica y el deseo para decidir el bien y el mal, sabiendo cuántos imperios poderosos sucumbieron a esta enfermedad.
No existe la igualdad de raza, sexo o nacionalidad. Dios nos juzga según lo que hacemos en este mundo, y no por las apariencias externas. El dios de la igualdad está muerto porque algunas personas eligen el bien y otras el mal. Los que eligen a Dios son muy superiores a los que no lo hacen.
No existe el concepto de “comer, beber y ser feliz” porque tenemos mucho trabajo que hacer en este mundo y no hay un momento que perder. El dios de la ociosidad y el ocio no tiene lugar entre los vivos.
No damos las órdenes porque todos somos siervos del Rey, y el Rey está aquí. Él nos está observando, y todo lo que hacemos le importa.
Este 25 de diciembre, mientras encendemos nuestra primera vela, celebramos la luz de Dios, la luz de los mitzvot y la luz de aquellos que lo siguen incluso en la oscuridad del mundo dominado por Esav en la actualidad.
Al hacerlo, seguimos el camino de Yosef, de los judíos que resistieron los encantos de Egipto y recibieron la Torá, de nuestros antepasados que se enfrentaron a Grecia para defender la Torá que Dios nos dio.
Aferrándonos a la luz de Dios, una vez más mataremos a sus dioses y reafirmaremos para qué nos puso el Único Dios Verdadero en esta tierra:“Todos los habitantes del mundo reconocerán y sabrán que ante Ti se doblará toda rodilla, y toda lengua jurará” (Rezo de Aleinu)
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